Juan Carlos I (85 años) ya está en España. El Emérito ha aterrizado este lunes 25 de septiembre en Vigo, Pontevedra, para participar en la Octava Regata que lleva su nombre en Sanxenxo. La competición comenzará el próximo jueves 28 y durará hasta el domingo. Durante esta breve estancia en el que fue su país hasta 2020, el padre de Felipe VI (55) se hospedará en el domicilio de su amigo y presidente del Real Club Náutico, Pedro Campos. Ha sido él y la mujer de este, Cristina Franze, quienes se han personado en el aeropuerto para recoger al exmonarca. Esta es la cuarta visita desde su marcha a Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes, y la tercera en lo que va de año.
Juan Carlos ha llegado al aeropuerto Peinador de Vigo a las 13:37 horas y el vuelo ha durado siete horas y 46 minutos exactamente. Vestido con camisa azul, chaleco beige y pantalones marrones, bajó las escaleras de la aeronave hasta llegar al coche de Campos. Ahí se introdujo en un todoterreno blanco junto al matrimonio y desaparecieron del lugar.
EL ESPAÑOL tiene todos los detalles de cómo ha sido su trayecto en avión desde Abu Dabi a Vigo. La aeronave que ha trasladado al Emérito ha sido un Bombardier Global 6000 con matrícula 9H-VJN, ha recorrido un total de 6.339 kilómetros y ha sido operado con VistaJet. Se trata de uno de los mejores aviones que hay en el mercado, según indican expertos a este medio. Este avión es distinto al resto de aviones que le han trasladado a España en las visitas realizadas durante este año. Era el Bombardier 5000. Su dueño se desconoce.
Este modelo plateado con una línea roja es un avión de negocios que destaca "en su clase, con una excepcional autonomía de alcance ultralargo. Ofrece el equilibrio perfecto entre confort, velocidad y autonomía para satisfacer las necesidades de los viajeros más exigentes", señalan desde Netjets.
La nave posee un dormitorio o camarote individual, dos baños -uno para la tripulación y otro para el Emérito-, una cocina, una zona de descanso para la tripulación, una credenza, un armario, una zona para depositar el equipaje y otra sala con ocho butacas. Cuenta con 24 metros de anchura de la cabina y 14,7 de longitud, hasta 13:30 horas de autonomía, alcanza los 901 kilómetros por hora y tiene capacidad para hasta 14 pasajeros.
Algunas de las comodidades que ofrece este aeroplano es un servicio gratuito al WiFi, varios sistemas de entretenimiento, tomas de corriente en todos los asientos, varios iPads para relajarse y entretenerse y controles de pantalla táctil en la cabina.
Además, goza de comida a bordo, snacks y bebidas de calidad disponibles según sus gustos, control preciso de la temperatura de la cabina, periódicos y revistas, máquina de café y bebidas calientes y una azafata profesional de vuelo.
"Un auxiliar de vuelo le servirá desde la zona de la cocina y de tripulación, totalmente separada para que la cabina sea lo más privada y silenciosa posible. La tranquila cabina también cuenta con un camarote privado, que puede ser utilizado para trabajar o relajarse", explican en la web.
Así, Juan Carlos ha tenido casi ocho horas para echarse una siesta en el camarote, leer, comer o beber lo que deseara y recargar pilas para la competición. Su intención es navegar -probablemente a partir del miércoles- en su embarcación, el Bribón, y regresar a Emiratos Árabes el próximo lunes.
Felipe VI, también en Pontevedra
Su hijo estará tan sólo a 16 kilómetros de él durante estos días, ya que, mientras Juan Carlos se encontrará en la regata de Sanxenxo, Felipe se habrá desplazado a la isla de A Toxa para inaugurar el Foro La Toja- Vínculo Atlántico, que se celebrará el 28, 29 y 30 de septiembre.
La Casa Real no ha informado de ningún tipo de encuentro entre padre e hijo, aunque todo apunta a que esta vez no habrá un cara a cara. La última vez que ambos coincidieron físicamente y sí se reunieron fue en el funeral de Constantino de Grecia, hermano de la emérita Sofía (84) en enero de este año.