Las manzanas son una de las frutas que se consumen en mayor medida a lo largo de todo el año en España, ya que son nutritivas, sanas e ideales para comer entre horas. Sin embargo, tienen un gran problema asociado, y es que se oxida con una gran rapidez.
Seguro que en más de una ocasión te ha sucedido que, pocos minutos después de pelarla, la manzana se ha puesto de color marrón oscuro, haciendo que sea muy poco apetecible. De hecho, hay algunas variedades de manzana que se oxidan con mayor rapidez, como las "Red Delicious".
En este proceso de oxidación, además de suponer un cambio en el color, también supone alteraciones en el sabor y el valor nutricional de la manzana. Para que ello no suceda, te vamos a explicar un truco que debes conocer, y que te permitirá conservar las manzanas durante más tiempo y con más sabor.
¿Por qué se oxidan las manzanas?
Una vez que se cortan las manzanas no se pueden dejar mucho tiempo hasta su consumo, ya que en ese caso se volverán de color marrón. Esto se produce por los fenoles, que protegen la fruta contra las bacterias y hongos.
Una vez que la manzana queda expuesta al aire, el polifenol oxidado hace que se produzca una reacción química con el oxígeno que forma un pigmento de color marrón. Esta es una capa por la cual parece que la manzana está oxidada, pero que actúa como protectora. De esta forma, retrasa cualquier infección de hongo sobre la fruta.
Cuando las manzanas se oxidan no debe ser una preocupación, si bien es cierto que predispone a la manzana a que favorezca el crecimiento de algunos microorganismos alterantes y patógenos. Por este motivo, las frutas partidas y cortadas siempre deben ser conservadas en el frigorífico.
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En el momento en el que se rompe la piel o la corteza de las frutas se está prescindiendo de la protección natural que tienen por naturaleza, lo que provoca que estas sean más sensibles a los diferentes factores ambientales, como es el caso de la luz, la humedad, la temperatura o el oxígeno.
El mejor truco para que las manzanas no se oxiden, aunque estén peladas
La sal es un componente que siempre ha sido utilizado para la conservación de los alimentos, mucho tiempo antes de que se creasen los frigoríficos. Por este motivo, utilizar sal es una buena forma de conservar manzanas peladas y cortadas.
Para ello tendrás que diluir media cucharadita de sal en un litro de agua fría, para luego sumergir la mezcla en trozos de manzana por cinco minutos. Enseguida tendrás que retirarlas de la mezcla y enjuagarlas con agua natural, de manera que conseguirás que no pierdan su color natural.
Una vez que peles la manzana, como cuando las vas a usar en un postre u otra receta, debes introducirlas en un bol con agua fría. Luego tendrás que ponerle papel de cocina encima para que no se queden en la superficie, durante unos cinco minutos.
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Este es un truco con el que conseguirás que no estén en contacto con el aire y evitar de esta forma que se oxiden. También puedes exprimir unas gotas de limón sobre las manzanas partidas y dejar que actúen durante cinco minutos. Pasado este tiempo tendrás que enjuagarlas con agua natural y llevarlas a la nevera. De esta forma conseguirás unas manzanas frescas durante más de doce horas.
Otra posibilidad es la de sumergir los trozos de manzana cortadas en un refresco de limón. Estas bebidas contienen ácido cítrico y esto hace que la fruta retrase su proceso de oxidación durante un tiempo de hasta ocho horas.
Esto se debe a que el ácido cítrico ralentiza la reacción química y retrasa la oxidación del producto. Hacen un efecto idéntico al de los jugos de otros cítricos, como las bebidas carbonatadas o el zumo de piña. Con este truco, las manzanas adquirirán un poco de sabor, pero se puede mezclar con agua y sumergir la fruta.
Mantén las manzanas unidas
Si se eligen manzanas para llevar a algún lugar ya cortadas, la solución para evitar que se oxiden puede radicar en usar una bandita de goma. Es suficiente con partirla en casa y unirla con una bandita de goma conservando su forma original.
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Si la fruta se conserva unida no se oxidará, ya que no entrará en contacto con el aire. De esta manera aguantará fresca durante una mayor cantidad de tiempo. Debes tener en cuenta que la mejor opción, siempre que sea posible, es no cortarla hasta que se vaya a consumir y mantenerla fresca en la nevera; y es que el frío retrasa el proceso de oxidación de la misma.
Usa una bolsa resellable
Otra opción para evitar que se oxiden es guardar los trozos de manzana en una bolsa resellable, y antes de cerrarla, debes sacar todo el aire que tengan en su interior, siempre con máximo cuidado para hacer que no se deforme la fruta al hacer este paso del proceso.
Una vez que lo hayas hecho podrás proceder a guardarlas en la nevera y tendrás la fruta fresca y con su color natural para el momento en el que quieras disfrutar de ella. También puedes conseguir el mismo efecto introduciendo la manzana cortada en bolsitas de vacío.
Ten en cuenta que las manzanas se pueden congelar tanto enteras como cocinadas o crudas. Asimismo, puedes recurrir a envolverla con papel film para que tarden más en oxidarse.