Este miércoles 23 de febrero, Alba Santana (37 años), la hija de Mila Ximénez de Cisneros y Manolo Santana, ha intervenido, de forma sorpresiva, en el programa Sálvame para aclarar algunas informaciones que han visto la luz en los medios sobre la herencia que ha recibido de sus progenitores.
Hace unos días, una revista del corazón desvelaba que Alba había percibido tres millones de euros por parte de su madre, y "nada" en lo que respecta al legado de su padre, Santana. Una información que ella ha querido desmentir en directo, al tiempo que ha confesado la inquietud que le produce que se esté perturbando su intimidad en Holanda.
"Estoy un poco nerviosa, espero que entendáis por qué llamo. Desde que nací, soy una persona que he salido en la prensa por los padres que he tenido. Es un orgullo para mí y, por tanto, he intentado ser amable. Llevo viviendo 15 años en Holanda. Normalmente, se me ha respetado y he vivido con una cierta intimidad, sobre todo para mis hijos. En las últimas semanas ya no sé cómo manejarlo. Cuando fallecen mis padres, hablo amablemente con la prensa, pero en las últimas semanas ha venido prensa aquí a Honlanda. Me crea mucha ansiedad porque quieren saber dónde vivo", ha comenzado su explicación, entre el dolor y la emoción.
Y añade, sobre la portada de la revista donde se aborda la herencia de sus padres: "La semana pasada me encuentro con la portada. Para mí, era un medio amigo y que tenía mi número de teléfono. No son verdad esas noticias. Ni mi padre me deshereda ni mi madre me deja ese dinero. Tengo la impresión de que la semana que viene pueda ser otra cosa... Entonces quiero decir aquí públicamente, sin cobrar nada, que no tengo intención de hablar. Se me ha ido de las manos y no sé cómo gestionarlo. Que me dejen un poco en paz. Quiero intimidad y me gustaría que me respetaran".
Sostiene Alba Santana que a raíz de la publicación de este medio, no para de recibir llamadas de su entorno: "No quiero entrar, pero podrían haberlo consultado. A raíz de esa portada, no paro de recibir llamadas. Tampoco me gustó que dijeran que mi padre no me había dejado nada. Entiendo que las revistas quieran hacer su trabajo, pero todo se remueve mucho. Aquí en Holanda me gustaría vivir con intimidad, por mis hijos. Como hacía mi madre. Mucha gente se ha hecho eco. Tengo muchas llamadas de gente que quiere que dé declaraciones".
Entiende la hija de Mila y Manolo que la herencia es algo demasiado "íntimo" para que se publique en los medios: "Porque me parece que es algo tan íntimo lo que le deja un padre a una hija... me duele que se especule. Me duele, porque parece que no me deja nada porque no me quiere. Tenía una relación distinta con ellos, pero los quería mucho a los dos".
En este punto de la intervención telefónica, Alba confiesa, embargada por la emoción, cómo extraña a su madre en el día a día: "Los echo mucho de menos. Con mi padre es distinto porque tenía menos relación. Con mi madre tenía una relación muy a diario. Sé que tengo que tirar hacia adelante por mis hijos. Mi madre me enseñó a vivir la vida intensamente y tengo que salir adelante, pero la echo de menos. Me cuesta que nunca más la voy a volver a ver. Lo consultaba todo con ella, y me importaba mucho su opinión".
Eran madre e hija, pero también amigas y confidentes, como expresa Alba este miércoles en Telecinco: "Me cuesta mucho aceptar que no está. Lo peor que llevo es saber que no la voy a volver a ver. Me pongo muchas veces los vídeos y audios de mi madre porque me gusta mucho escuchar su voz". Y remacha su intervención: "Quiero estar bien, no me reconozco cuando estoy así, tan mal, tan baja. No me reconozco. Voy a intentar estar bien, que es lo que ella hubiera querido".
El 11 de diciembre de 2021 la vida le dio un nuevo revés a Alba Santana con el fallecimiento de su padre, Manolo Santana, a los 83 años de edad. Seis meses atrás, el 23 de junio, su madre, Mila Ximénez de Cisneros, perdía la vida a causa del cáncer de pulmón que padecía.
Alba vio, pues, cómo la muerte le arrebataba a sus padres en un tramo muy corto de tiempo. Así las cosas, 2021 será por siempre el peor año de su vida. Estará tristemente marcado en rojo en su calendario. Con todo el dolor y la honda pena, Alba Santana viajó de Ámsterdam para darle, como hizo con su progenitora, el último adiós a su padre, pese a que la relación entre ellos era inexistente en los últimos años.
Su tranquila vida en Holanda
Alba Santana lleva 15 años viviendo en Holanda junto a su marido y sus hijos. Tenía 20 años cuando se topó con un joven israelí que cambiaría su vida de arriba abajo (para bien). Es la única relación sentimental que se le conoce, debido a la poca información personal que existe sobre ella.
Pero no hay duda de que cuando el empresario Aviv Miron llegó a su corazón lo hizo para quedarse. La bella pareja se dio el 'sí, quiero' en junio de 2006, cuando Alba apenas había cumplido los 22 años. El enlace se llevó a cabo por el rito judío. La boda tuvo lugar en Marbella y acudieron sus padres pese a que no habían tenido ninguna relación desde que se separaron.
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