Día señalado para la política española. Este martes, 21 de noviembre, los 22 miembros del nuevo Gobierno han prometido sus cargos ante el rey Felipe VI (55 años) en el Palacio de la Zarzuela. Entre ellos ha destacado especialmente Yolanda Díaz (52), vicepresidenta segunda y ministra de trabajo. La líder de Sumar ha sido protagonista, primero, por no apoyar su mano derecha en la Constitución. Más tarde, por emocionarse, al punto de contener el llanto, en la ceremonia de traspaso de carteras en el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Yolanda Díaz, ataviada con un traje blanco, ha pronunciado un discurso en el que se ha mostrado honrada por seguir siendo vicepresidenta de Gobierno y por mantener la cartera de Trabajo y Economía Social "para seguir defendiendo a las personas trabajadoras y, sobre todo, para seguir mejorando la vida de las personas trabajadoras".
Al final de este punto, al borde del llanto e interrumpiendo su discurso durante unos instantes por la emoción y los aplausos, la líder de Sumar ha querido hacer una mención a quienes "mejor" la conocen y a quienes "más" quiere: su familia.
"A mi padre, a Suso, que está acompañado de otros sindicalistas como él, que me ha enseñado dos cosas en la vida: ser buena persona y defender con una serenidad pasmosa a quien representas", ha pronunciado la política. "Esto es lo que me llevo de las personas que hoy, aquí, me acompañáis", ha continuado.
Después se ha dirigido a su única hija, Carmela, quien lleva este nombre en honor a la madre de la ministra: "Gracias, querida Carmeliña, por acompañarme siempre. Para mí es muy importante que estéis aquí".
Yolanda ha concluido con unas palabras para ambos: "Gracias, de verdad, porque sois una de las grandes razones que me animan a continuar". De esta manera, ha recordado que uno de sus puntos a destacar siempre ha sido buscar la unión entre la generación de su padre y la de su hija.
No es la primera vez que Yolanda Díaz tiene presente a su padre en los discursos de sus días más memorables. Suso, un histórico sindicalista de Galicia, ha sido un gran referente en su vida y carrera política. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo incluso, ha compartido públicamente los consejos que ha recibido de su progenitor. "Ser buena persona", palabras que ha repetido en la mañana de este martes, siempre ha sido una de sus máximas.
Su única hija, Carmela, también ha tenido un gran rol dentro de su carrera política, acompañándola, en ocasiones, en mitines. La pequeña nació hace 10 años, un 8 de marzo, Día de la Mujer, fruto de su matrimonio con el dibujante técnico Juan Andrés Meizoso.