El 11 de diciembre de 2021 la vida le dio un nuevo revés a Alba Santana (37 años) con el fallecimiento de su padre, Manolo Santana, a los 83 años de edad. Seis meses atrás, el 23 de junio, su madre, Mila Ximénez de Cisneros, perdía la vida a causa del cáncer de pulmón que padecía.
Alba vio, pues, cómo la muerte le arrebataba a sus padres en un tramo muy corto de tiempo. Así las cosas, 2021 será por siempre el peor año de su vida. Estará tristemente marcado en rojo en su calendario. Con todo el dolor y la honda pena, Alba Santana viajó de Ámsterdam para darle, como hizo con su progenitora, el último adiós a su padre, pese a que la relación entre ellos era inexistente en los últimos años.
En ese duro escenario, las diferencias se diluyeron, y para ella solo quedó el papel de padre y los momentos felices. Arropada por su hermana Beatriz Santana, Alba se despidió de su padre en la Caja Mágica de Madrid y volvió a poner rumbo a Ámsterdam para reunirse con sus hijos y su marido, Aviv Miron. EL ESPAÑOL conoce detalles de cómo ha pasado la adorada hija de Mila Ximénez su Navidad más triste y desoladora.
Según la información que se desliza a este periódico, Alba ha pasado estas fechas tan señaladas en su casa de Ámsterdam, junto a sus hijos y su esposo. Como no podía ser de otro modo, los ánimos no estaban para celebraciones, pero ella y Aviv, su pilar y bastón fundamental en estos momentos, decidieron festejar únicamente por sus hijos, Alexander (14) y Victoria (8). "Han sido las fiestas más duras para ella, pero tenía una razón de peso para celebrar y eran sus hijos. No quería que notaran más tristeza en días tan especiales", señala alguien cercano y muy querido por Alba.
Se engalanó la casa de Navidad, se impostó alegría e ilusión y los niños pasaron, pese a todo, unos días de ensueño y magia. En estas semanas tan especiales, donde se incide sobremanera en la unión familiar, se explica que Alba ha sentido un especial apoyo en la figura de sus suegros: "Los padres de Aviv han sido como unos segundos padres para ella y han ejercido de abuelos en los momentos más duros en los que Alba necesitaba intimidad". La relación de Alba con ellos es estupenda desde el mismo momento en que se conocieron.
Con respecto a los pequeños, se asegura que han sido conscientes e informados convenientemente de la pérdida de su abuela Mila. "Para ellos, Mila siempre será esa abuela que venía de visita y revolucionaba la casa porque se ponía al nivel de ellos a jugar y aquello era una locura", explica uno de los informantes consultados. Cierto es que en los últimos tiempos, desde la llegada de la pandemia, las visitas de Mila Ximénez a Ámsterdam fueron inexistentes.
Los hijos de Alba se acostumbraron a hablar por teléfono y videollamada con ella. Eso sí, la figura de Mila "está muy presente" en su día a día. De eso se encarga su madre, Alba, quien les cuenta anécdotas y les pone vídeos y enseña fotos para que recuerden. En otro orden de cosas, Alba conserva buenas amistades en España, pero sus visitas van a espaciarse durante un tiempo, mientras cicatrice su dolor: "Sobre todo, Madrid le trae muchos recuerdos de su madre y es muy difícil para ella".
Principalmente, la razón de sus viajes en los últimos años era visitar y estar con su madre, por lo que ya no le encuentra el mismo sentido a desplazarse. Renglón aparte merece su marido, Aviv. Tanto en la pérdida de Mila como en la de Manolo Santana, hubo quien destacó especialmente la ausencia del marido de Alba, quien optaba por quedarse al cuidado de sus hijos. "Es un hombre al que no le gusta nada la exposición pública ni salir en ningún lado", se hizo llegar a EL ESPAÑOL el pasado diciembre.
Alba tenía 20 años cuando se topó con un joven israelí que cambiaría su vida de arriba abajo (para bien). Es la única relación sentimental que se le conoce, debido a la poca información personal que existe sobre ella. Pero no hay duda de que cuando el empresario Aviv Miron llegó a su corazón lo hizo para quedarse. La bella pareja se dio el 'sí, quiero' en junio de 2006, cuando Alba apenas había cumplido los 22 años. El enlace se llevó a cabo por el rito judío. La boda tuvo lugar en Marbella y acudieron sus padres pese a que no habían tenido ninguna relación desde que se separaron.
Alba y su relación con su hermana Beatriz
Durante el último adiós que le brindó Alba a su padre, Manolo Santana, el 13 de diciembre de 2021 en Madrid, se pudo comprobar la estrecha relación que existe entre ella y una de sus hermanas, Beatriz, nacida durante el primer matrimonio de su padre con María Fernanda González-Dopeso. Se explicó en su momento a este periódico que Alba Santana "siempre ha tenido una relación estupenda con todos sus hermanos, nunca ha sido de otro modo. Es verdad que ha habido etapas de todo tipo, cada uno tiene su vida y demás, pero el contacto no se ha perdido".
Se subrayó el pasado diciembre que la relación entre Alba y Beatriz ha sido "especialmente estrecha". Nunca olvidará Alba cómo Beatriz y su madre, María Fernanda, la arroparon cuando su madre, Mila Ximénez, falleció. Estuvieron antes, durante y después. En esa línea, se explicó que Beatriz "ha viajado con frecuencia a Ámsterdam y han pasado varias temporadas con los niños".
Ya lo dijo Mila Ximénez en vida: antes de la llegada de Claudia Rodríguez a la vida de Manolo Santana "todos los hermanos se veían y se trataban". Si bien siempre han mantenido el contacto, informaba quien bien lo sabe que su relación se estrechó cuando Mila Ximénez y María Fernanda González-Dopeso se conocieron y se contaron sus vivencias.
[Más información: El dolor de Alba Santana, la única hija de Mila Ximénez: su mayor apoyo en la lucha contra el cáncer]
Noticias relacionadas
- Manolo Santana, incinerado en la más estricta intimidad con la ausencia de tres de sus cinco hijos
- El blindaje de Claudia, la viuda de Manolo Santana, sobre sus bienes: la herencia que lo separó de su familia
- Beatriz, la hija actriz de Manolo Santana y gran apoyo de Alba: la estrecha relación de las hermanas