Desde que en mayo de 2021, la princesa Charlène de Mónaco (45 años) viajase a Sudáfrica y tuviera que permanecer allí durante seis meses a causa de una grave infección por la que tuvo que pasar por quirófano varias veces, los rumores en relación con su matrimonio con el príncipe Alberto (65) no han parado de sucederse.
Durante ese medio año de ausencia, el equipo de comunicación del Palais Princier tuvo que desmentir una y otra vez el divorcio. La vuelta a casa de Charlène tampoco disipó las dudas, pues casi inmediatamente la exnadadora olímpica ingresó en una clínica de lujo en Los Alpes suizos para recuperarse de, palabras literales de su marido, "la fatiga física y emocional que acumulaba".
Ahora ha sido el príncipe Alberto quien ha roto su silencio respecto a un presunto divorcio en ciernes. Lo ha hecho en el diario italiano Corriere della Sera, el periódico con mayor difusión en Italia.
"Charlène está siempre a mi lado, ayer estuvimos juntos en el Palacio y recibimos al nuevo embajador de Francia en Mónaco, estuvimos juntos en la plaza del Casino para el concurso benéfico de la Copa Princesa de Mónaco de golf. No entiendo todos estos rumores, que me duelen, sobre ella. Que si vive en otro lugar, en Suiza, que si quedamos con cita previa para vernos. Falsedad", ha declarado el jefe del Estado monegasco.
"Charlène tuvo algunas dificultades hace ya muchos meses, pero ahora, gracias a Dios, las ha superado y está siempre a mi lado. Ella me apoya en la dirección del Principado y no estamos unidos las 24 horas del día. Somos una pareja trabajadora y el trabajo a veces nos permite vernos sólo al final de un largo día lleno de citas", remataba el hijo de Grace Kelly.
Charlène, desde su regreso
El 8 de noviembre de 2021, la mujer del príncipe Alberto regresaba a Mónaco tras una larga estancia en el país donde creció. Su viaje de trabajo a Sudáfrica, centrado en la conservación de la fauna salvaje y en la lucha contra la caza furtiva, se prolongó más de lo esperado tras reproducírsele una infección que le impedía volar.
Su delicado estado de salud la obligó a pasar por quirófano hasta en tres ocasiones y, tras pisar tierra monegasca, decidió retirarse temporalmente de la vida pública. Charlène, según fuentes cercanas al Palais Princier, está a punto de morir a causa de ésta enfermedad que le impidió, incluso, ingerir alimentos sólidos durante medio año.