Gabriela Guillén (37 años) lleva siendo una de las mujeres más buscadas de España desde que se conoció públicamente su relación con Bertín Osborne (69). Una noticia que llegó seguida del embarazado de la fisioterapeuta y el cantante de rancheras.
Desde ese momento, las informaciones sobre su relación no han cesado. Hace apenas 20 días, la paraguaya dio la bienvenida a su primer hijo y días después Bertín Osborne daba una exclusiva en la revista ¡Hola! contando lo que considera su verdad.
Este viernes, 19 de enero, Gabriela Guillén se ha sentado por primera vez en un plató de televisión tras su reciente maternidad. Una entrevista en De Viernes en la que ha contado todos los detalles de su noviazgo, cómo conoció la noticia del embarazo y cómo vivió los meses posteriores.
"Me entero de que estoy embarazada en abril. Cuando tienes una relación de pareja tienes papeletas de que en cualquier momento te puedes quedar embarazada, pero no nos lo esperábamos para nada", ha defendido la paraguaya en televisión sobre cómo fue el momento en el que conoció la noticia.
Un bebé que llegó hace apenas unas semanas y que le ha traído felicidad, pero también malos momentos. "Han sido días agridulces. El nacimiento de un bebé es un cambio tremendo, tan bonito... y se ha visto empañado por otras cuestiones. No he recibido ninguna llamada de Bertín y no le he escrito. La última vez que hablamos fue el 23 de diciembre y fue una conversación muy dura".
Tal y como asegura la fisioterapeuta, Bertín no se ha preocupado por ella tras el parto: "Es un sentimiento que tiene que nacer de él, pero tenía la esperanza de que siguiese siendo la misma persona que yo conocí".
Antes de que se hiciese pública su relación, el presentador advirtió a su pareja de lo que podía llegar a suponer esa noticia para ellos. Antes de ello, él quería que su familia lo supiese en primera persona: "Para él era muy importante decírselo. Bertín me presentaba como la señora de la casa con sus amistades y familia. Siempre me ha dado mi lugar".
Su noviazgo salió a la luz y con muy pocos días de diferencia, Gabriela se enteró de que estaba embarazada: "Cambió por completo su forma de ser. Fue ahí cuando se rompió toda la relación. Me dijo que lo intentáramos y que me fuese a Paraguay y tuviera al hijo allí". Ante la negativa, Bertín le ofreció dos opciones: "Me dijo: 'Si lo tienes, la relación se rompe; si no lo tienes, seguimos con nuestros planes, que tenemos muchas cosas que vivir'. Me pareció feo que me diera esa opción, era elegir entre él o el niño. No podía aceptarlo".
Tras esta tajante proposición, la fisioterapeuta decidió cortar todo tipo de relación con él, incluso llegaron a estar un tiempo sin hablar por teléfono: "Volvió a ponerse en contacto conmigo y me dijo que echaba de menos nuestra relación y que no podía vivir sin mí".
Sobre la tan controvertida prueba de paternidad de la que se ha estado hablando durante meses, Gabriela ha sido tajante: "Cuando me la pida me la haré, no tengo ningún problema. Siempre voy a velar por los derechos de nuestro hijo. Se la importancia que tiene la figura de un padre, me gustaría ese acercamiento con su hijo, no a nivel económico".
Una de las incógnitas, que tampoco ha querido desvelar en su entrevista, es el nombre de su hijo. "Es rubio", es el único detalle que ha dado para proteger la identidad del bebé, aunque ha descartado que se llama Bertín o Norberto.