Este pasado martes, día 27 de junio, víspera del 28, Día Internacional del Orgullo LGTBI, se celebró en el Real Jardín Botánico de Madrid el acto de entrega de la tercera edición de los Reconocimientos Arcoíris. Unos premios concedidos a personas y organizaciones destacadas en la visibilización, apoyo y defensa de los derechos de las personas LGTBI, que organiza el Ministerio de Igualdad y la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI.
El departamento liderado por Irene Montero (35 años) decidió otorgar uno de estos premios al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero (62), según la ministra, "por su histórica labor en el reconocimiento de la igualdad para las personas LGTBI", y más concretamente por la aprobación del matrimonio igualitario que bajo su Gobierno convirtió a España en el tercer país del mundo en permitir las bodas entre personas del mismo sexo en 2005.
Para la emotiva ocasión, Irene Montero eligió un vestido con guiño multicolor a la bandera LGTBI, pero revisada. Sin ser tan evidente, la líder de Igualdad seleccionó un diseño muy especial del que EL ESPAÑOL ha encontrado el origen. La pieza la firma la marca española G·LEM, fundada por la diseñadora y empresaria Elena Moreno.
Tal y como ha podido averiguar este periódico, la ministra Montero eligió el modelo Wete Studio de la citada marca. Wete es la capital de la región norte de la paradisíaca isla de Pemba, perteneciente al archipiélago de Zanzíbar. El diseño lleva estampado inspirado en los colores del atardecer tanzano y tiene tejido exterior con detalles de hilo metalizado. Se trata de un traje corto, por encima de la rodilla, con escote en uve y con dos tiras multidisposición.
Las tiras pueden ponerse hacia atrás con nudo o lazada en la nuca; por delante, simétricas por ambos lados o en el mismo y en el cuello, despejado o tipo choker. La espalda es totalmente descubierta. Según desvelan en la página web de la marca, el vestido está confeccionado artesanalmente por el taller de Gonzaga, miembro del equipo de la firma, situado en Barcelona. Su precio, 179 euros.
"Wete fue el penúltimo vestido que decidimos añadir a la colección", comenta la creativa de la marca en sus redes sociales, "después de muchas formas sentíamos que nos faltaba el mini por excelencia, pero no queríamos que fuera un vestido corto cualquiera. Así que partiendo de un largo que había visto online hacía tiempo, planteé este diseño".
Y concluye: "Lo que no esperábamos es que jugando con las tiras íbamos a tener tantos vestidos en uno. ¿Y sabéis lo mejor? Es el que más me teletransporta al sunset de la isla. Ese toque metalizado del tejido es too much".
Sobre la G·LEM
"Desde Barcelona capitaneamos el multitasking entre Álvaro y yo", dice la fundadora, Elena Moreno, que prosigue "suerte de nosotros que en Mataró y Rubí contamos con una extensión de nosotros mismos: Anna, David, Montse, Susana, Antonia, Gonzaga y todo su equipo. Ellos son ahora los encargados de que mis bocetos se conviertan en las prendas que hoy tenéis en colección, y los que nos reconfirman nuestra mejor bandera: el orgullo made in Spain".
Para concluir: "Y a más de 7.800 kilómetros, en Mbarara (Uganda) se encuentran Margareth y Judith. Dirigen G·LEM Fashion School y dan forma a lo que hoy ya es un proyecto de formación profesional gratuita enfocado a jóvenes locales sin recursos". El vestido más original elegido por la ministra de Igualdad conserva tras de sí muchas historias de superación. Moda española, ecológica y en conexión con mujeres de África.
En sus propias palabras: "G·LEM es un antes y un después en el mundo invitada. Es un sello accesible y con identidad propia, donde la estética africana está muy presente. Una firma con la que no sólo compras, sino que también das algo a cambio. Proyecto sostenible, con cabeza, humano y único en su especie". Y así es.