Aunque ahora no sea uno de los principales pilares de su parrilla, sí que hubo un tiempo en el que Mediaset en general y Telecinco en particular fiaban buena parte de su éxito en el prime time a producciones con sello nacional. Corría septiembre de 1995 y la cadena de Fuencarral abría el curso con el estreno de una serie, Médico de Familia, que se iba a colar en un buen puñado de hogares españoles: algunas temporadas tuvieron una media que superaba con creces los 8 millones de espectadores.

Buena parte de ese éxito se debía a la excelente química entre Emilio Aragón (64 años) y Lydia Bosch (59), una dupla que ya había funcionado a la perfección en otro formato de la competencia, El gran juego de la oca (Antena 3). Era, sin duda, una etapa dorada a nivel profesional para la actriz barcelonesa, que ahora vuelve a la pequeña pantalla de la mano de Mía es la venganza.

Esa es la razón por la que Bosch vuelve a ser protagonista de numerosas entrevistas en las que se ha mojado sobre diferentes temas, incluida la cancelación de Sálvame, sin duda asuntos que pueden resultar polémicos pero que son mucho más amables que el que ella misma anunció a finales de noviembre de 2020, coincidiendo con su cumpleaños. Mientras muchos españoles seguían mirando con preocupación a la pandemia, la actriz era noticia por otra cuestión de salud: padecía cáncer de piel.

[La enfermedad de Rosalía que hace que se olvide de las letras de sus canciones]

Explicación

A través de un post en Instagram, la actriz revelaba que "a través de una biopsia en una lesión de la piel de mi barbilla que nunca terminaba de curar (llevaba más de un año sin darle importancia), me diagnosticaron un carcinoma nasal o epitelioma basocelular de tipo expansivo". Eso sí, ella misma se encargaba de rebajar el alarmismo: "Es un tipo de cáncer de piel pero aunque la palabra en principio asuste mucho, no es un cáncer peligroso como puede ser el melanoma".

La propia Lydia Bosch reconocía que "el principal riesgo para desarrollar epiteliomas es la exposición al sol. Y yo, desde mi adolescencia, he comprado todas las papeletas para tenerlo. He hecho verdaderas burradas para broncearme y el efecto acumulativo del sol en mi piel me ha provocado esto". La actriz remataba su mensaje de manera contundente y didáctica: "Tenemos que tomar conciencia y hacernos revisiones de la piel anualmente".

Efectivamente, como bien explicaba nuestra protagonista, el cáncer de piel se da por el crecimiento anómalo de las células, siendo la exposición recurrente al sol el principal factor de riesgo. En su caso, el carcinoma basocelular suele manifestarse como un bulto en la piel, generalmente en zonas que están más expuestas al sol, como puede ser la cabeza o la cara.

Como decíamos suele presentarse como un bulto, normalmente, transparente, pero también puede adoptar otras formas como la de un parche o de la una lesión de diversos colores: marrón, negra, azul o blanca.

Además de la excesiva exposición al sol, también deben tenerse en cuenta otros factores, como la edad, el tener una piel más clara, la ingesta de determinados medicamentos o los antecedentes familiares. Con todo, lo mejor es tener precaución a la hora de estar expuesto a la luz solar y hacer uso de fotoprotectores adecuados para evitar efectos secundarios indeseados, como el riesgo de desarrollar otro tipo de cáncer.

Si la prevención no es suficiente, los dermatólogos pueden optar por la cirugía o tratamientos alternativos basados, por ejemplo, en la radioterapia o el uso de nitrógeno líquido.