El 19 de enero de 2022, la vida del exduque de Palma, Iñaki Urdangarin (54 años), por entonces marido de la infanta Cristina (56), dio un giro de 180 grados cuando una revista del corazón publicó unas imágenes suyas paseando por la playa de Bidart, de la mano, con otra mujer que no era la Infanta.
Todo un escándalo mediático y social que zarandeó a todos los miembros de la Familia Real, amén de desembocar en el comunicado con el que Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin anunciaban la "interrupción de la relación matrimonial". Entonces, sin remisión, todos los focos se cernían sobre un nombre de mujer, Ainhoa Armentia Acedo (43), la nueva ilusión sentimental del mítico baloncestista.
De aquel tsunami han pasado más de cinco meses, y ambos se enfrentan a su primer verano como pareja. No correrían buenos tiempos para ellos, a tenor de los rumores de ruptura que circulan por algunos medios de comunicación, y que EL ESPAÑOL no ha podido desmentir. Antes al contrario; las fuentes consultadas arrojan luz sobre un "claro distanciamiento".
De momento, se habla de un alejamiento meramente físico. Iñaki y Ainhoa han comenzado el verano por separado, cada cual atendiendo sus obligaciones familiares. "Hace tiempo que por Vitoria no se los ve juntos. Tiempo te digo de meses. Antes él venía en coche y la recogía del bufete, pero ahora no", apunta una voz cualificada. La pareja no desea ser vista en público, cuando antes "hacían una vida muy normal".
Otra fuente sostiene que, simplemente, "ya no hay tantas cámaras siguiéndoles y no tienen tanto acoso como antes. Están bien, a su aire". Una tercera persona telefoneada, experta en cuestiones de la Familia Real, subraya: "Hay que analizar bien los movimientos. Desde que él se reunió por última vez con Cristina en Barcelona, no hubo más fotos con Ainhoa y sí se volcó Iñaki como padre".
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Sobre los planes de verano, Urdangarin ha viajado en solitario con dos de sus hijos -Pablo y Miguel-, porque Ainhoa todavía no ha sido presentada oficialmente. Este periódico ha podido confirmar, además, que la pareja no está viviendo aún en la casa que, como adelantó EL ESPAÑOL, alquilaron, y dieron señal, en una de las urbanizaciones más selectas de la ciudad de Vitoria.
"Cada uno vive con su familia, aún nada", se confía a este medio. El hecho de no vivir juntos de momento sería una decisión que tomaron Iñaki y Ainhoa de forma conjunta: hacer las cosas poco a poco, gradualmente y con calma. No es el momento de dar ese gran paso. Ella, por sus hijos, de edades complicadas; él, principalmente por su madre, Claire.
"Ella va a respetar todo lo que haga su hijo, como siempre ha hecho, pero sus tiempos no son los mismos que los de Iñaki. También es verdad que, pese a estar bien de salud, tiene 86 años y existe la preocupación lógica. Iñaki está muy apegado a ella", se deslizó hace un tiempo a este medio.
En lo que respecta a los divorcios de ambos, se hace constar que Ainhoa ya es una mujer libre, mientras que Iñaki y Cristina aún no han cerrado su etapa matrimonial. Sobre la posible salida profesional de Iñaki -tras abandonar el despacho de abogados Imaz & Asesores-, mucho se ha especulado y nada parece claro al respecto.
EL ESPAÑOL ya desmintió hace meses que el exduque vaya a trabajar en el Barça y asentar su residencia en Barcelona: "No es cierto. Iñaki no se irá de Vitoria. En eso no hay vuelta. Él seguirá viviendo aquí".
En esa línea laboral, Vanitatis arrojó luz hace unas semanas sobre un hipotético escenario para Iñaki. Su hermano, Mikel, dirige desde hace años un club deportivo en Vitoria, Fundación Estadio, y allí podría trabajar como entrenador. "Ha tenido ofertas en firme. Es una opción que no descarta, aunque preferiría otra cosa por aquello de que no piensen que es un enchufado", informa a EL ESPAÑOL la fuente consultada en Vitoria.
El día que todo cambió
El miércoles 19 de enero de 2022 siempre será un día marcado en el calendario personal de la familia de Urdangarin y de Borbón. La revista Lecturas publicaba unas imágenes donde se veía al exduque de Palma paseando por una playa de Hossegor junto a una mujer a la que pocas horas después se podía identificar con nombre y apellidos.
Ella era Ainhoa Armentia, una compañera de trabajo en el bufete Imaz & Asesores, donde Iñaki Urdangarin empezó a trabajar en el mes de marzo tras su paso por la cárcel de Brieva y de Nanclares de la Oca. Armentia era una mujer casada y madre de dos hijos.
Tal y como pudo saber EL ESPAÑOL, la hermana del rey Felipe VI (54) "lo sabe desde después de verano. De hecho, el pasado mes de septiembre fue lo que ella misma ha llamado el peor momento de su vida". Según explicó una de las mejores amigas de la exduquesa de Palma a este periódico, "a la infanta se lo contó su propio marido. Fue él quien se lo contó a ella y a sus cuatro hijos".