Una boda es uno de los acontecimientos más emocionantes y felices en la vida de los contrayentes. No obstante, el enlace entre la socialité Tamara Falcó (41 años) y el empresario Íñigo Onieva (33) -que tendrá lugar el próximo 8 de julio en la finca El Rincón- se está encontrando con muchos escollos y problemas.
Se puede decir que desde que la hija de Isabel Preysler (71) anunciara, pletórica, su casamiento, el 22 de septiembre de 2022, los hechos han demostrado que su 'Sí, quiero' estaría gafado. La cronología de su boda no deja lugar a dudas, y los acontecimientos que se han producido corroboran esta especie de mala suerte que se cierne sobre la pareja.
El último problema al que se ha tenido que enfrentar la marquesa de Griñón ha visto la luz este martes, 16 de mayo de 2023. La firma bilbaína Sophie et Voilà, encargada de confeccionar su traje de novia, ha emitido un inesperado y drástico comunicado a los medios de comunicación, en el que informa de que se han visto obligados a rescindir el acuerdo contractual por el "incumplimiento" y las "exigencias" de Falcó.
De acuerdo a lo que se ha informado en la misiva, Tamara Falcó, en las visitas rutinarias para las pruebas del vestido, intentó, presuntamente, forzar a la marca vasca para que crease un diseño muy parecido al de otro diseñador o firma de alta costura, aunque con el sello de Sophie et Voilà. Sea como fuere, una aciaga y adversa situación que, en las últimas horas, Tamara ha desmentido de pleno en ¡HOLA!: "Es categóricamente falso que quisiera que copiaran un vestido".
Lo que es innegable es que la hija del desaparecido Carlos Falcó se ha visto envuelta, nuevamente, en un escándalo derivado del que se supone que será el día más importante de su vida. No es, ni mucho menos, la única traba o quebradero de cabeza que ha tenido que sortear la también colaboradora de televisión. En EL ESPAÑOL hacemos un repaso por los cuatro reveses que han deslucido su gran día.
1. La infidelidad de Íñigo
El 22 de septiembre, Tamara anunció feliz su compromiso con Íñigo Onieva. "Me siento la mujer más afortunada del planeta", posteó en sus redes, luciendo su impresionante anillo. A las pocas horas, comenzó a filtrarse un comprometedor vídeo en el que Onieva se besaba con otra mujer en un festival en Estados Unidos.
Ese fin de semana, aún juntos pese al comienzo del naufragio amoroso, Tamara e Íñigo acudieron a la boda de unos amigos. A la entrada, Onieva se marcó su famoso speech: "Es una lástima que siempre haya gente que quiera destrozar nuestra relación, he ido a ese lugar varias veces y esas imágenes son 2019". Al cabo de las horas, él le confesaría a Tamara que no, que había mentido: ese vídeo databa del pasado verano de 2022.
A los pocos días, en su gran reaparición pública, con motivo del octavo aniversario del grupo de arquitectos Kronos Homes, la marquesa concedió sus primeras palabras: "Es imposible que vuelva con él", "Estoy un poco en estado de shock, pero reconozco que estoy contenta de que haya salido ahora, porque yo creo que al final que si todas estas noticias hubieran salido estando casada, o peor, ya con familia y tal, ya es que habría sido terrible"
No obstante, el pasado mes de enero se obró el milagro, y la pareja decidió darse una segunda oportunidad y reactivar, así, sus planes de boda. "Hacer las paces ha sido un milagro navideño", explicó una fuente cercana a ambos.
2. Cambio de fecha
El 17 de junio de 2023 era la fecha inicial en la que Tamara e Íñigo se iban a dar el 'sí, quiero'. Sin embargo, el pasado mes de febrero los enamorados decidieron cambiar la fecha. Finalmente, la boda se celebrará el 8 de julio, tres semanas después de lo que habían previsto en un principio.
Uno de los motivos principales para este cambio fue que algunos miembros de la familia de la hija de Isabel Preysler tenían ya algunos compromisos profesionales cerrados para el 17 de junio, y se prefirió cambiar de fecha para poder contar con todos sus seres queridos en el día más importante de su vida. "Para nosotros es importante contar con nuestros seres queridos y algunos familiares no podían venir en la primera fecha planteada, por razones de causa mayor", explicó Tamara en ¡HOLA!
