María Teresa Campos en una fotografía tomada en su antigua casa, en Molino de la Hoz, en diciembre de 2017.

María Teresa Campos en una fotografía tomada en su antigua casa, en Molino de la Hoz, en diciembre de 2017. Gtres

Famosos PUJA PÚBLICA

Fracasa la subasta de muebles de María Teresa Campos: sólo se consiguen vender ocho objetos a bajo precio

Los enseres de Campos han salido a subasta estos pasados 29 y 30 de noviembre. Casi ninguno se ha vendido por un precio mayor al de salida. 

1 diciembre, 2023 10:23

Estos pasados miércoles y jueves, 29 y 30 de noviembre, han salido a subasta pública los muebles de la malograda comunicadora María Teresa Campos. Hay que recordar que fueron las hijas de la presentadora, Terelu Campos (58 años) y Carmen Borrego (57), quienes, tras su muerte, tomaron la dura decisión de desprenderse de algunos de los enseres más valiosos de la mítica conductora de ¡Qué tiempo tan feliz!

Así las cosas, Terelu y Carmen trasladaron, a mediados del mes de octubre, algunos de los muebles y cuadros de su madre a un anticuario para que fueron subastados. Una medida, conviene matizar, que la propia Teresa ya llevó a cabo en febrero de 2019, cuando comenzó con la venta de su casa en Molino de la Hoz. 

En esta ocasión, sus hijas han optado por la misma casa de antigüedades que su madre. Se trata de muebles de gran calidad, de estilo clásico y, algunos de ellos, de gran tamaño. Los precios de salida han oscilado entre los 300 euros hasta los casi 2.000 euros

[Del cuadro de 950 euros a la consola de estilo Luis XIV: la lista y los precios de los muebles de María Teresa Campos que salen a subasta]

María Teresa Campos junto a sus hijas, Carmen y Terelu, en una imagen tomada en diciembre de 2017.

María Teresa Campos junto a sus hijas, Carmen y Terelu, en una imagen tomada en diciembre de 2017. Gtres

Algunas de estas adquisiciones fueron de gran valor sentimental para Teresa y su familia. Hay sillas, estanterías, aparadores, e incluso una preciosa consola estilo Luis XIV en madera dorada y tallada, cuya pareja ya fue puesta a subasta por la malagueña de adopción en 2019. 

Cuando María Teresa Campos se construyó su fabulosa casa de Molino de la Hoz, la decoró desde cero, y adquirió piezas con gran esfuerzo y desembolso. Tras celebrarse la puja en los días antes citados, 29 y 30, el programa TardeAR ha hecho el recuento de los objetos pujados y se puede deducir que se ha tratado de un fracaso en la subasta. 

Tan sólo ocho de los numerosos muebles que Carmen y Terelu pusieron a subasta han sido vendidos, pero todos a un bajo precio y casi ninguno ha superado en la puja su precio de salida inicialmente.

Por ejemplo, el mueble de más valor económico en la casa de María Teresa, de madera de caoba y con un cuerpo superior acristalado, tenía un precio fijado de 1.800 euros y ha sido vendido justo por la misma cantidad, pues nadie ha pujado por él. 

Un tanto de mejor suerte han tenido otros enseres, como la consola estilo Luis XIV en madera dorada y tallada y con tapa de mármol. Tenía un precio de 600 euros y se ha conseguido pujar por 900 euros. El conjunto de sillería estilo Luis XVI, en madera lacada y dorada, ha sido pujado por 1.200 euros, cuando su precio de salida era de 600.

Continuando con el listado, a la consola de media luna se le adjudicó un precio inicial de 350 euros, y se ha logrado vender por 375 euros. Por último, las mesitas de noche que rodearon la cama de Teresa Campos, en su antigua casa de Molino de la Hoz, sumaban un valor de 350 euros, y se les ha dado salida por 450.

Sea como fuere, se ha tratado de una primera subasta deslucida, en la que las hijas de María Teresa Campos no han podido recuperar casi nada de la inversión que en su día hizo Teresa

Teniendo en cuenta, como recuerda el espacio vespertino de Ana Rosa Quintana (67), que la casa de subastas se garantiza un 15 por ciento de comisión por lo vendido, Carmen Borrego y Terelu Campos se han embolsado tan sólo 5.000 euros. De acuerdo a la información que han trasladado en el citado espacio de Telecinco, Carmen y Terelu confían en que se celebre pronto otra subasta y los muebles de su madre corran una mejor suerte.