Un mes después de las fotografías de Iñaki Urdangarin (54 años) paseando de la mano con una mujer que respondía al nombre de Ainhoa Armentia (43), se han hecho públicas nuevas imágenes que confirman, sin género de duda, que su relación se está consolidando.
Han pasado cerca de 40 días desde que se conoció la noticia que hizo saltar por los aires el matrimonio del exjugador de balonmano y la infanta Cristina (56) -con comunicado oficial incluido-, y ya el exduque de Palma y su nueva compañera de vida -y de trabajo- no se esconden.
El pasado miércoles 23 de febrero de 2022, una revista del corazón desvelaba las 'citas' de la flamante pareja en clases de yoga. En efecto, hacen vida de pareja a todas luces. Ella, por su parte, compagina esta nueva etapa sentimental con su vida familiar. Este mes de febrero se la vio junto a su todavía marido, Manuel Ruiz, asistiendo a un partido de fútbol en el que jugaba su hijo menor, de 13 años.
EL ESPAÑOL conoce cómo es la relación del todavía matrimonio, en qué punto se encuentra el proceso de divorcio y qué pasará con la casa conyugal que adquirieron en 2016, en pleno centro de Vitoria. Tal y como se ha publicado, tras el estallido de las imágenes de marras, y con el afán de proteger a su familia del tsunami informativo, Ainhoa abandonó la casa familiar.
Se instaló en el hogar de su padre -sus padres están separados desde hace años-, un refugio más tranquilo y alejado de los avezados periodistas. En casa, se quedaron su marido y sus dos hijos. Era lo mejor, a la espera de que amainase la presión mediática y mientras encajaban, aceptaban y gestionaban los cambios que se avecinaban.
Vinieron días complicados, en los que Manuel, el marido de Ainhoa, tuvo que darse de baja de su trabajo en el concesionario Mercedes-Benz de Vitoria. El matrimonio habló en su tiempo y Armentia fue clara: estaba enamorada de Iñaki y se inició el proceso de divorcio. "Para él fue un impacto grande todo eso. Lo que pasa en una casa sólo lo saben los que viven en ella, pero hasta dos días antes de las fotos, Manuel no sabía nada", informa quien bien lo sabe.
Ainhoa y su marido han hecho en estas semanas un ímprobo esfuerzo por el bienestar de sus hijos. Por ellos, todo. Hasta recuperar la cordialidad. Acordaron que Manuel continúe viviendo en la casa conyugal junto a sus hijos, aunque de forma "temporal". Pasado un tiempo, será Ainhoa quien regrese a su casa, al lado de sus hijos. Su marido buscará otra vivienda en Vitoria, según la información que llega a este medio a través de dos fuentes.
La relación entre ellos, pese a que el divorcio "sigue adelante", es "bastante mejor ahora". Los trámites de la separación no supondrán ningún problema, ni mucho menos la custodia de los hijos. Ambos tienen claro que su vida, aunque por separado, seguirá en Vitoria. Tampoco duda de ello Iñaki Urdangarin. Mucho se ha hablado de que el exduque de Palma podría, una vez alcanzada la libertad condicional, irse de Vitoria y de España.
Según los datos que maneja EL ESPAÑOL, nada cambiará. Al menos, "por el momento". Iñaki continuará viviendo en casa de su madre, Claire Liebaert Courtain. Así pues, la flamante pareja hará vida en el mismo sitio de siempre. Eso sí, "no se contempla" que vivan bajo el mismo techo. Cuando llegue la ansiada libertad, ya se andará.
Según ha publicado El diario vasco, el exduque obtendrá la ansiada libertad entre este febrero presente y el mes de marzo, al superar tres cuartas partes de su condena. Ante esto, se abre un novedoso horizonte en su vida. "Tiene muchas ganas de saberse libre y dejar atrás todo, pero tampoco va a hacer grandes cambios en su vida", se confía a este medio. Eso sí, ofertas laborales no le van a faltar.
De hecho, tal y como apunta la periodista Pilar Eyre (70), le han propuesto escribir sus memorias, por las que le han ofrecido "medio millón de euros". Hasta donde conoce este periódico, Iñaki ha dicho no a esta oferta y ha dejado claro que tampoco concederá entrevistas. Mucho menos hablando de su familia ni de la Corona.
También tendría sobre la mesa dar clases de balonmano en el extranjero, donde hay quien ubica su residencia en un futuro no muy lejano. "Yo por eso no apuesto nada. Él está feliz en Vitoria, con su madre, y no ha dicho nada de irse. Entre otras cosas, por su madre, a la que está muy unido, y sus hermanos", hace constar la fuente contactada. Y añade: "Iñaki no es un hombre que necesite mucho para vivir".
No esconde su pasión por el balonmano, ese deporte que tanto le dio -y que sigue fervientemente-, aunque ya se ve realizado a través de su hijo Pablo (21), el segundogénito de Iñaki y la infanta Cristina: "Siente un gran orgullo por él y ha sido su principal maestro".
[Más información: El precio de las 'citas' de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia en la escuela de yoga de Vitoria]
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