Suele ser reservada con su vida privada, pero no le ha importado abrirse y mostrar algunos detalles de su intimidad, hasta ahora desconocidos. Durante unos minutos, Irene Montero (34 años) ha dejado a un lado su rol de ministra de Igualdad para hablar de sus aficiones, de su relación con Pablo Iglesias (44) y de la maternidad.
A diario, Irene Montero no solo se encarga de sus hijos y de su trabajo como ministra. Tal y como desvela en una entrevista con El Huffpost, en su rutina también entra la lectura del horóscopo. La política hace esta confesión en una sesión de manicura, una actividad ajena a sus tratamientos de belleza. La madrileña nunca lleva las uñas esmaltadas.
La estética, sin embargo, ha sido el escenario perfecto para mantener una charla distendida y poco convencional para una mujer de política. Más allá de su afición por el horóscopo, Irene Montero hace un repaso por algunos instantes inolvidables, a la vez que curiosos. Cuando le preguntan por el sitio dónde se dio su primer beso, responde: "En el colegio".
Aunque su infancia transcurrió en Madrid, en su caso, el pueblo de su familia también fue el escenario de muchas primeras veces y de algunas fiestas de las que guarda buenos recuerdos. La ministra de Igualdad confiesa que en su juventud era muy fiestera y que, en sus celebraciones no faltaban las canciones del dúo Sonia y Selena. "Siempre he sido muy doña perfecta de mis estudios. Pero cuando tenía cumplida la responsabilidad, pues a disfrutar", comenta.
Durante un momento de la entrevista, Irene Montero también da espacio a los sentimientos y hace referencia a la muerte de su padre. Su progenitor, recuerda, falleció de cáncer 20 días antes del nacimiento de sus mellizos, Leo (4) y Manuel (4). "Él sabía que iba a tener dos nietos, pero no les pudo conocer", dice.
La política también entra en temas del amor y desvela algunos detalles de su relación con Pablo Iglesias. "Teníamos amigos en común y le había conocido alguna vez en un acto de Izquierda Unida o de la Juve, pero nunca habíamos hablado. No me caía especialmente bien... Luego ya le conozco, de tener una cotidianidad, militando en Podemos", confiesa. Antes de que surgiera el romance, en 2015, fueron amigos y compañeros.
La exposición pública de su familia y su entorno es para Irene Montero lo más difícil de estar en política. En su caso, las redes sociales son un instrumento de trabajo y por ello son pocos los detalles que muestra de su vida privada. Sin embargo, dice que es consciente de que, en cierta forma, también tiene que dejar al descubierto su lado humano. Así, en alguna ocasión, la ministra de Igualdad ha colgado instantes compartidos con sus hijos, tal y como ocurrió el pasado 6 de enero, Día de Reyes.
A Irene Montero le cuesta definirse como madre y asegura que esa pregunta se la deberían hacer a sus hijos. Pero sí confirma que le encanta estar a su lado y pasar tiempo de calidad con ellos. "Me río muchísimo, me lo paso muy bien", dice.