Manuel Díaz 'El Cordobés' revela las primeras palabras que le dijo su padre el día de su reconciliación
EL ESPAÑOL ha sido testigo de la rueda de prensa del torero, en la que ha desvelado todos los detalles sobre el reencuentro con su progenitor.
21 febrero, 2023 13:12El 14 de febrero de 2023 quedará marcado como un día histórico en la prensa del corazón. La tarde de aquella jornada, Manuel Díaz 'El Cordobés' (54 años) dejaba constancia a través de sus redes sociales que se había reconciliado con su padre tras más de 50 años distanciados. El reencuentro se produjo meses antes, pero el diestro había querido disfrutarlo primero en la intimidad. Así lo ha desvelado él mismo este martes, 21 de febrero, en una extensa rueda de prensa de la que EL ESPAÑOL ha sido testigo.
A las 11 horas, Manuel Díaz llegaba al Espacio Zenit de Madrid, acompañado de su mujer, Virginia Troconis (43). Ella, vestida de blanco impoluto, se mantuvo en un segundo plano, atenta a cada palabra del torero. Él, emocionado, contaba su historia ante los medios de comunicación.
Manuel Díaz hizo un repaso desde su infancia hasta el día en el que se reencontró con su padre. El momento tuvo lugar en la finca de su progenitor y fue bastante íntimo. Además de él y Benítez, estuvieron Virginia Troconis y María de los Ángeles Quesada. Esta última, la actual pareja del veterano diestro y a quien Díaz cataloga como un "ángel". Ella, según ha confesado, ha sido una persona clave en la reconciliación.
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El torero ha guardado algunos detalles para la intimidad. No ha desvelado la fecha exacta en la que se produjo el reencuentro, pero sí ha confesado que el año pasado ya felicitaba a Benítez por el Día del Padre. Así, ha confirmado que la reconciliación tiene más tiempo de lo pensado.
En su primera reunión, Manuel Díaz se encontraba nervioso, pero muy atento a la frase que llevaba queriendo escuchar toda la vida. Benítez le dijo: "Hijo, todo llega, ya estamos aquí". Aquellas palabras y todo lo que ocurría a su alrededor se le clavaron dentro. "Yo me veía ahí con él, a su lado, tocándolo... ¿Sabes la sensación que es eso? Es increíble. No la había sentido en mi vida con nadie", ha contado el torero, quien recuerda aquella jornada como un recomenzar.
"En ese momento hemos nacido los dos. Todo lo demás ya no tiene sentido", ha asegurado Manuel Díaz, quien no guarda ningún tipo de rencor. Aunque el camino a la reconciliación fue arduo y en ocasiones doloroso, el torero admira profundamente a su progenitor. Sobre él dice que "es un ser humano muy especial", del que le impacta todo lo que transmite: "Es una persona que te atrapa. Yo siempre lo había admirado como torero, pero ese día estaba mirando a mi padre, por primera vez en mi vida. Era mío y lo tenía ahí para mí".
En aquel momento, Manuel Díaz no pudo evitar sentirse como un niño. Buscaba meterse debajo de su padre, que le acurrucara como nunca lo había hecho. "Quería guardar la compostura, pero tenía una fuerza dentro... Ponía la cabeza junto a su pecho. Yo no sé de dónde me estaba saliendo eso. Pero era una cosa que no podía frenar", ha recordado el diestro.
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La primera reunión duró horas. Sabían tanto él uno del otro que no fue difícil entablar conversación. "Se quedaba sorprendido de cómo yo podía conocer datos, fechas, momentos... pero lo más alucinante fue que me dijo: 'Oye, yo también sé muchas cosas de ti'. Y empezó a contarme cosas mías".
Desde aquel día mantienen una relación entrañable. Padre e hijo hablan constantemente, "sin reproches" ni "reclamos". "Yo cuando estoy con él no hablo del tiempo perdido. Hablo de tiempo ganado, porque mi máquina la he puesto a sumar en tiempo ganado", ha confesado Manuel, quien en su discurso también ha tenido bonitas palabras hacia su madre, su mujer y sus tres hijos. Alba (23), Manuel (18) y Triana (15) también conocen a su abuelo. "Hay una imagen que tengo grabada en mi mente y es la de los cuatro abrazados", ha contado el diestro.
Díaz ha asegurado que el reconocimiento por parte de su padre se produjo en privado. Y él quiso vivirlo así hasta que las circunstancias lo llevaron a compartirlo públicamente, con la prensa y con todos aquellos que le brindaron su apoyo desde el principio.
Fue el pasado 14 de febrero cuando se supo que padre e hijo están más cerca que nunca. Díaz lo anunció a través de sus redes sociales y más tarde, ambos protagonizaron su primera imagen pública: un emotivo abrazo que tuvo lugar en un homenaje a Benítez por sus 20 años como quinto califa del Toreo. Manuel y Virginia recibieron la invitación a este evento de parte del veterano diestro. "Mi padre me había dicho que quería que yo fuese. Y fui porque él estaba feliz y porque él quería decirle a todos que esto ya era real, que estábamos juntos", ha rememorado.
A Manuel Díaz no le gusta la palabra eclipsar, pero no ha encontrado mejor término para finalizar su discurso y dejar claro que lo que pasó el 14 de febrero en Córdoba fue histórico. Para él, para su familia y para aquellos que siguieron su lucha desde el primer momento. "Había dos cosas que no se podían eclipsar esa noche: la felicidad de mi padre y la verdad de mi madre", ha concluido el diestro, pletórico y agradecido.