Ana Rosa se emociona tras conocer la historia del marido que ayudó a morir a su mujer

Ana Rosa Quintana (63 años) ha mostrado una vez más que no es una presentadora fría que únicamente presenta las noticias a sus espectadores, sino que se emociona y que las historias más complicadas de los ciudadanos le afectan como a cualquier ser humano. Este jueves El Programa de AR mostraba una de los sucesos que más repercusión ha tomado en este día. La lucha de una mujer que llevaba 30 años sufriendo esclerosis múltiple y que tras meses solicitando la eutanasia ha tenido que ser finalmente su marido el que ha cumplido el deseo que más ansiaba: morir y dejar de sufrir.

La presentadora se ha mostrado muy afectada por esta trágica historia. Un vídeo emitido por el programa explicaba la difícil situación en la que se encontraba el matrimonio -ella por su dolor, y él por verla sufrir- y finalizaba con la muerte de la protagonista, María José Carrasco, unida a las manos de su marido, quien acababa de cumplir su deseo. Tras la vuelta de esta pieza audiovisual el rostro de Ana Rosa reflejaba los sentimientos que le había producido el desgarrador vídeo. Quintana lucía los ojos vidriosos, un semblante serio y un gesto que demostraba que realmente estaba afectada por lo que acababa de ver hasta el punto de que no ha podido articular palabra para seguir con el contenido del programa. Ha tenido que ser una de sus compañeras en la mesa la que ha cogido el testigo y ha comenzado a comentar lo sucedido y las consecuencias que derivarán de la acción del marido.

La presentadora se ha mostrado muy afectada por la noticia.

La mujer de la historia fue diagnosticada a los 32 años y después de tres décadas de continuo deterioro físico masivo solo pedía una cosa: morir "cuanto antes mejor" y dignamente. Y así lo ha hecho. Ha fallecido en su hogar sellada a las manos de su marido, Ángel Hernández, quien en estos momentos se encuentra retenido en comisaría.

La propia Ana Rosa no quería entrar en valoraciones sobre la situación con los tertualianos y con el periodista que ha seguido la noticia estos días. Sin embargo, sus gestos, sus pocas palabras y su delicadeza con el tema reflejaban lo mucho que le estaba afectado la historia.

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