Carlos Vives: "Vivir en un matriarcado es una de las cosas más increíbles que me ha pasado"
EL ESPAÑOL ha conversado con el cantante colombiano días antes de su concierto en la Puerta de Alcalá por el Día de la Hispanidad.
13 octubre, 2023 00:58El próximo sábado, 14 de octubre, Carlos Vives (62 años) ofrecerá un concierto gratuito en la emblemática Puerta de Alcalá de Madrid para celebrar la Hispanidad y el año que se cumplen tres décadas de Clásicos de la Provincia, su primer disco y su primer gran triunfo musical. En 1993, el álbum se convirtió en un éxito tras el lanzamiento de La gota fría, tema que para el cantante marcó un antes y después en su relación con España. Así lo confesó a EL ESPAÑOL en una distendida conversación días antes de su esperado espectáculo en la capital.
Carlos Vives, alegre y cercano, atendió a este periódico, mostrando su emoción por reunir a los hispanos en la Puerta de Alcalá y confirmando que Todos los acentos caben en Madrid, tal y como reza el lema de la festividad.
En su conversación con este periódico, el cantante también reveló cómo fue su reciente encuentro con el rey Felipe VI (55), a quien ha invitado a la conmemoración de los 500 años de su ciudad, Santa Marta. Además de su próxima presentación en Madrid, Carlos Vives está en plena promoción de su última canción con Juanes (51), Las Mujeres, y espera ganarse dos Grammy Latinos el próximo 16 de noviembre en Sevilla.
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Todos los acentos caben en Madrid... Y con motivo del Día de la Hispanidad usted viene a representar a los latinos. ¿Cómo se siente de haber sido el elegido este año?
Es un privilegio estar en una programación extensa. Formar parte de esto me parece increíble. Es una relación que se ha construido en 30 años. Yo no sólo estoy celebrando tres décadas de mi proyecto musical, sino de descubrir muchas cosas. En ese momento hicimos un trabajo que no pensábamos que fuera a sacarnos de nuestra casa y nos sorprendió que triunfáramos en España. Fue una lección increíble. Cada vez que he podido venir y conocer la diversidad de culturas he entendido muchas cosas, de un mestizaje y una historia compleja, pero al mismo tiempo con cosas increíbles que no hemos valorado mucho.
Durante 30 años ha llevado su música y folclore a todas partes del mundo. ¿Cómo ha hecho para mantenerse en esa esencia por tres décadas y más ahora, cuando los ritmos urbanos han ganado tanto espacio?
Me ha ayudado pensar como pensé hace 30 años sobre la música de mi localidad. Mi mundo no era el mundo del juglar, aunque me crie conociendo a los juglares y en una familia que me enseñó a amar esas tradiciones. Era una manera de ver nuestra música local como un ser vivo y no como un ser muerto del pasado. Si hace 30 años querías hacer música colombiana, tenías que seguir un estilo que era del pasado. Y si querías ser moderno, tenías que copiar a alguien que hacía cosas jóvenes y exitosas en otros lugares. Entonces entendí que si aplicaba todos los patrones de la cumbia en instrumentos eléctricos, sonaba algo nuevo y una cosa muy rockera, sin coger rock de ninguna parte. Si yo aplicaba tambores y la caja vallenata en instrumentos eléctricos, iba a sonar nuevo. La gota fría fue una canción que hace 30 años sonó por primera vez en España y era una forma nueva de hacer una canción que se había hecho muchas veces de una manera tradicional. No fue una fusión.
Entender eso es entender que cada tiempo nos trae grandes cosas. No para dejar de hacer lo que uno tiene que hacer. Si no para aplicar cosas nuevas en lo que uno tiene que hacer. Yo cuando canto con los urbanos uso otros elementos, pero no dejo de hacer lo que hago. El sentimiento, mis líneas melódicas, mis ritmos siguen siendo los mismos. De alguna manera, esa visión de entender la industria, de tener claro qué es folclore y qué no es, o qué es folclore y qué es industria, me ha servido para entender que lo mío puede ir hacia adelante.
Isabel Díaz Ayuso lo presentaba como uno de los artistas hispanos más queridos de España. ¿Lo siente así?
Hace 30 años, nosotros llegamos de manera silvestre. Simplemente, algo comenzó a sonar en Colombia, marcamos cosas diferentes con la industria y de repente ya estábamos sonando en España. Entonces empecé a pensar, '¿qué nos conecta?'. Era más que un hit musical, había algo que nos conectaba.
La presidenta de la Comunidad de Madrid también decía que viene a traer su alegría a la capital. Efectivamente, usted siempre se muestra como una persona alegre y es lo que busca transmitir en sus canciones. Pero, ¿qué pone triste a Carlos Vives?
