Cada imagen que publican Irene Montero (35 años) y Pablo Iglesias (44) en sus redes sociales está cargada de significado, de ideología y de mensajes. No sólo las que tienen que ver con su faceta profesional, también y muy especialmente las que se refieren a su esfera más íntima y privada. Aunque estas no son muy habituales, sí resultan útiles para adentrarse en la vida personal de la pareja con sus tres hijos, que son las estrellas de esas pequeñas pinceladas públicas de su privacidad.
A principios de abril, la ministra de Igualdad compartía un momento muy romántico en el que aparecía mirando embelesada a su pareja mientras él le dedicaba un tema del grupo de rock Marea. La foto fue muy comentada, sobre todo por algunos elementos que aparecían en ella, como el bolso del kit menstrual 'Mi regla, mis reglas' de la Generalitat de Catalunya y el Departamento de Igualdad y Feminismos de la Generalitat de Catalunya.
Algunos usuarios en Twitter confundieron la cremallera con restos de cierta sustancia estupefaciente. Más allá de eso, se veía por primera vez otra zona de su casa, un porche exterior donde el exvicepresidente del Gobierno aprovechaba para tocar la guitarra, una de sus pasiones. Ahora, unas imágenes compartidas por Irene en sus stories de Instagram permiten ahondar un poco más en la educación que reciben Leo, Manuel (4) y Aitana (3) y también en cómo es su tranquila vida familiar en su chalet de Madrid.
[Irene Montero, embelesada ante Pablo Iglesias y su guitarra: los detalles de su foto más romántica]
Las habitaciones más importantes de su hogar son las de sus tres hijos, donde los libros tienen una presencia muy importante. En sus estanterías conviven títulos sobre las emociones, la diversidad y la igualdad. Ahora acaban de añadir dos nuevos cuentos con un importante trasfondo. Uno de ellos es Bicho pelota, de Olga de Dios, una escritora e ilustradora vasca de mucho éxito. La propia Irene Montero lo define así: "Un maravilloso regalo para crecer libres, un cuento dedicado a todas las personas que deciden cómo quieren ser nombradas". Lo acompaña de la bandera LGTBIQ+, la bandera trans y un corazón morado símbolo del feminismo. A través de una sencilla historia sobre insectos, los niños pueden entender de una manera sencilla el libre desarrollo de su identidad.
En la misma línea está el segundo, La bici de Lola, de la catalana Alba Barbé i Serra (37). En este caso, el mensaje del cuento para la ministra es "otra maravilla para construir vidas libres de violencias". Ha sido un regalo del activista LGTBIQ Lucas Platero Méndez para los pequeños de la casa. Se trata de una historia que conecta con los recursos propios y colectivos de resiliencia, que anima a las pequeños a expresarse en caso de agresión, y a las personas adultas a escuchar y proteger. Es sabido que las agresiones sexuales son el caballo de batalla de las leyes de Montero y una de sus mayores preocupaciones.
Además de la lectura, los juegos eco y didácticos son importantes en la educación de los hijos de Montero e Iglesias. Hace unos meses, la líder de Unidas Podemos mostraba a uno de los mellizos jugando con circuito de canicas fabricado con bio plástico, es decir, sostenible. También fomentan su creatividad a través del dibujo y suelen pasar muchas tardes pintando tranquilamente en casa con sus acuarelas. Disponen de una mesa grande con varias sillas pequeñas, ajustadas a su tamaño, donde pueden dar rienda suelta a su arte. Con luz natural, ya que la casa dispone de amplios ventanales.
El exterior del inmueble también es propicio para jugar en plena naturaleza. Estos días, Irene ha mostrado una imagen de Aitana subida en un columpio que tienen colgado en uno de los árboles de la parcela y de fondo puede verse una bicicleta apoyada. Se trata de una sin pedales y ultraligera, ideal para niños entre 2 y cinco años de la marca Sawyer Bikes, que se vende en Amazon por 44,99 euros. Entre los beneficios que tienen este tipo de vehículos en comparación con los tradicionales con ruedines es que ayudan a conseguir el equilirio de forma natural y progresiva.
La ropa que suelen vestir los pequeños es sencilla, con guiño al feminismo en muchas ocasiones y low cost. Un ejemplo son las zapatillas que luce la niña en la citada imagen, perfectas para caminar cómodamente, de la marca Mishansha, con un precio de 31,44 euros. Las lleva con unas mallas de dibujitos de animales y un forro polar verde con lunares blancos, todo muy de batalla. El morado está muy presente en el armario de los niños, como en el de sus padres. También la filosofía genderless, no hay que olvidar aquella comentada foto en la que uno de los gemelos llevaba falda. Generalmente van todos vestidos de manera muy parecida con prendas cómodas e intercambiables.