Para los italianos, más que una separación, ha sido el fin de la historia de amor. De ahí que el tono serio de la noticia, de hecho, aportara estos días la idea de su calado mediático en Italia. En cabeceras como Rtl 102.5, la cadena radiofónica más escuchada del país con forma de bota, este jueves, 22 de febrero, por la mañana se anunciaba ante los oyentes transalpinos que "Chiara Ferragni y Fedez ya no están juntos", citando las informaciones publicadas por Dagospia, conocido medio especializado en celebrities itálicas.

Los principales telediarios del país, como el TG1 de la televisión pública Rai 1 o el TG5 de Canale 5; informaron de la ruptura entre la influencer y el rapero como una de las noticias de la jornada. Lo cual se vio reflejado también en las portadas del día siguiente, este viernes, donde periódicos generalistas de tirada nacional como el conocido Corriere della Sera o La Repubblica llevaban la novedad en portada: "Final triste para las estrellas de las redes sociales", tituló La Repubblica con una foto de ambos.

Queda atrás ya aquella noche en la que Fedez, hace siete años, le pidió a Chiara Ferragni que se casara con él en un concierto en directo, televisado precisamente por la radio italiana Rtl 102.5. Tras varios meses de noviazgo, Ferragni apareció en el escenario y Fedez, de repente, mientras cantaba, se arrodilló ante su amada para pedirle matrimonio con anillo en mano. Fue el inicio del cuento de los Ferragnez.

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Lo cierto es que Italia y los italianos conocen muy bien a los Ferragnez. Y no es casualidad. Esto se debe, fundamentalmente, a su extraordinaria sobreexposición favorecida por el uso intensivo de las redes sociales. Su vida de los últimos años ha sido totalmente retransmitida a tiempo real en sus cuentas e historias de Instagram: su noviazgo, la boda, el nacimiento de sus hijos, las navidades, las vacaciones, la vida privada, sus hogares, las familias. Los transalpinos han tenido acceso completo a la vida de la pareja italiana más mediática. Una pareja cuya historia parece "larguísima", escribe el diario La Repubblica, porque ha sido "ultranarrada" en cada "paso, pasaje, temporada, viaje, abrazo y enfermedad" ante unos usuarios-espectadores.

El principio del fin se podría colocar en febrero del año pasado, en el marco musical del Festival de Sanremo, presentado por la propia Chiara Ferragni, por primera vez gran protagonista de un evento mediático a gran escala, fuera de las redes sociales. Entre los concursantes se encuentra la irreverente artista Rosa Chemical quien en plena actuación, de un momento a otro, decide acercarse a la butaca de Fedez, invitado y sentado en primera fila, para llevárselo al escenario y donde, en medio de su exhibición, le planta un beso en la boca al rapero dejando "sin palabras" a su mujer.

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En el momento, vista en directo, la escena pareció cómica y divertida; pero con el tiempo se ha llegado a conocer que el beso entre los dos cantantes irritó profundamente a Ferragni en términos de decoro matrimonial; por no hablar del deslucimiento provocado en la imagen de la propia influencer, quien debía brillar en el momento televisivo más mediático de Italia.

Después de diferentes rifirrafes de pareja, más o menos retransmitidos en las redes sociales, un importante punto de inflexión que habría agravado la crisis matrimonial tiene que ver con los recientes casos judiciales de Chiara Ferragni, llevados a cabo por la Fiscalía de Milán, por diferentes casos de supuestos delitos grave de estafa por falsa beneficencia. Según las reconstrucciones que están aportando los medios de comunicación transalpinos, Fedez recientemente ha temido que las novedades judiciales de su mujer le pudieran afectar en su carrera musical como rapero. Ella, por su parte, estaría cansada de las contínuas provocaciones que su marido ha protagonizado últimamente en las redes sociales, tanto a nivel político, como sobre todo mediático.

Una de las versiones más verosímiles en relación con el origen de la ruptura entre Ferragni y Fedez tendría que ver precisamente con el cantante, que habría acumulado demasiados episodios en los que no ha brillado especialmente por defender a su esposa como parte esencial de su familia. Una columna en primera página, publicada este viernes en el Corriere della Sera, firmada por el conocido periodista italiano Massimo Gramellini, expone el corazón del problema: "Cuando la pareja empezaba la etapa en la que hay que aprender a soportarse, uno de los dos, sin embargo, no ha aguantado y todo apunta a él. Fedez le robó la escena a Ferragni en Sanremo, pero ella estuvo a su lado cuando estuvo enfermo. Sin embargo, cuando ella empezó a tener problemas judiciales vinculados a la beneficencia, él no la ha defendido con convencimiento", escribió Gramellini este viernes en el Corriere. Y concluye: "La parábola matrimonial de Fedez demuestra que a muchos hombres les cuesta muchísimo trabajo estar con una mujer de éxito sin sentirse menospreciados; aceptando que en los cuentos modernos al hombre le toca, cada vez más frecuentemente, la parte del príncipe consorte".

Chiara Ferragni y Fedez, en la presentación de 'Ferragnez'.

Aunque legalmente la separación no está formalizada todavía, ésta ya es noticia porque las imágenes hablan claro: Chiara Ferragni publicó una fotografía en la red social Instagram en la que ya no lleva la alianza en la mano izquierda, como se acostumbra en Italia. En los últimos días Fedez ha viajado solo a Miami (Estados Unidos) sin ella, acompañado por su asistente personal, Eleonora Sesana. Él, según confirman los medios italianos, dejó la residencia familiar en Milán –se mudaron hace tres meses en su nuevo hogar– el pasado domingo, después de una acalorada discusión. Ferragni, por su parte, ya había pedido información legal para el cuidado de sus dos hijos, Leone y Vittoria, de 5 y 2 años respectivamente. En términos meramente simbólicos, pero igualmente significativos, Ferragni ha cambiado su foto de perfil de Instagram sin Fedez y, siendo estos días la Fashion Week en Milán, ha sido sintomática la ausencia de la modelo influencer por antonomasia, este jueves, en los desfiles de Prada y Fendi.

Por si fuera poco, a la cuestión sentimental a Chiara Ferragni se le añade la empresarial. En las últimas semanas, la Fiscalía de Milán lleva investigando tres casos paralelos en los que habrá que esclarecer si ha habido un presunto delito grave de estafa vinculado a tres productos: el 'caso pandoro', en relación con el dulce navideño italiano vendido en 2022; el 'caso huevos de Pascua' que vendió en 2021 y 2022; y el 'caso de la muñeca Trudi' en 2019. Para los investigadores, la sospecha es que, aunque los tres casos no estén ahora mismo conectados, Chiara Ferragni mantuviera el mismo sistema de supuesta beneficencia siempre bajo el marco del supuesto delito grave de estafa. Para más inri, la jefa del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, aprobó hace un mes una norma de transparencia en el Consejo de Ministros para evitar casos como los que está protagonizando la influencer, algo que la prensa italiana denominó periodísticamente como la Ley Ferragni.

Pero hay más. Esta misma semana, la Fiscalía de Milán ha abierto una nueva línea de investigación, en relación con el 'caso de las galletas Oreo' en el que la policía financiera transalpina, la Guardia de Finanza, está obteniendo documentación para valorar si abrir el cuarto caso Ferragni sobre la base de supuesto delito grave de estafa. En los medios de comunicación transalpinos, con tono escéptico, se recoge la posibilidad de que la actual separación entre Ferragni y Fedez sea una maniobra para provocar una distracción mediática en relación con los casos judiciales de la influencer. Que esto sea finalmente cierto o no, como dicen los italianos: "Lo descubriremos sólo viviendo".