Entre esos seres queridos está Isabelle Junot (32). La hoy mujer de Álvaro Falcó (38) está embarazada de su primer hijo junto al marqués de Cubas. El alumbramiento está programado para mediados de junio, y ésa es otra de las razones por las que Tamara e Íñigo pospusieron su boda. Así lo reconoció la propia Isabelle en un acto público. "Supongo que a lo mejor influye un poco, y si es el caso estoy muy agradecida. Es verdad que era muy justo", manifestó Junot en el 75º aniversario de la colección Serpenti de Bvlgari.
3. Problemas en El Rincón
Tamara Falcó tuvo claro desde el principio que su boda debía celebrarse en la finca El Rincón, el palacio de ensueño del siglo XIX que heredó de su padre, Carlos Falcó. De este modo, Falcó descartó la Iglesia de Santa Bárbara y Los Jerónimos, en Madrid, porque en estos templos religiosos públicos era imposible guardar con recelo todos los movimientos previos al convite, en aras de una posible exclusiva en una revista del corazón.
Sin embargo, tal y como informó el periodista Jesús Manuel Ruiz, a día de hoy no es posible contraer matrimonio en capillas privadas. Tan sólo en capillas que dependan directamente de una parroquia. En ese punto, cabe matizar que la capilla de El Rincón no es una extensión de la Parroquia De San Pedro Apóstol, situada en la zona de Aldea del Fresno.
La única opción posible es a través de la dispensa para poder celebrar el matrimonio en la capilla El Rincón. Esta dispensa tiene que ser concedida por el Obispo de la Diócesis a la que pertenezca la Finca El Rincón. En este caso, pertenece a la Diócesis de Getafe. A la luz de los acontecimientos, todo hace indicar que Tamara e Íñigo han conseguido ese dispensa, o trámite, para festejar su boda en El Rincón.
4. Sin vestido de novia
En plena cuenta atrás para su boda con Íñigo Onieva, Tamara Falcó se ha visto de nuevo envuelta por la polémica. La firma encargada de diseñar su vestido de novia, Sophie et Voilà, ha anunciado a través de un contundente comunicado la rescisión de su acuerdo con la marquesa de Griñón para vestirla en el día más importante de su vida.
Acusando a la hija de Isabel Preysler de "incumplimiento de contrato", las diseñadoras de marca, Sofía Arribas y Saioa Goitia, explican que "nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño", dejando entrever que la socialité les habría pedido que se 'inspirasen' demasiado en los diseños nupciales de otras firmas; es decir, que copiasen un vestido ya existente.
Una ruptura inesperada a la que Tamara ha reaccionado en conversación exclusiva con la revista ¡HOLA! Afectada, y confesando que se ha enterado de la renuncia de Sophie et Voilà a diseñar su traje por los medios de comunicación, reconoce que "nunca pensé que llegaríamos a este punto". "De hecho estábamos trabajando, al menos por mi parte, en un entendimiento", ha apostillado Falcó.
Además, la marquesa "niega categóricamente" que pidiese a las diseñadoras que plagiasen un diseño ya existente: "Cómo voy a pedir que hagan algo así si soy la primera que me dedico a la moda". "Una cosa es la copia y otra el trabajo con inspiraciones. Un proceso creativo bebe de muchas fuentes de inspiración y lo que les trasladé fueron mis inspiraciones sin intención de que copiaran un diseño", se ha defendido.
"Me da mucha pena porque tenía que ser un momento súper especial e ilusionante de elegir el vestido y probármelo se había convertido en un conflicto lleno de momentos de tensión", ha contraatacado Tamara, asegurando que aunque el proceso "se había desvirtuado" nunca pensó que llegarían a esta ruptura.
Unas declaraciones en las que, confesando lo dolida que está, ha afirmado que Sophie et Voilà "me han dejado lo que se dice compuesta y sin vestido", y ahora tiene que empezar "todo desde cero" a sólo 54 días de su boda con Íñigo: "Es un problema", concluye.