No hay nada comparable a la sensación de las primeras ocasiones, incluso en un mundo como el de la televisión. Aunque ha habido hasta 13 ediciones (aunque en Telecinco lo bautizaron como 12+1 por aquello de las supersticiones), pocas han tenido el impacto en materia de audiencias que supuso la inaugural de Gran Hermano. Más de veinte años después, frases como "¡Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza!" siguen siendo recordadas por buena parte de los españoles.
De aquella primera edición salió ganador Ismael Beiro (48 años), pero la fama no fue exclusiva del gaditano. Un buen número de los que fueran sus compañeros en la casa de Guadalix de la Sierra han seguido siendo noticia tras el paso por el reality.
Un ejemplo de ello es Ania Iglesias (52). La vallisoletana se quedó a las puertas de ganar Gran Hermano, una experiencia que sólo supuso un paréntesis en su carrera de modelo. Esa fama se ha traducido en una buena cantidad de followers (más de 10.500) en Instagram, una red social donde Ania va contando sus experiencias profesionales trufadas con algunas vivencias personales.
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Así, nada más cumplir 50 años, publicaba un post muy elocuente aprovechando una foto donde ejercía como modelo para una marca de lencería: "Celebrando casi 10.000 seguidores y los casi 51 años. No soy modelo a seguir. No soy influencer. Me cogió el covid como a casi tod@s. Tengo arrugas. A veces me veo horrible. Tengo complejos. Me equivoco. Lloro. Y siento miedo. Yo no quiero vender una mentira y potenciar una vida de postureo; soy de carne y hueso. Y el que quiera seguirme no va encontrar la piel planchada en mi cara, ni tonterías".
Esa sinceridad también se ha hecho patente a lo largo de su vida a la hora de hablar de salud. Su historial refleja numerosas situaciones complicadas: anorexia, tuberculosis pulmonar y cáncer de útero. Cuando parecía que había superado todos esos problemas, la modelo vallisoletana anunciaba en Instagram otra afección: "Amigos hace muy poco tras varias pruebas médicas, me comentaron
que tenía talasemia".
Explicación
La propia Ania Iglesias se mostraba confundida respecto a esta enfermedad: "Si alguien sabe o tiene talasemia seguro que podéis darme algún consejillo para sobrellevarlo mejor". La talasemia es un tipo de anemia, un trastorno sanguínea que se caracteriza por tener un origen hereditario y que provoca que los níveles de hemoglobina en el cuerpo sean más bajos de lo normal.
Entre sus manifestaciones más habituales, la talasemia incluye fatiga, debilidad, orina con un color más oscuro de lo normal, un tono de piel amarillento o hinchazón abdominal. Lo más habitual entre los pacientes con esta afección es que muestren síntomas en los primeros años de vida, por lo que se puede decir que el caso de Ania Iglesias es bastante particular.
Su detección se logra a través de un análisis de sangre y sus tratamientos suelen estar pensados precisamente para pacientes de corta edad. Entre ellos destaca la transfusión sanguínea, una terapia llamada de quelación, que consiste en eliminar el exceso de hierro acumulado en la sangre; y el transplante de médula ósea para recibir nuevas células madre.
A partir de ahí, las pautas que dan los médicos a los pacientes con problemas de talasemia pasan por seguir una dieta saludable, poniendo mucho el foco en alimentos con calcio y vitamina D y evitando abusar de los que contengan mucho hierro. Además, también se incide mucho en evitar infecciones, ya que a muchas de estas personas se suele extirpar el bazo.