Amelia Bono (41 años) ha sido noticia esta semana por las informaciones que apuntaban a un posible embarazo. Lejos de no querer dar declaraciones el respecto, la hija del expresidente de la Junta de Castilla-La Mancha José Bono (71) respondió con rotundidad y desmintiendo los rumores. Lo hizo mediante un vídeo en el que se explicó ampliamente, y en el que aparecía con un conjunto deportivo que dejaba a la vista su vientre plano y sus abdominales. Su cuerpo, precisamente, ha sufrido notables cambios en los últimos años, al igual que su rostro, que de forma sutil se ha perfilado y afinado con el paso del tiempo.
La transformación facial de la hermana del jinete José Bono Jr. (38) es consecuencia de la evolución natural y de la sana alimentación que mantiene. Sin embargo, según fuentes expertas, también podría haber recurrido a la siempre aliada medicina estética para mejorar algunos aspectos de su tez.
El doctor Miguel De la Peña, director médico de Clínicas Diego de León, advierte cambios notables en el rostro de Amelia Bono que podrían responder tanto a tratamientos de medicina estética como intervenciones de cirugía estética menor.
El especialista observa las fotografías del antes y el después de la empresaria y aprecia a primera vista modificaciones en la zona de sus ojos: "En el tercio superior lo que más llama la atención es su mirada. Podría haberse realizado una blefaroplastia completa, es decir, la cirugía estética menor para corregir el párpado encapotado -cuando el párpado fijo reposa considerablemente sobre el párpado móvil-. Esta intervención quirúrgica también le habría servido para combatir las bolsas que se acumulaban en la zona de las ojeras. Ahora los ojos parecen incluso más grandes y la mirada muy despejada. Le habría costado unos 3.000 euros", apunta el experto.
También sus mejillas denotan un cambio a mejor que no pasa desapercibido para el médico: "Respecto al tercio medio, podría haber recurrido al efecto contouring para reposicionar el volumen de los pómulos. Con el paso del tiempo y la pérdida de peso, los pómulos tienden a caer. De ahí que hubiese podido decantarse por proyectarlos, definirlos y aportarles volumen con microinfiltraciones de ácido hialurónico. Le habría costado unos 650 euros".
Una de las zonas en las que más se aprecia el transcurso de los años es el surco nasogeniano, las dos líneas que van desde ambos extremos inferiores de la nariz a las comisuras de los labios; por lo que Amelia habría decidido retocar esta parte. "Ahora están más suavizadas y menos perceptibles, por lo que también se las podría haber tratado con infiltraciones de ácido hialurónico. Le habría costado unos 350 euros", detalla De la Peña.
Gracias a esa misma técnica de pequeñas inyecciones, la bella Bono podría haber hidratado sus labios para darles una forma más atractiva: "Habría rediseñado sus labios. Ahora se manifiestan más delineados y con volumen muy sutil. Le habría costado unos 450 euros", según palabras del doctor.
De la Peña ha detectado, a su vez, otra posible cirugía en la zona inferior de las mejillas, concretamente podría tratarse de una bichectomía, la cirugía menor para extraer las bolas de bichat, que son los dos cúmulos de grasa que se acumulan a ambos lados de la cara. Tal y como revela el experto: "Esta alteración se emplea para estilizar y adelgazar el rostro hasta conseguir la forma más deseada en la actualidad por todos los pacientes, que es la pirámide invertida. Le habría costado unos 1.100 euros".
El médico estético al que más acuden los famosos televisivos también advierte que el óvalo facial de Amelia ha ganado en firmeza y definición en estos años: "Podría hacerse una vez al año el famoso lifting sin cirugía, a base de Thermage, la radiofrecuencia más potente del universo beauty. Sus ondas electromagnéticas penetran en la piel hasta impactar en el tejido subcutáneo para estimular el colágeno y la elastina. Después de este proceso la piel queda tersa, reafirmada, tonificada, como si te hubieses hecho un lifting pero sin pasar por el quirófano. Le habría costado unos 1.600 euros".
Todos estos pequeños retoques brillan porque la hija del exministro de Defensa sabe cuidar su dermis a la perfección, algo que también podría hacer gracias a los tratamientos de belleza más avanzados. "Para mantener la piel a raya recurriría al efecto Glowy Skin, que combina regeneración 360 de la piel con dermapen y cóctel personalizado de vitaminas para hidratar y aportar luminosidad. Le habría costado unos 500 euros", apunta el experto.
La realidad es que las mejoras en su rostro son muy sutiles, pero han conseguido que luzca una faz perfecta que potencia aún más con su imperturbable sonrisa. La empresaria ha vivido un último año muy convulso -con su separación de Manuel Martos (43) tras 13 años de matrimonio, y tras romper su breve relación con Fernando Ligués el pasado otoño-, pero Amelia sigue aprovechando cada instante al máximo, planeando idílicos viajes y teniendo siempre el apoyo fiel de su familia y amigos.
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