El 8 de mayo de 2003 fue uno de los días más felices de la vida del rey Mohamed VI (57 años). Con 101 salvas de cañón a modo de celebración, su entonces esposa, Lalla Salma (42), traía al mundo, tan sólo un año después de darse el 'sí, quiero', a un niño varón.
Un pequeño príncipe, heredero, por supuesto llamado a ser rey de los alauitas: Moulay Hassan. Este sábado, día 8 de mayo de 2021, el primogénito del soberano marroquí alcanza su mayoría de edad y lo hace en un contexto radicalmente opuesto al de aquel de júbilo, pompa y boato en el que nacía.
Moulay, que cuando sea rey será llamado Hassan III, cumple 18 años en la recta final del Radamán. Como es de sobra conocido, esta tradición religiosa islámica se celebra durante el noveno mes lunar y empieza con la aparición de la luna en fase creciente el último día de Sha'ban -octavo mes en el calendario lunar árabe-. Dura entre 29 y 30 días y, precisamente porque depende de este fenómeno, cada año cae en una fecha diferente en el calendario occidental.
Durante el tiempo de Ramadán, los adultos sanos ayunan desde el amanecer hasta la puesta de sol, lo que implica abstenerse de comer, beber, tener sexo o cometer cualquier acto considerado inmoral. Empieza, pues, para el príncipe su época para orar, leer el Corán y hacer actividades caritativas. El Ramadán llega a su fin en la puesta de Sol del próximo miércoles 12 de mayo.
La vida institucional y pública del príncipe Hassan empezó bastante antes que la de la princesa Leonor (15) u otros herederos europeos. Pronunció su primer discurso a los ocho años de edad en la academia militar de Kenitra. Dos años más tarde, cuando tenía 10, viajó a París para representar a su padre y a su país en el funeral del expresidente francés Georges Pompidou. La prensa gala destacó su saber estar y su elegancia cuando se le vio acompañado del consejero real y gran amigo de su padre, Fouad Ali El Himma (58), en otro de sus actos sin la compañía ni protección del Rey: el entierro de Enrique de Orleans, conde de París.
Con tan sólo 12 años, Moulay protagonizó una anécdota para el recuerdo en la que demostraba no sólo su marcada personalidad, sino también su exquisita formación institucional. Según la tradición de Marruecos, cuando alguien saluda a un miembro de la monarquía, se supone que esa persona tiene que besar la mano del representante real.
En cambio, no es algo que a él le guste. De hecho, más bien lo detesta. En un acto que presidió en solitario en su país, Moulay se hizo viral en las redes sociales al emplear con las distintas autoridades una peculiar técnica, una especie de gesto de rechazo, con el que impedía que le besaran la mano.
Moulay Hassan heredó de su padre el amor por los deportes. Sin embargo, mientras que Mohamed VI prefiere las motos acuáticas, el joven príncipe se desvive por el fútbol, el baloncesto, la natación, el esquí y la equitación. Estudió en el Colegio Real de Marruecos, fundado por Mohamed V, mismo centro al que acudieron su padre y sus tíos, Lalla Meryem (58), Lalla Asma (55), Lalla Hasna (53) y Moulay Rachid-Sidi Othmane (50), hermanos del soberano. "Quiero que mi hijo reciba los mismos principios básicos", declaró el Rey para Paris Match en 2004, meses después de la llegada del primero de sus dos hijos. Cuatro años más tarde nació Lalla Khadija (14).
En 2018, con motivo de su 15 cumpleaños, una fecha siempre especial para los niños que empiezan a atisbar el horizonte de su edad adulta, la revista francesa Jeune Afrique publicó un elaborado reportaje en el que hablaban de él como un príncipe políglota, pues además del árabe, habla francés, inglés y español-. Como anécdota, toma clases en la sede del Instituto Cervantes de Rabat.
Su conocimiento del español pudo servirle para interactuar con los reyes Felipe VI (53) y Letizia (48) en su viaje de Estado exprés a Marruecos en febrero de 2019. El royal marroquí no sólo dio la bienvenida a sus Majestades en el aeropuerto, sino que llamó la atención por lo atento que estuvo todo el tiempo con la reina Letizia durante la cena de gala ofrecida por la Familia Real en honor a los soberanos españoles en el Palacio Real de Rabat.
Apenas dos semanas después sucedía lo mismo con la visita que ofrecieron los duques de Sussex, el príncipe Harry de Inglaterra (36) y Meghan Markle, al país alauita. La preparación de Moulay Hassan no es un secreto para nadie y cada minuto, cada segundo se esfuerza de manera consciente -también debido a la mala salud de hierro de su padre- para poder desempeñar el día menos esperado el cometido que le tocó única y exclusivamente por haber nacido, hace hoy 18 años.
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