La historia de la boda fallida entre Juan Ortega (33 años) y Carmen Otte (31) está trayendo cada día nuevas y sorprendentes informaciones. Mucho se ha especulado del motivo por el que el torero tomó la decisión de dejar plantada en el altar a su pareja tan solo media hora antes de la celebración.
Tal y como ha podido saber EL ESPAÑOL, el diestro es un hombre de firmes valores y se negó a jugar con la palabra de Dios. Días antes de la cita, Juan Ortega, en tono de broma, repetía que "lo mismo no se presentaba en el altar". Una broma que acabó convirtiéndose en una realidad.
Tras una conversación con un sacerdote, del que no se conocía la identidad y al que definían como "un amigo de Barcelona invitado a la boda, que le aconsejó que no pasara por el altar", decidió avisar a su pareja de la decisión. Ahora, ya ha trascendido el nombre de la persona que le aconsejó y no es la primera vez que se habla de él en los medios de comunicación.
Su nombre es Josep María Quintana Domínguez (43 años) y es uno de los sacerdotes más habituales en los círculos taurinos y en la jet set de Madrid. Es muy habitual verle en su cuenta de Instagram, en la que acumula más de 38.000 seguidores, iniciando directos que titula como Macrofiesta Rosario.
Se convirtió en un rostro conocido de la prensa del corazón después de conocer su vinculación con Tamara Falcó (42), a quien le une una estrecha relación. De hecho, su papel fue fundamental en la reconciliación de la marquesa de Griñón con Íñigo Onieva (34). Aconsejó a ambos "retomar su relación, a pesar de los contratiempos surgidos". Y así lo hicieron. Ahora la pareja está disfrutando de un nuevo capítulo como matrimonio y está en búsqueda de ampliar la familia.
Pero no fue el que se encargó de oficiar la boda entre ambos. En su lugar optaron por el padre José Luis, vinculado a la Universidad Católica de Valencia.
Sin embargo, el consejo fue muy diferente al que dio al torero Juan Ortega. Le recomendó que si no tenía claro si quería casarse con Carmen, que no lo hiciese, porque sería algo de lo que se arrepentiría en el futuro.
Josep María Quintana se diplomó en Magisterio en Educación Física y se licenció en Pedagogía. Sin embargo, pronto retomó su vínculo con la religión y se matriculó en Teología Moral por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma.