La tecnología convive cada segundo con el ser humano y va a seguir avanzando, tal y como Samsung demostró en su último evento. Organizado el pasado miércoles, 17 de enero, en el Jardín Botánico de Ciudad Universitaria, la firma tecnológica presentó su nueva gama de teléfonos en la compañía de numerosos rostros conocidos.
Entre ellos se encontraban Maxi Iglesias (32 años), Marc Márquez (30), Óscar Casas (25), Marta Díaz (22) y Sandra Barneda (48). Precisamente, la presentadora de Telecinco ha sido la invitada que más vinculada se ha mostrado con la tecnología.
Con un discurso un tanto apocalíptico, la conductora de La isla de las tentaciones ha relatado a EL ESPAÑOL todas sus preocupaciones y deseos para el futuro de la humanidad junto a la tecnología y la inteligencia artificial.
¿Se considera una persona tecnológica?
Sí, soy muy tecnológica, me gusta y además estoy muy interesada en todo lo que tiene que ver con la inteligencia artificial. Me estoy leyendo ahora un libro con el que estoy intentando llegar a la conclusión de qué va a pasar con nosotros. Creo que el ser humano está a punto de desaparecer, se extinguirá y aparecerá otro. No me parece apocalíptico.
¿No le da cierto miedo?
No, porque estaremos como multiplicados. Para mí la mente es una de las cosas que más me alucinan en sí. Dicen que no utilizamos ni un 10 por ciento de nuestra capacidad, si podemos con la inteligencia artificial y lo que viene, seremos mejores. No tenemos por qué ser peores. Lo que pasa es que todo se transformará. Es muy importante que confiemos en nosotros, porque vamos a ser nosotros quienes lo vamos a gestionar. Lo malo no es la tecnología y lo que viene, sino cómo gestionarlo y conseguir que no nos domine. Soy optimista.
¿De dónde sale ese optimismo?
Veía a mis abuelos que decían 'Ay, en mis tiempos era todo mejor'. Me prometí que no lo voy a decir nunca. Si lo dices es como que ya te has bajado del tren del futuro y yo quiero seguir estando y aprendiendo.
¿Está investigado todo este tema quizás para escribir un libro?
No, no. Pero me apetece mucho. Tenemos que estar ahí, cuando se habla tanto de la inteligencia artificial es porque ya está y la empezamos a utilizar. Me apetece saber cuál es nuestra capacidad, ¿no? Hasta cuando tenemos capacidad nuestra mente para comprender la tecnología. ¿Cómo podemos ayudar a nuestra cabeza a comprender hacia donde vamos? Pues con ayudas. Es mi teoría y quiero pensar así. Vamos a vivir un momento de crisis porque cómo gestionarlo es muy importante y las mentas más privilegiadas de este mundo se tendrán que poner de acuerdo. Quiero confiar en que lo que decidan será bueno para la comunidad.
¿Ha intentado desbloquear ese diez por ciento de nuestra capacidad?
Bueno, la creatividad es la fuente de que se puede utilizar todo aquello. En los noventa, Daniel Goleman habló sobre la inteligencia emocional y nos dimos cuenta que había más de una inteligencia. Debemos explotarlas todas. Hay mil rutas para llegar al mismo sitio y creo que tenemos que ser conscientes de las posibilidades que tenemos. ¿Te has preguntado por qué conectas con alguien con quien ni siquiera has hablado? Hay que investigar la química y las hormonas.
Hablando de hormonas... nueva temporada de La isla de las tentaciones. ¿Cómo la ve?
Es increíble como ha arrancado. Tengo la manía de que hasta que no me monto en el avión de camino a las grabaciones no quiero saber nada ni conocer a las parejas. Es en el vuelo cuando me veo los vídeos de presentación y ya estoy ahí metida con ellos. En los primeros capítulos estaba con una amigdalitis que me tuvieron que dar hasta antibiótico y pasó lo que pasó, dos parejas han abandonado ya.
¿Cómo ha recibido el público esta nueva temporada?
Es la incógnita siempre, pero el público está enganchado. Y esperaros a lo que viene. El programa tiene mucha coña y luego está la capacidad de las redes sociales para generar un meme. ¿Cómo pueden ser tan rápidos y tan buenos?
¿Qué más le pide a la vida?
A la vida le pido que me siga sorprendiendo y que me permita equivocarme y poderme levantar. También divertirme y reírme, porque llevo un tiempo que me apetece reírme mucho. Como siempre pido mucha salud para mí y para los míos y flowing. Me estoy leyendo un libro sobre el experimento de rendirte a la vida. Estoy tratando de aprender a rendirme a la vida y a llevar la camiseta del sí. Por ejemplo, me preguntan que si me voy a subir una montaña. Pues sí, porque a lo mejor te trae algo bueno.
Está en un gran momento en el que el amor, además, le sonríe.
El amor me sonríe y estoy encantada.
Hubo una época en la que se planteó ser madre, ¿ha retomado la idea?
No lo descartaba, pero es algo que no floreció y ya está.
¿Y ahora?
No comento.