Tamara Falcó (41 años) se prepara para un fin de semana especial. La antesala a su esperada boda con Íñigo Onieva (33). Este sábado, 22 de abril, la pareja celebrará su fiesta de compromiso en la casa de Isabel Preysler (72), situada en la urbanización de Puerta de Hierro, rodeados de sus familiares y entorno más cercano. El empresario confirmaba el día y el lugar hace semanas atrás, pero ahora la marquesa de Griñón ha desvelado mayores detalles.
Durante la tertulia de El Hormiguero, Tamara Falcó ha confirmado que será una celebración íntima y privada, a la que sólo acudirán 25 invitados y "los testigos". La socialité, además, ha explicado en qué consistirá el festejo: "Es una cena, en el que se harán discursos y habrá intercambios de regalos, de mi familia a él y de su familia a mí".
Aunque Tamara no ha dado nombres, a la fiesta se espera que asistan Carolina Molas (54), madre del novio, así como su abuela y sus hermanos, Alejandra (30) y Jaime Onieva. Se desconoce si su padre, que reside en México por motivos profesionales, podrá estar presente en uno de los días más especiales en la vida de su primogénito.
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En cuanto a la extensa familia de Tamara, además de la de Isabel Preysler parece segura la presencia de Ana Boyer (33) acompañada por Fernando Verdasco (39), y de sus hermanos por parte de padre Xandra (56) y Manolo Falcó (58), quien ejercerá de padrino en su enlace.
La marquesa de Griñón también ha dado a entender que durante la cena los Falcó Preysler podrían pronunciar algunas palabras. "En mi familia somos muy de discursos, mi hermano lo hace muy bien, mi hermana Xandra también, así que preparaos para la boda", le ha comentado a sus compañeros de la tertulia. "Lo que nos encanta un micro", ha añadido en tono de humor.
Sobre el momento joya, el más esperado de la pedida de mano, Tamara Falcó ha asegurado que, si bien es "súper bonito", ella está "súper agradecida" con la pieza que le regalaron y confiesa que no es necesario que la familia de Íñigo le entregue otro obsequio.
"Lo que quiero es que se conozcan las familias", ha confesado la hija de Isabel Preysler sorprendiendo a sus compañeros, quienes suponían que ambas partes ya mantenían relación. "No es que no se conozcan, pero apenas se han visto", ha aclarado Tamara.
Históricamente, la pedida de mano servía como la petición oficial de matrimonio por parte del novio a la novia en presencia de sus padres, quienes daban la bendición a la unión. Ahora, además de una tradición, se ha convertido en una ocasión única para que las familias de ambos se reúnan, se conozcan más y brinden por el amor y la felicidad de la pareja.
Dos meses y medio después, el 8 de julio, llegará el gran día. Tamara Falcó e Íñigo Onieva se darán el 'sí, quiero' en el palacio El Rincón. La marquesa de Griñón, según ella misma ha confirmado, vestirá un traje nupcial de la firma Sophie et Voilà. Será una boda religiosa con una fiesta posterior programada para la tarde.