El 11 de febrero de 2013, Telecinco estrenaba, nada más y nada menos, que su decimocuarta edición de Gran Hermano. Casi 13 años de éxitos cosechados que se materializaron hasta entonces en 14 ediciones: a cual más loca, a cual más divertida. Continuaba la época dorada del reality que durante dos décadas fue el niño mimamo de la cadena grande de Mediaset España.
Entre sus concursantes, los gemelos sevillanos Gonzalo (30 años) y Carlos Montoya (30), Kristian Gómez (37), al que cariñosamente todo el mundo conocía como El Pelocho por su voluminosa melena tipo afro o la que fuera su pareja, la odontóloga canaria Sonia Walls (35), que acabó detestando el programa y llevando a los tribunales a algunos colaboradores.
Como tercera finalista, Desiré Rodríguez (28) -después reconvertida en actriz de Los Javis y en concursante de Supervivientes-, la flamante ganadora Susana Molina (32) -hoy una de las influencers más seguidas y respetadas de España- y el guipuzcoano Igor Basurko (37). Pero ¿qué fue Igor, el concursante al que condenaron a prisión por robar dinero a sus conquistas?
Tras su salida de Gran Hermano, este ex jugador de hockey profesional acaparó un sinfín de titulares en los medios de comunicación a causa de los problemas judiciales que le generaron su adicción al juego. Varias sentencias lo condenaron a prisión por robar datos bancarios a su pareja y a otras de sus conquistas a las que en primer lugar enamoraba y a continuación, supuestamente, sustraía cantidades cercanas a los 3.000 euros de sus tarjetas bancarias para invertirlas en juegos y apuestas online.
"Es una parte de mi vida que no recuerdo prácticamente nunca. Es parte de mi pasado, como el que muchos tendrán. Considero muy rastrero hacerlo público de esta manera, señalando con el dedo a alguien en la prensa", expresaba el vasco en declaraciones a Bluper en 2016.
También habló sobre su enfermedad en el blog de Kiko Hernández (46). "Os aseguro que esta adicción es tan mala como las otras, y probablemente las que son menos conocidas, son las más difíciles porque son la peor vistas por la gente, las que nadie entiende".
Por aquel entonces, el exconcursante mostraba su interés por enrolarse en la quinta edición GH VIP -junto al casting capitaneado por Aída Nizar (47), Daniela Blume (37) o Alyson Eckmann (31)- para poder limpiar su imagen y demostrar que había dejado atrás la ludopatía. "No me motiva el dinero, sino cambiar mi imagen", afirmó.
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Sin embargo, a finales de 2020, el tertuliano Kiko Hernández desvelaba haber recibido un mensaje anónimo que acusaba a Basurko de haberle estafado 180 euros: "Le compré una Thermomix a través de Facebook por 180 euros. Le realicé un pago por Bizum y él, supuestamente, lo envió, pero no ha llegado. Entonces intenté mantener conversación con él, pero no da señales de vida", escribía la víctima, que además tomó medidas legales contra el exconcursante.
Su paso por OnlyFans
Desde que aquellas noticias estallasen, poco se ha sabido de la vida del exconcursante de Gran Hermano. Lo último noticiable, y que él mismo se encargó de publicar a través de sus redes sociales -hoy absolutamente eliminadas-, es que se abrió, en la primavera de 2021, una cuenta de OnlyFans.
Se trata de un servicio donde sus creadores de contenido pueden obtener ingresos a partir de los usuarios suscritos a su perfil. Los usuarios ganan fondos directamente de sus fans con una suscripción mensual, pago único o pago por visión.
El que fuera segundo clasificado de la decimocuarta edición del reality, que en su día acaparó muchos comentarios por sus despertares en calzoncillos en la casa de Guadalix de la Sierra, compartía una foto en Twitter en la que aparecía en ropa interior. "¿Y si nos hacemos un #onlyfans y os quitáis la duda que había en Gran Hermano?", escribía.
Sin ningún tipo de prejuicios y mirando sobre todo por su negocio, Basurko no sólo ganaba dinero a través de las suscripciones a su cuenta de OnlyFans, sino que también vendía fotos y vídeos de alto contenido sexual y se le podían hacer pagos por Bizum.