También soy nostálgico. Yo creo que heredamos de Europa la nostalgia. Trabajo en lugares muy complejos, donde no hay que perder la alegría porque los problemas son grandes y hay que unir voluntades. Y si no unimos voluntades, no cambiamos cosas. Para eso se necesita alegría. Todos tenemos la responsabilidad de tocar a la gente con lo mejor que tenemos y muchas veces tenemos un mundo en el que estamos tristes, decepcionados y cansados de ver situaciones que son difíciles de cambiar… Me ponen triste los problemas familiares, por ejemplo.
Hace poco se reunió con el rey Felipe VI para invitarlo a la conmemoración de los 500 años de Santa Marta, su ciudad. ¿Cómo fue ese encuentro?
Sensacional. Habíamos tenido la oportunidad de conversar algunas veces y teníamos pendiente una conversación sobre el fundador de la ciudad de Santa Marta, Bastidas, que fue un notario de Triana. Una historia hermosa que se ha olvidado. Recordamos que el primer viaje de Su Majestad, como Príncipe de Asturias, fue a la celebración de los 450 años de Cartagena y yo quería recordarle que Santa Marta es una ciudad más antigua que Cartagena, que cumplirá 500 años en 2025. Le dije a Su Majestad que si nos acompaña, los pueblos originales se encontrarán con él para hacer realidad el sueño de Bastidas. Le dije al Rey que si se abraza con ellos, mandaremos un mensaje al colombiano, al hispanoamericano y al mundo, de que hay cosas maravillosas.
Tenemos que contar las historias que nos unen, que nos ayudan a construir. Y tenemos que empezar a sentirnos orgullosos de nuestra sangre española porque es una realidad que corre por nuestras venas. Hemos pasado más de 200 años sin valorar lo que somos, no sintiéndonos orgullosos de nuestra cultura prehispánica, no sintiéndonos orgullosos de nuestra herencia española. Le dije a Su Majestad que si lográbamos mandar esa señal al mundo, sería sensacional.
También está en plena promoción de su última canción, una colaboración con Juanes que se titula Las Mujeres. ¿Quiénes son las mujeres de su vida?
Mis abuelas. Mi abuela Lucía, la que no conocí, pero conocí a través de las fotos, a través de mi mamá y a través de cómo soy yo. Y mi abuela por el lado de mi padre. Siempre hubo mujeres. Las que trabajaban en casa de mis abuelos... Las mujeres que conocí fueron increíbles, me enseñaron tanto, me hicieron feliz. Vivir en un matriarcado tal vez es una de las cosas más increíbles que me ha pasado en la vida.
¿Habrá nueva colaboración con Shakira?
No sé.
¿No le quedaron ganas después del éxito de La Bicicleta?
A mí siempre me dan ganas de cantar con mis amigos. Pero muchas veces los caminos son diferentes. Yo estoy contento y feliz con mis uniones con artistas porque siempre han sido de manera afectiva, más que de estrategias de marketing.
En el último año Shakira ha hecho un sinfín de colaboraciones con otros artistas, cantándole al desamor. ¿Diría que la música ayuda a sanar?
Sí, pero son estilos diferentes. Yo vengo de un romanticismo…
¿Es más de cantarle al amor que al desamor?
Al desamor también, pero en mi caso, en ese respeto hacia la mujer. Aunque he vivido decepciones amorosas, soy incapaz. Hay una frase que dice que 'Los caballeros perdemos la memoria'. De pronto a la mujer le queda más fácil acabar con el ex. A uno le queda muy difícil porque por educación, estilo, escuela… Uno viene de una generación que nos enseñó el bolero y el bolero es como la gran escuela de la música, del romanticismo, del amor. La mujer es lo mayor de la creación, la mayor fuente de inspiración... Pero la juventud hoy hace esas cosas. Lo mío es el amor y quejarnos porque no entendemos quiénes somos, no nos valoramos, no valoramos el territorio. Yo me quejo para ese lado. Por el lado del amor, a veces prefiero sufrir en silencio.
¿Viajará a Sevilla el próximo 16 de noviembre para celebrar los Grammy Latinos? Tiene dos nominaciones.
Ya yo había decidido hace tiempo que me nominaran o no, venía a Sevilla. Sevilla es un set para hacer una película, es espectacular, la gente es alegre. Uno se identifica, sabe que tiene algo de Andalucía, en nuestra música, en nuestra forma de ser, en la alegría, en que somos alegres por naturaleza. Tenemos eso en la sangre y lo noto cuando voy a Andalucía. Siempre pensé que los Grammy Latinos lucían mucho en España porque están en nuestro idioma, porque esta es la cuna de nuestra lengua. Es natural hacerlo aquí.
¿Se sigue emocionando cada vez que consigue una nominación?
Claro. Yo feliz. Y me encanta porque estoy nominado por Escalona nunca se había grabado así, un álbum que no es de mi compañía disquera, es de mi sello personal. Es un disco que no sé si le interesaba a la industria. Pero para mí representó muchas cosas y es divino. Si ganamos o no ganamos, yo vengo a Sevilla.