Hay que remontarse más de una década, concretamente a 2009, para entender el comienzo de la enemistad que todavía hoy protagonizan Taylor Swift (34 años) y Kanye West (46). En estos casi 15 años, los cantantes han mostrado sus discrepancias públicamente, convirtiendo al contrario en el foco de las críticas y creándose dos bandos completamente opuestos. 

Pero, el momento crítico de su relación llegó en 2016, cuando el rapero estadounidense decidió dedicarle la canción Famous, en la que le llamaba "zorra". Las críticas no tardaron en llegar, pero tanto él como su por entonces mujer Kim Kardashian (43) afirmaron que contaba con el beneplácito de la de Pensilvania para referirse a ella de esa manera. 

La guerra acababa de comenzar. Taylor Swift desapareció después de una oleada de odio cuando el mundo la calificaba de víbora y Kanye West parecía ser el único poseedor de la verdad. Aunque las cosas han cambiado, continúan protagonizando una enemistad pública. 

[Taylor Swift, la Super Bowl y la última conspiración trumpista: temen que muestre su apoyo a Biden]

Taylor Swift en la entrega de los premios Grammy de 2023. GTRES

Taylor Swift apenas tenía 19 años cuando subió al escenario a recoger su primer premio MTV Video Music Award en 2009. Lo que tendría que haber sido un momento para el recuerdo de la intérprete de Shake It Off, acabó convirtiéndose en una pesadilla. El rapero interrumpió su discurso para criticar que Beyoncé (42), nominada en la misma categoría, no fuese la ganadora de la estatuilla y le quitó mérito a su triunfo. 

El conflicto dio la vuelta al mundo rápidamente. Hubo quienes creyeron que se trataba de una parodia, entre ellos Taylor Lautner (32), pareja de la artista en aquel momento, presente en el escenario y encargado de entregarle el premio. Sin embargo, nada era una broma, lo que causó las lágrimas de Swift y de Beyoncé, quien se vio involucrada en una situación indeseada. 

A partir de ese momento, ambos se convirtieron en enemigos públicos. Sin embargo, quisieron solucionar los desencuentros y llegaron a protagonizar posados juntos en eventos musicales. Sin embargo, con la publicación de la polémica canción todo terminaría por estallar. "Creo que Taylor y yo podríamos tener sexo algún día. ¿Por qué? Porque yo hice famosa a esa zorra", dice en la canción a la vez que aparece alguien con un aspecto similar en la cama del cantante. 

Kim Kardashian y Kanye West en una de sus últimas apariciones como pareja, en 2020. GTRES

La guerra entre los dos artistas no había hecho más que empezar. Kim Kardashian, además de llamar "víbora" a Taylor, filtró un vídeo de una supuesta conversación en la que él le contaba su intención de citarla en la canción. Sin embargo, años después en los tribunales se demostró que esa conversación no fue como la publicaron y que llegaron incluso a manipularla. 

Después de desaparecer durante meses, eliminar todo el contenido de sus redes sociales y enfrentarse a millones de críticas, Taylor Swift resurgió de sus cenizas en 2017 con el álbum que cambiaría su trayectoria: Reputation. Como single, la de Pensilvania escogió Look What You Made Me Do, una evidente declaración de intenciones sobre lo que había estado atravesando durante meses y que le había llevado a tocar fondo. Una era, como ella llama a cada uno de sus discos, en la que las serpientes, las joyas y los diamantes fueron los protagonistas de la estética, en clara referencia al matrimonio. 

Después de su paso por los tribunales, el divorcio del artista con Kardashian y el éxito de Taylor Swift gracias a su gira internacional, parecía que las aguas volvían a estar calmadas. Sin embargo, en una de las canciones publicadas hace solo unos días en el nuevo álbum del rapero, se vuelve a mencionar a la intérprete de Karma.

La polémica ha vuelto a acaparar titulares y han coincidido, de nuevo, en un evento después de años sin verse. La cita ha tenido lugar en la Super Bowl, uno de los eventos más importantes del año en Estados Unidos y que ha reunido a las estrellas del momento. Sin embargo, no hay imágenes que evidencien que ese encuentro se produjo cara a cara.

Aún así, a Taylor y Kanye les une mucho más de lo que puede parecer. Ambos están inmersos, voluntaria o involuntariamente, en la política. La de Pensilvania ha sido nombrada por el ala republicana como la llave que puede facilitar a los demócratas la victoria en las elecciones de este año. Por parte de Kanye, es de conocimiento público las intenciones del rapero de convertirse en el nuevo presidente de Estados Unidos. De hecho, ya lo intentó en las pasadas elecciones, logrando 60.000 votos. Una insignificante cifra teniendo en cuenta las 320 millones de personas que están llamadas a votar en el país. 

Tal y como aseguró después de conocerse el resultado, lo volvería a intentar en las de 2024. Por el momento, no ha dado más detalles sobre si se volverá a presentar como candidato a presidente estadounidense. Lo que está claro que ambos se convertirán en protagonistas de la campaña electoral.