Las orquídeas son una de las plantas de interior más populares en España porque son de las plantas más fáciles de cultivar y de mantener, además de ello son extremadamente adaptables al medio.
Cuando se tienen plantas en casa, hay que cuidarlas con mucha responsabilidad pues, de lo contrario, se irán deteriorando con el tiempo y pueden llegar incluso a morir. En ocasiones, no podremos evitar que la planta fallezca, pero, en otras, si se logra actuar a tiempo, podrás recuperarla si actúas rápido y de manera correcta. ¿Conoces, por ejemplo, los cuidados de las orquídeas?
Las orquídeas son plantas con flores muy habituales en los hogares, pero pueden parecernos delicadas si no conocemos la manera adecuada de cuidarlas. Si tienes orquídeas en casa y se están muriendo, descubre cómo revivirlas a continuación.
Tipos de orquídeas en España
Sin los cuidados oportunos, como decíamos, las orquídeas pueden sufrir diversas afecciones: secarse por exceso de agua o una exposición excesiva al sol, ahogarse por regarlas demasiado, pueden quedarse sin hojas, padecer plagas, enfermedades, etc. No obstante, existen una serie de trucos para que vuelvan a florecer, pues lo hacen varias veces al año.
Antes de contarte cómo trasplantar una orquídea o cuál es la cantidad de agua recomendada, queremos informarte sobre algunas peculiaridades de esta planta. Hay alrededor de 30.000 especies a lo largo de todo el mundo, por lo que es la mayor familia dentro de las plantas vasculares, es decir, que poseen tallo, raíz y hojas.
Crecen casi en todos los ecosistemas del planeta, excepto en desiertos extremos, y la mayoría vive encima de los árboles en las selvas tropicales. Sin embargo, en Europa suelen crecer en el suelo de los bosques, sobre todo en prados y pastos.
En España es habitual que pasen desapercibidas, aunque viven 80 especies diferentes de orquídeas en nuestros campos. Todas son terrestres y tienen un tamaño discreto, pero son espectaculares y bellas. En cuanto a su reproducción, se lleva a cabo a través de sistemas muy complejos de polinización por insectos, lo que se conoce como entomofilia.
En cuanto a su nutrición, la mayoría de las orquídeas son heterótrofas en sus comienzos, es decir, se alimentan de otros seres vivos. Muchas especies continúan con esta alimentación durante toda su vida y pueden prescindir tanto de las hojas como de los tallos. No obstante, la mayor parte generan en su madurez hojas con clorofila, pasando a ser autótrofas parcial o completamente.
En España, hay varias especies muy raras y difíciles de encontrar. Una de ellas son las orquídeas de coral, pues son minúsculas. Además, sus poblaciones pueden tardar años en producir órganos aéreos, por lo que completan su ciclo vital de forma subterránea, incluso la floración, dificultando todavía más su localización.
Cómo revivir una orquídea ahogada
Las orquídeas son hermosas, elegantes y, aunque en apariencia parezcan frágiles, en realidad son muy duras y sencillas de cultivar. Su complejidad reside en los cuidados de las orquídeas, que se basan fundamentalmente en el riego.
El exceso de agua puede ser mortal, pero por fortuna es reversible si actúas a tiempo. Además, tendrás que utilizar abono para orquídeas cuando la planta lo requiera. Incluso en alguna ocasión deberás trasplantar una orquídea cuando esté muy estropeada, de lo contrario, podría llegar a morir.
Debido a su procedencia tropical, las orquídeas precisan de un ambiente húmedo pero sin excesos. Puesto que en su estado natural se encuentran suspendidas de las ramas de los árboles, sobre piedra o apoyadas en las cortezas de los troncos en la mayoría de ocasiones, están acostumbradas a tomar el agua del ambiente a través de sus raíces.
En cualquier caso, si no hemos tenido en cuenta las características de nuestra orquídea y la hemos ahogado, te mostramos cómo revivirla antes de que sea tarde. Incluso si su sistema de raíces está completamente muerto, no debes tirar la planta, puedes intentar reanimarla con estas indicaciones:
- En primer lugar, corta las áreas podridas para desinfectar la planta con un cuchillo afilado.
- Ten en cuenta que si las áreas podridas no se recortan por completo, el proceso de descomposición continuará y se extenderá a los tejidos sanos.
- Desinfecta el cuchillo o tijeras con agua hirviendo, poniéndolos al fuego o limpiándolos con alcohol.
- Lubrica las raíces con carbón activado en polvo, pues esta solución no es agresiva pero sí efectiva.
- Las raíces que no estén podridas deben empaparse durante todo un día con una solución fortalecedora especial. Se suele emplear una composición llamada Kornevin y, después de este remojo, debes trasplantar una orquídea en un sustrato nuevo y de alta calidad. También es buena idea que la cubras con musgo o abono para orquídeas junto a la tierra, y ten cuidado con dónde colocas la planta, mejor hacerlo en un lugar iluminado, pero sin luz solar directa.
Cómo regar una orquídea
Las orquídeas no son plantas como tal, ni por su procedencia ni por su floración. Por ello, no se riegan como cualquier otra planta ni los cuidados de las orquídeas son los mismos. De manera que, para cuidar de forma óptima una orquídea, debes olvidarte de colocar un plato con agua bajo la maceta o de regarla desde arriba.
De lo contrario, lo que estarás haciendo es contribuir a la putrefacción de sus raíces, algo que muy pocas veces tiene solución pero es fácil de identificar, pues se tornan de color marrón. El método ideal para regar orquídeas es por inmersión, pero cuida de que el agua no llegue a mojar el centro de la planta, es decir, de donde brotan las hojas.
Después de tener las raíces sumergidas unos 15 minutos, deja que se escurra el agua sobrante y vuelve a colocar la planta donde estaba. Por último, si vives en un clima muy húmedo, espacia los riegos y hazlo con cuidado para no dañar las raíces, y también es importante que hagas unos agujeros en la maceta. Así, evitarás que se cree condensación dentro liberando el exceso de humedad para mantener las raíces a salvo.