El plan de Juan Ortega para recuperar a su novia, Carmen: dónde está viviendo y por qué se sintió presionado
Según le consta a EL ESPAÑOL, el diestro ha dejado claro a su entorno que sigue enamorado y que desea que su relación vuelva a ser la de antes.
8 diciembre, 2023 01:16La 'no boda' del diestro Juan Ortega (33 años) y la cardióloga Carmen Otte Alba (31) sigue ocupando horas de televisión y dando mucho de qué hablar. Las informaciones, y también las especulaciones, suman y siguen. Mientras que la novia se ha alejado de Sevilla y del foco público junto a su madre -este medio puede confirmar que no ha salido de Andalucía-, el diestro continúa en la capital hispalense.
Así lo avanzó Fiesta y ha podido confirmar EL ESPAÑOL. Juan Ortega, eso sí, no se encuentra en el hogar que estaba llamado a ser conyugal. El domicilio donde está refugiado Ortega está en la zona Sevilla Este, cerca del Palacio de Congresos Fibes.
Según le consta a este periódico, en estos momentos las dos grandes ocupaciones de Juan Ortega pasan por su gran regreso a los toros -comenzará la temporada en febrero de 2024, en la Feria de San Blas y la Candelaria de Valdemorillo- y por recuperar la confianza de su pareja.
Ante tanta especulación, el diestro ha querido dejar claro a su entorno más íntimo que no es verdad que la espantada al 'sí, quiero' la llevase a cabo porque quería romper la relación y todo vínculo afectivo con Otte: él sigue enamorado y ha sostenido a sus amigos de confianza que tratará de reconquistar a su novia. Nunca dudó de su amor, pero sí del matrimonio.
Las dudas no le surgieron, según relatan a este medio, en el último momento: Juan llevaba meses cavilando y barruntando sobre su futuro matrimonial. Una indecisión que le trasladó a su razón de amor en más de una ocasión. La boda es un proyecto que no veía para su vida en esta etapa vital. Tal y como confían, Ortega está "arrepentido" de cómo ha gestionado este tema.
Nunca imaginó que esta no boda iba a convertirse en pasto de titulares y que adquiriría tanta repercusión mediática. En las últimas horas, guiado por esa especie de plan de reconquista, Juan ha tomado la decisión de dejarle su espacio y su tiempo a Carmen, para que restañe las heridas y puedan enfocar su regreso sentimental sin dolor ni reproches. Sabe que no ha obrado bien y le brindará a Carmen todo el tiempo que necesite.
No hay nada que desee más Ortega que la confianza vuelva a ser la de antes en la pareja: dejar pasar el tiempo, no atosigar con mensajes ni llamadas y confiarse al entorno común de ambos, para que sea éste quien traslade a Carmen sus sentimientos. Cuentan a este medio que la presión pudo con él, que se sintió "atropellado por los acontecimientos".
En esa línea, el periodista Carlos Pérez Gimeno aseguró en Es la mañana de Federico que, según sus informaciones, el padre de la novia se mostró especialmente interesado en que el enlace tuviera lugar, y que esta suerte de insistencia podría haber agobiado a Juan.
El torero se ha confesado en las últimas horas, sobre todo para subrayar que la relación con sus suegros siempre ha sido correcta. "Nada es como se está contando", apostillan. Cierto es que, como en todas las familias, hay malentendidos, pero nada que no se pudiera solucionar.
En otro orden de cosas, como avanzó EL ESPAÑOL hace unos días, Juan quiso sufragar todos los gastos derivados de la cancelación de la boda y ya los ha efectuado. 90.000 euros es la cantidad que, según se ha deslizado en Y ahora Sonsoles, habría abonado el torero. Por su parte, Carmen Otte está abrumada por el escándalo.
Le han aconsejado, además, confirman a este periódico, que no lea nada de redes sociales ni coja teléfonos desconocidos. Sobre cómo se encuentra en estos momentos la pareja, se explica, sucintamente, que está en stand by, aunque ha hablado y se ha "intercambiado mensajes".
Tal y como avanza Pilar Vidal en Y ahora Sonsoles, Juan, lleno de dudas, llamó por teléfono, en primer lugar, a su sacerdote de confianza. "La primera llamada que él hace es a un cura de Barcelona que él había invitado. En estas bodas, aparte del párroco de Jerez, ahora cada uno lleva un cura amigo de la familia. Él tenía un cura de Barcelona invitado, que estaba en el hotel arreglándose, y que iba a oficiar también la misa", sostiene la periodista.
La principal razón por la que el diestro habría realizado esta llamada telefónica que lo cambió todo, se apoyaría en sus férreas convicciones religiosas. La citada periodista ha desvelado, además, en el programa de Antena 3 que "me dicen que él es muy religioso y que tenía sus dudas y ha preferido tomar la decisión".
Ortega es un hombre de firmes valores y que se negó a jugar con la palabra de Dios. En otro orden de cosas, este medio ha podido confirmar, a través del entorno del diestro, que Juan Ortega, en tono de broma, repitió días antes de su boda que "lo mismo no se presentaba en el altar".
El mismo día del 'sí, quiero', esa mañana soleada del sábado, Juan Ortega le confesó, entre lágrimas, a su hombre de confianza de la cuadrilla: "¡No lo veo!, es que no lo veo..."