Primero fue un rumor en los mentideros gaditanos y hace unos meses llegó la confirmación de que Ismael Beiro (Cádiz, 1974) iba a presentarse como candidato a la alcaldía de su localidad natal. Para entonces ya había dejado Madrid y había fijado su residencia en la capital desde el mes de agosto. "Yo me vengo por liderar este proyecto, porque yo a Cádiz en estos 20 años he venido prácticamente una vez por semana", cuenta a EL ESPAÑOL.
"Es en agosto cuando veo que el partido AndalucíaXSí responde afirmativamente a mi proyecto, que es formar una candidatura independiente". De hecho, su móvil echa humo porque se encuentran en pleno proceso de cerrar la lista. "Excepto Alicia, que militó en el PSOE, el resto son todos profesionales independientes, autónomos... muy conocidos en Cádiz. Va a ser una lista de champion, transversal y muy representativa".
Colaborador de televisión, cómico, actor, empresario ("en 21 empresas como socio y director de operaciones de todas", apunta), showman, y ahora político. Beiro lleva meses a pico y pala con su candidatura. Su compromiso es tal que en Madrid ha dejado a su mujer, Aurora, y a sus dos pequeños. Es lo que más le está costando.
Duerme "unas cuatro horas", cuenta a este periódico. "Mis jornadas empiezan a las 7 de la mañana y terminan a las 3 de la madrugada, contestando mensajes".
Su agenda en estos días es mucho más frenética, a poco más de un mes escaso de la cita en las urnas. Llega en un momento en el que José María González 'Kichi', el actual alcalde, no se presenta a las elecciones. Las encuestas predicen o bien un vuelco a favor del PP, o bien un empate técnico entre el PP y el resto de las fuerzas políticas. La papeleta de Beiro, por tanto, podría ser la llave que abriera la puerta del Ayuntamiento de Cádiz.
-¿Sabe usted en lo que se mete y a lo que va a renunciar?
-Sí. Es un compromiso personal. La política es una especie de Gran Hermano. Hay vigilancia y control y no hay intimidad. Pero yo ya he pasado por eso. Yo vengo de Mediaset. A mí no me influyen ni los insultos en las redes sociales.
El jueves mantuvo dos reuniones con dos de las asociaciones de vecinos que aglutinan, por barrios, a mayor número de gaditanos: La Laguna y Loreto. ¿Los temas que le trasladaron? La ausencia de podas, la falta de limpieza, mayor regularidad en el transporte público... "Llevamos 8 años pidiéndola. Si sales de alcalde, pon una parada de autobús, que aquí somos 24.000 vecinos", le dijeron en la reunión de La Laguna, a la que asistió EL ESPAÑOL.
"Yo creo que hay que gobernar con las asociaciones de vecinos. Porque son como los alcaldes de los barrios: lo saben todo", incide. Una de las críticas -unánimes- a la gestión de estos 8 años de José María González 'Kichi' ha sido que "no se ha reunido con ellos nada, por no decir nunca". Beiro, en estas semanas, se reunirá con todas las asociaciones vecinales, "desde Loreto a La Caleta".
El gaditano no nombra directamente a 'Kichi', pero dispara una buena carga de profundidad. "Un buen alcalde debe representar a todos, aunque no te hayan votado. Y desde luego debe saber guardar el protocolo: debes ir vestido como debes cuando te invitan a visitar el Buque Escuela Juan Sebastián Elcano. O no ir por la calle en chándal habitualmente. Si esa es tu forma de vestir, vete mejor a Los Caños".
-¿Qué cree que necesita Cádiz?
-Cádiz tiene historia, tiene clima y tiene talento. Mucho más allá del tópico del que sabe cantar y el que toca la guitarra. Lo tenemos todo para ser uno de los principales destinos turísticos del mundo. Cádiz pierde oportunidades cada día.
Una de las frases que más repite Beiro es que es "un profesional en la política, no de la política, al igual que la lista que lidero". Confiesa a EL ESPAÑOL que en agosto se ha dio cuenta de que en Cádiz era víctima de un tópico: lo tenían por un personaje televisivo.
"No es así. Yo no vivo de esa popularidad. Aquí en España ganan dinero con la tele tres: Ana Rosa, Jorge Javier Vázquez y Susanna Griso. Yo vivo de mis negocios", entre agencias de representación, organización de espectáculos y hostelería, entre otras. Dos de ellos, como asociado, en Cádiz capital: una taberna en la Plaza de la Catedral y un restaurante mexicano en la calle Nueva, ambas vías muy turísticas.
Entró en Gran Hermano con la diplomatura en Marina Civil, pero en estos 20 años no ha parado de formarse. "Tengo una Ingeniería Superior, un Máster en Dirección de Empresas, otro en Control de Calidad, otro en Mercados Bursátiles, un doctorado en Ciencias de la Información, hice una tesis sobre alimentos transgénicos y soy miembro de la Academia de Televisión".
"No es por abusar de titulitis: es que no sé estarme quieto. La gente no lo sabe porque yo nunca he presumido de esto. Y quizá por la formación que tengo y por ser empresario me siento con uno y hablamos el mismo idioma. Porque yo sé lo que es tener una empresa desde hace 7 años con 2 empleados y ahora somos 40".
Cree que el futuro de la localidad no debe darle la espalda al turismo, sino potenciarlo. Y además "crear un nuevo barrio en el Polígono Exterior de la Zona Franca, con viviendas, comercio, industria, equipamientos y zonas verdes. Y crear aparcamientos, que es un problema muy grande que tiene Cádiz, además de que se pueda mejorar el transporte público con microbuses eléctricos y apostar por peatonalizaciones que pudieran ser puntuales".
En la gestión diaria, "tenemos que abrirnos a todo. Y a potenciar la inversión privada, porque genera empleo. Y de esto debe darse cuenta el gaditano. La economía debe ser circulante: que haya dinero en los bolsillos de todos". Por ello, insiste en que "no puede ser que se tarde tanto en conceder una licencia de apertura. Por eso hay que agilizar trámites burocráticos y permisos, y además, estar al lado del técnico y del funcionario, con una buena política de Recursos Humanos".
"Yo lo que me he dado cuenta", continúa, "es que el político hoy no sabe hacer nada. Es un tío que lleva desde los 20 años militando en las juventudes, que lo mismo se saca una licenciatura en Derecho o Empresariales pero no la ejerce. Luego le dan un papel para que lo lea con flechas con intenciones para que cambie el tono, y lo pones en un mitin con 4 o 5 topos entre el público que lo aplauda cada vez que haya un cambio de tono. Y luego los sacas de la política y no saben hacer nada ahí fuera, aunque hayan estudiado".
-¿Qué le dicen por la calle?
-Pues cuando me paro y hablo es cuando la gente se convence. Mira, cuando faltaban 100 días para el 28 de mayo, el día de las elecciones, me propuse pararme a hablar con 200 personas al día. Ya me habré parado a charlar con 20.000.
-¿En serio?
-Totalmente. Si me vota el 30% de esos 20.000, tengo tres concejales más.
"A mi equipo, cada día, les he dicho que se paren con 20 personas. Salen 15.000. Pues otros tres concejales más. Hay que estar en la calle hablando con las personas. Me pateo hasta los institutos, tengo localizadas las cafeterías que hay en todas las barriadas de Cádiz, y yo voy y me siento con la gente: del Mentidero a Puntales y de Loreto a La Caleta".