La futura reina comienza la ESO: todo lo que no se sabe de la estudiante Leonor
La princesa de Asturias empieza la secundaria el próximo 11 de septiembre. El comienzo de una nueva etapa en la que desarrollará competencias científicas, lectoras y matemáticas. Esto es lo que, de verdad, estudia, le gusta y practica la hija mayor de los reyes.
6 septiembre, 2017 01:38Noticias relacionadas
Este curso, y por primera vez desde que entraron en el colegio Santa María de los Rosales, las dos hijas de los reyes no comienzan las clases el mismo día. La princesa Leonor (11 años) lo hará el próximo día 11 de septiembre con sus compañeros de primero de la ESO mientras que su hermana, la infanta Sofía (10), comenzará quinto de primaria este viernes.
Y es que para Leonor comienza una nueva etapa en su educación académica en la que desarrollará distintas competencias como la científica, la lectora o la matemática, consideradas ‘fundamentales’ para el centro en el que estudia.
Es ahora cuando los reyes empiezan a considerar la necesidad de que la heredera al trono empiece a tener una serie de lecciones y exigencias distintas que su hermana Sofía. Hasta la fecha, ambas han hecho exactamente lo mismo. Se trata de unas niñas normales y corrientes, que disfrutan con las cosas propias de su edad. Sus padres se han empeñado en que crezcan en un entorno natural y positivo para que se conviertan en mujeres con valores, formadas e instruidas.
Los que están cerca de la princesa de Asturias hablan de ella como una niña "educadísima, tranquila, dulce, un poco tímida y de buen corazón". En el colegio la tienen por buena estudiante y buena compañera. No da problemas, no destaca más que por lo académico, pero sin presumir de ello.
La reina acude, si la agenda se lo permite, una vez cada diez días para hablar con los tutores de sus hijas y controlar, de cerca, como van en sus estudios y en sus relaciones con los compañeros. Letizia (44) no quiere una mentora para Leonor y Sofía si lo puede hacer ella.
No estudia chino ni hace ballet
Se han dicho muchas cosas inciertas acerca de las cosas que estudia Leonor. La princesa de Asturias cursa las mismas asignaturas que sus compañeros de colegio. Habla castellano, es bilingüe en inglés y empezó el año pasado con el francés. Hay que tener en cuenta que la persona que cuida a la princesa y a su hermana cuando sus padres no están, además de su abuela Paloma (65), es de nacionalidad británica y habla con ellas en su idioma. Pero además, la reina Sofía (78), habla a todos sus hijos y a sus nietos en el idioma de Shakespeare, por lo que lo tienen muy dominado.
La niña no estudia chino, eso es una leyenda urbana basada en que en el Rosales imparten, como actividad extraescolar, este idioma, pero ella no las cursa.
También se ha dicho que es una experta bailarina. Tanto Leonor como su hermana estuvieron apuntadas una temporada a la academia de baile que tiene el colegio, pero hace un par de cursos decidieron que no quisieron seguir y a sus padres les pareció perfecto.
Es curioso que muy poca gente conoce la verdadera pasión de la princesa de Asturias: el violonchelo. La hija mayor de los reyes lleva con este instrumento desde primero de primaria en la escuela de música del centro, una extraescolar que ofrece el Rosales. Esta afición que hace tan feliz a Leonor le hace también mucha ilusión a su abuela, la reina Sofía, melómana declarada e íntima amiga de uno de los violonchelistas más famosos y reconocidos de la historia, Mstislav Rostropovich. De hecho, en la última función de Navidad del Rosales, Leonor fue una de las participantes con su violonchelo, pero de aquel momento no veremos imágenes porque desde que las hijas de los reyes estudian en el Santa María de los Rosales, está prohibido grabar en cualquier representación de los alumnos. La reina no quiere ninguna filtración sobre sus hijas.
Sus aficiones
Hace unos meses una publicación aseguraba que las hijas de los reyes tenían entre sus aficiones ver películas de Akira Kurosawa o los largometrajes de animación de Mizayaki. Pero no puede haber nada más alejado de la realidad, ya que la reina Letizia se cuida mucho de que sus hijas no vean nada que no esté recomendado por poco apropiado para su edad. Cada cosa a su tiempo. Cuando van al cine los cuatro, que lo hacen con bastante frecuencia, suelen acudir a las salas que Cinesa tiene en Manoteras, al norte de la capital. Allí ven largometrajes propios de la edad de las niñas, como la última entrega de ‘Star Wars’.
A la princesa de Asturias le encanta montar a caballo. Como le ocurre a su tía, la infanta Elena (53) y a su prima, Victoria Federica (16), le apasiona la hípica. Deporte que practica en las cuadras de Zarzuela, si puede y los deberes le dejan, un rato cada tarde.
[Más información: La afición secreta de Leonor y Sofía]
Sí es cierto que a la princesa Leonor le encanta leer, era complicado que esto no ocurriera siendo su madre la reina Letizia, una lectora empedernida. A la hija mayor de los reyes le gustan las novelas de aventuras y ciencia ficción, le apasiona Roald Dahl y la saga de ‘El Señor de los anillos’ de J.R.R Tolkien.
Formación militar
Si todo va bien para la Corona, la princesa de Asturias será en su día capitana general de los tres ejércitos. Su padre, Felipe VI, tenía nueve años cuando se puso por primera vez el uniforme reglamentario para asistir como Soldado de Honor en el Regimiento Inmemorial del rey. Pero es cierto que eran otros tiempos. Leonor tenía que haberlo hecho, para ser como su padre, en 2015, pero era demasiado pronto para los tiempos que corren.
La princesa de Asturias tendrá que hacer su formación militar, pero todavía no hay planeado ni momento ni lugar. Le quedan muchas cosas por hacer, como presidir sus primeros Premios Princesa de Asturias, pero por lo que parece eso tampoco va a ocurrir este año.
La ventaja de ser princesa heredera emana directamente de la condición de ser hija de rey o reina titular, es decir, de adultos que en su día también fueron niños hijos o nietos de reyes. De sus recuerdos, de sus enfados, de sus incomprensiones, de sus rebeldías de la, en definitiva, trayectoria de su infancia, con sus luces y sus sombras y, sobre todo, de las enseñanzas recibidas nace la forma en la que el rey Felipe VI está educando a su hija.
Leonor se está convirtiendo en princesa por inmersión siguiendo unas cuantas reglas básicas, la primera, que no es más que nadie. Y por ahora, para sus padres, es suficiente.