Ana (72 años), la segunda hija de Isabel II, acompañó a su madre hasta su último aliento. Fue ella quien permaneció a su lado en Balmoral hasta que falleció el pasado 8 de septiembre a los 96 años de edad. Así lo ha expresado ella misma a través de un emotivo comunicado difundido por la Casa Real este martes, 13 de septiembre, cuando el féretro de la soberana llegaba a Londres, procedente de Escocia.
"Tuve la suerte de compartir las últimas 24 horas de vida de mi queridísima madre. Para mí ha sido un honor y un privilegio acompañarla en su último viaje y ser testigo del amor y el respeto que se le ha mostrado", comienza la princesa Ana, la única hija mujer de la reina Isabel II y su gran compañera. "Todos tenemos recuerdos únicos. Ofrezco mi agradecimiento a quienes comparten nuestro sentimiento de pérdida", añade.
La princesa Ana, además, destaca la labor y entrega de Isabel II por la Corona británica en 70 años de reinado. "Debemos recordar todo lo que su presencia ha hecho por nuestro país y que damos por hecho, sus recuerdos serán únicos", expresa.
Su comunicado también tiene palabras para su hermano mayor, hoy convertido en el Rey de Inglaterra. "Estoy agradecida por el apoyo y la compresión a mi querido hermano Carlos (73) cuando ha aceptado sus responsabilidades como monarca", dice la Princesa, quien finaliza con un agradecimiento a Isabel II en el que deja claro que ella será la eterna monarca. "A mi madre, la Reina, gracias", concluye Ana.
La Casa Real ha compartido estas emotivas palabras junto a una bonita instantánea de madre de hija, en la que ambas posan sentadas sobre un sofá de una de las residencias de la Monarquía. La Reina viste la tradicional falda escocesa y esboza su característica e inolvidable sonrisa. Ana la rodea con su brazo derecho y mantiene la mirada fija a la cámara.
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Además de estar al lado de su madre hasta el fin de sus días, Ana ha seguido sin descanso el féretro de Su Majestad hasta su llegada a Londres. Fue ella quien acompañó el ataúd en el vuelo de Edimburgo a Londres, donde se unió a sus hermanos para caminar detrás del ataúd en las rutas de procesión.
Pero su presencia ha destacado por encima de sus hermanos por los emotivos gestos que ha tenido con Isabel II, incluso cuando ya no está presente de forma física. Llamó especialmente la atención la reverencia que hizo la Princesa ante el féretro donde reposan los restos de la monarca. Una bonita actitud que ha conmovido al mundo entero y con la que ha Ana dejado claro que su madre sigue siendo la Reina de todos los británicos.
Ana fue la gran compañera de Isabel II. Era ella quien incluso la aconsejaba en temas de moda. Siempre se ha dicho que tiene un carácter muy parecido al de su padre, el duque de Edimburgo, pero no hay duda que ha heredado la fortaleza y algunas pasiones de su madre. Al igual que la Reina, la Princesa es una trabajadora incansable y una amante de los caballos.