‘La Garganta’, la finca en la que se conocieron Corinna y Juan Carlos I, quien se hacía llamar 'señor Sumer'
La propiedad, ubicada en Ciudad Real, fue el escenario del primer cara a cara entre el Rey y la empresaria alemana.
2 noviembre, 2022 01:37Corinna Larsen (56 años) ha acaparado toda la atención tras publicar por sorpresa un podcast en el que desgrana su intensa relación con el rey Juan Carlos (84). Sin omitir ningún detalle, la empresaria alemana no solo cuenta a lo largo de ocho capítulos cómo se conocieron y cómo fueron esas primeras citas, también cómo se precipitó todo hasta tener lugar una polémica y conocida ruptura.
Será el próximo 7 de noviembre cuando se publique el primero de los episodios, La Casita, al que EL ESPAÑOL ha tenido acceso. De su propia voz, en él Larsen narra cuándo y dónde conoció al emérito quien, por lo que desgrana, se quedó prendado de ella al instante. El escenario de ese primer encuentro, en el que no estaban solos, es la finca 'La Garganta', en Ciudad Real.
Ese primer cara a cara tuvo lugar durante una cena en febrero del año 2004, cuando ambos acudieron a una cacería de ciervos y jabalíes que se llevó a cabo en la mencionada finca. Entre platos de venado y codornices, ambos repararon en el otro y, mientras que Juan Carlos se quedó prendado de Corinna, ella demostró no amedrentarse ante la presencia del entonces Rey de España cuando le pidió permiso para irse a descansar. "Supuestamente no debes retirarte hasta que el jefe de Estado se haya ido, pero recuerda que yo crecí en este tipo de ambientes. Nunca sentí esta necesidad de ser totalmente sumisa ante los demás", desvela en el audio.
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Esta propiedad manchega, sita en la localidad de Almodóvar del Campo, fue el comienzo de todo, de una relación que creció y murió en diferentes escenarios internacionales y que ahora vuelve a poner en jaque a la Corona española.
'La Garganta' está situada en plena cordillera Sierra Morena, en la frontera entre Castilla-La Mancha y Andalucía, lejos del ruido, del mundo y alejada de las miradas indiscretas. Un entorno idílico que Larsen describe así en el podcast: "A medida que te vas acercando vas conduciendo a través de hectáreas y hectáreas de naturaleza. Todas las propiedades colindantes son gigantescas".
Propiedad del VII duque de Westminster, Hugh Grosvenor (31), puede presumir de ser el coto de caza más grande de toda Europa. Sus 32.000 hectáreas de superficie hacen que sea, de hecho, más grande que la ciudad de Barcelona. En su interior, en medio de un entorno salvaje desbordante, se levantan seis casas de campo de gran tamaño capaces de albergar a decenas de invitados, además de a un centenar de empleados.
La finca también cuenta con un hospital de primeros auxilios, una Iglesia y su propia estación de tren, lo que hace más sencillo llegar a ella. Si bien en algunos medios se ha llegado a afirmar que tiene helipuerto propio, más bien se trata de una explanada que se utiliza como tal.
Hugh heredó la propiedad de su padre, Gerald Cavendish Grosvenor, tras su muerte, en el año 2016. Este, a su vez, la compró en 1999 por 100 millones de euros a los diferentes dueños través del grupo Grosvenor Estate, también de su propiedad.
Primer encuentro
Este entorno fue el escenario de ese primer cara a cara entre Juan Carlos I y Corinna Larsen. "Era muy acogedor y amable, muy abierto, no parecía una persona regida", explica la alemana en el podcast sobre cómo encontró al Rey aquel día, en el que ya demostró que no estaba dispuesta a intimidarse en su presencia. "Decidí pedir permiso para irme. Supuestamente no debes retirarte hasta que el jefe de Estado se haya ido, pero recuerda que yo crecí en este tipo de ambientes. Nunca sentí esta necesidad de ser totalmente sumisa ante los demás", relata.
Poco después de ese encuentro, el Rey comenzó a llamarla a sus oficinas. Primero para consultas de trabajo. Después para tener conversaciones más ligeras y mundanas en las que se contaban cómo iba su día y cuáles iban a ser sus planes más próximos.
Un acercamiento que daba a entender el interés personal del padre de Felipe VI (54) en la rubia y que parecía querer llevarlo con total anonimato. Así, cuando ella no se encontraba en la oficina, le dejaba un mensaje bajo un seudónimo: el señor Sumer, haciendo un acrónimo de 'Su Majestad El Rey'.
Aunque debería haber sido un nombre "en clave", continúa desvelando Corinna, cuando sus asistentes escuchaban la voz tan característica del soberano, "retumbante y distintiva", todos sabían que se trataba de él. Al poco empezó a mandarle mensajes desde su teléfono personal. "Fue un poco surrealista porque jamás me hubiera imaginado que hubiera ocurrido algo así. Pero él era muy divertido y bastante persistente, de una manera graciosa. Es conocido por ser uno de los mayores seductores en el mundo de la realeza", afirma.