Yolanda Díaz (51 años) se convirtió en protagonista involuntaria de las celebraciones del Día de la Hispanidad, debido al original look que eligió. Lo que más llamó la atención fueron sus gafas de sol, no porque su diseño fuera especialmente transgresor, sino porque a muchos expertos en moda les pareció del todo inadecuado que las luciera en un acto institucional de estas características. De hecho, fue la única que tapaba sus ojos con este accesorio.
En las redes sociales no para de hablarse de ello y a la vicepresidenta del Gobierno le han llovido memes y comentarios de todo tipo. Nunca unas gafas dieron tanto de sí. EL ESPAÑOL, después de analizar con lupa las imágenes y de hacer una intensa tarea de investigación, ha dado con el modelo que lució el 12 de octubre, a su llegada a la Plaza de Lima para presenciar el desfile militar.
Díaz es uno de los miembros más glamurosos del ejecutivo y no defraudó. Lució un vestido de aire futurista de Purificación García, de manga abullonada, corte pareo y drapeado, en tejido satinado. Los zapatos eran de Úrsula Mascaró, con abertura delantera y plataforma; todo marca España, ejerciendo de embajadora de la moda patria. Todo, menos las controvertidas gafas de sol.
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Para el accesorio estrella del día eligió Guess, una marca americana que, sin ser low cost, tiene precios muy asequibles. De hecho, las gafas de Yolanda Díaz pueden comprarse por tan solo 120 euros. Son negras, de montura mariposa, también conocida como cat eye, y tienen el logo en la patilla, muy visible. Aunque ella llevaba dos mechones de pelo suelto que tapaban parcialmente esa pista crucial, en uno de sus movimientos pudo verse parcialmente la inicial de la firma en dorado. Misterio resuelto, las gafas de las que todo el mundo habla son de la casa creada por los hermanos Marciano en Los Ángeles en 1981.
La controversia sobre lo poco adecuado que resultó que la ministra de Trabajo las luciera en el exterior mientras presenciaba el desfile la ha colocado en el disparadero. A entender de expertos y anónimos es un gesto nada protocolario. Pero lo que más ha abundado son las bromas sobre el estilismo al completo, que a muchos les ha recordado a Matrix y a Robocop.
También llamó la atención su peinado, una trenza de raíz, deshecha. Yolanda Díaz es una auténtica apasionada de los recogidos trenzados, pero esta vez ha recibido críticas porque resultaba demasiado desenfadado para la ocasión.
Ajena a todo esto, la ministra de Podemos se limitó a comentar en su Twitter: "Hoy es un buen día para reivindicar la política útil, las políticas que unen España como la reforma laboral, el derecho al aborto o los avances en cuidados. Frente a una España estrecha, de unos pocos, el país de la mayoría cuida y se construye día a día con derechos".
Las gafas de sol fueron protagonistas hasta que entró en el Palacio Real para acceder al besamanos y al posterior cóctel. Entonces, se las quitó, rebajando un poco el tono arriesgado de su estilismo más comentado.