Desy Rodríguez (35 años), exconcursante de Gran Hermano 14 y actriz de la serie Veneno, ha tomado la que es, sin lugar a dudas, la decisión más importante de su vida. La sevillana que irrumpiera en el famoso programa de convivencia de Telecinco y llegase a la vida de todos hace ya casi ocho años va a adoptar un niño junto a su pareja, Luciano Ortiz (36), con quien también pasará por el altar.
Hace algo más de un año que Desy encontró el amor en los brazos de este hombre, con quien comparte su día a día en la localidad malagueña de Torremolinos y con el que tiene planes de convertirse en madre. "Quiero adoptar un niño para que al menos una criaturita en el mundo no pase por la infancia que pasé yo", desvela en exclusiva a JALEOS de EL ESPAÑOL la exconcursante de realities.
"Yo sufrí abusos sexuales de mi hermano mayor con esquizofrenia desde los cuatro hasta los 11 años. Mi madre me apuñaló siendo una niña. Me manipuló para que mintiera en el hospital y dijera que me había caído en el cuarto de las herramientas de mi padre. He vivido miedo en casa desde pequeña: depresión, problemas por mi peso, malos tratos... ", declaró hace algunos meses en una entrevista para este medio.
Aunque ahora Desy ha perdonado y lo exclama sin rencor. "He perdonado a mi madre y a mis hermanos todo lo que me hicieron durante tantos años, pero no olvido. No quiero cometer sus errores ni quiero que compartan mi felicidad y plenitud ahora mismo", apunta con emoción contenida.
Desy Rodríguez creía que su destino estaba escrito simplemente por ser una mujer transgénero. Nada más lejos de la realidad. "Yo ya creía que me iba a morir sola y rodeada de gatos. Jamás pensé que sentiría el amor de verdad ya que como mujer transexual todo es aún más difícil. Pero Luciano, mi pareja, me hace ser mejor persona, me anima a soñar y a querer superarme personal y laboralmente todos los días. Me ayuda también con mis redes sociales y estamos haciendo nuestra casa poco a poco. Nos casamos el 25 de septiembre y hemos empezado el proceso para la adopción de un niño", confiesa a este diario.
Desy Rodríguez está feliz, acaba de concluir una etapa laboral de éxito como actriz bajo las órdenes de Javier Calvo (29) y Javier Ambrossi (36) en la serie Veneno y en el ámbito personal, sonríe junto a su razón de amor. "Me siento tan feliz y completa junto a mi pareja... que se me ha despertado el instinto maternal. En España los trámites para la adopción son lentos y complicados, por eso hemos decidido dar el paso ahora, porque sabemos que tardará bastante", señala.
Y prosigue: "Siempre hemos visto que a las mujeres transexuales nos chulean y nos dejan tiradas. La mayoría no creemos en el amor, pero fíjate, cuando menos lo esperaba... ¡Zas! Llegó alguien que cambió mis pensamientos y también mi existencia. Nunca hay que dejar de soñar porque la vida siempre te sorprende y cada persona tiene por destino el amor de su vida, solo tiene que dejarse arrollar por lo que siente sin miedo a descarrilar".
"La vida de una mujer transexual es dura", afirma la andaluza, "pero si no hubiera gente tan mala, empezando por nuestras propias familias, no seria igual. Hay que apoyar, comprender y querer a los niños porque son el futuro. Yo, por suerte, puedo elegir cómo llevar mi vida, pero todavía existen chicos y chicas que no".
Y concluye: "No podemos permitir que las leyes nos den la espalda todavía hoy. No podemos permitir que niños y niñas o adolescentes sigan suicidándose o que tengamos que luchar por un puesto de trabajo por muy preparados que estemos. No podemos permitir que muramos y no investiguen. Ni tras la muerte nos respetan".
Desy Rodríguez es una mujer hecha a sí misma que ha luchado y sigue peleando día a día por que se reconozcan sus derechos sociales y también sus oportunidades en el mercado laboral. Creció y trabajó en su tierra, Sevilla. Luego se fue a Italia, donde ejerció de estilista y peluquera y después a León. Allí trabajó como personal de servicio en una fincar donde incluso cuidaba de los animales.
Antes de que Los Javis la contratasen para encarnar a la versión joven de Paca La Piraña, la mejor amiga de Cristina Ortiz La Veneno, era responsable de un centro de mayores. Su sueño ahora, además de casarse y ser madre, es seguir formándose y labrarse una carrera como actriz.
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