En algunas culturas gastronómicas alrededor del planeta no está bien visto el cocer el arroz, ya que consideran que se trata de una manera de maltratar un producto que para ellos es tan importante. De hecho, tanto en Sudamérica como en Asia se considera que en España se cocina mal el arroz.
Las diferencias entre el arroz blanco que hace una persona española y otro que es elaborado por un asiático son apreciables a simple vista. Para empezar, nos encontramos que el típico arroz chino tiene un grano más pequeño y una textura que es más compacta y consistente. Esto no tiene nada que ver con el típico arroz blando e hinchado de la gastronomía española.
La cocina asiática ha ido expandiéndose por todo el planeta, siendo muchos los que se han enamorado de sus platos, muchos de ellos con una base de arroz. Si te atrae la gastronomía asiática, tienes que saber cómo hacer arroz blanco al estilo asiático.
Técnicas para conseguir un arroz blanco al estilo asiático para otras recetas
Al utilizar arroz blanco al estilo asiático para otras recetas hay que tener en cuenta una serie de aspectos clave:
Tipo de grano
Si quieres hacer uso de arroz blanco como base para otras preparaciones es muy importante que tengas en cuenta la selección el tipo de grano que debe ser un grano largo. Las variedades más apropiadas son la Sundari Basmati y la Sundari Thai.
Lavar antes de cocer
Más allá de elegir el tipo de grano apropiado para preparar el arroz blanco al estilo asiático, es necesario tener en cuenta otros aspectos fundamentales. Para que el arroz quede firme al mismo tiempo que sea manipulable y esté suelto, se debe tratar de lograr que se expulse la mayor cantidad de almidón que sea posible.
Para ello se debe lavar antes de cocer, una técnica a través de la cual se podrá conseguir el arroz perfecto. Para ello debes poner el arroz en un bol y luego proceder a sumergirlo en agua fría. Ahora hay que remover bien y, una vez que el agua esté turbia, se debe cambiar. Hay que repetir el proceso hasta que se consiga que el agua quede limpia.
Cocción
Una vez que el arroz se encuentre debidamente limpia, es el momento de colocarlo en una olla de base ancha, para seguidamente cubrirlo con agua fría. Se debe añadir una pizca de sal y dejar que llegue a ebullición a fuego lento. Mientras que el arroz se va cociendo, se debe tapar la olla, pero dejando una pequeña abertura que permita que salga el vapor.
Si has elegido un grano de tipo Sundari Basmati tendrás que afrontar un tiempo de cocción de 12 minutos, mientras que en el caso del Sundari Thai es ligeramente inferior, de 11 minutos de cocción.
Pasado este periodo de tiempo, en función del tipo de grano elegido, el agua tendría que estar absorbida por completo. Finalmente tendrás que retirar la olla del fuego y, haciendo uso de una espátula, extiende el arroz sobre una bandeja para que se enfríe.
Cuando ya se encuentre el arroz frío, se podrá comenzar a trabajar con él para incorporarlo a la receta que necesites. Es importante tener presente que no se debe trabajar en caliente, ya que en ese caso se apelmazará.
Arroz como acompañamiento
En la cocina asiática el arroz es un ingrediente básico, que incluso se puede llegar a hacerse la equivalencia con el pan para nosotros. En muchas comidas se incorpora como un acompañamiento, que se come solo, pero también tienes la posibilidad de usarlo como complemento de otro plato, sin trabajar después con él. En este caso, la técnica es tanto un diferente a la comentada anteriormente.
Para conseguir que los granos estén compactos, es recomendable apostar por el tipo de arroz japonés tipo glutinoso. Además, hay que tomar como referencia que se deben cocer dos tazas de arroz por tres tazas de agua. Tras llevar a cabo este proceso para eliminar el almidón, habrá que dejar que el arroz siga reposando durante un periodo de tiempo de 30 minutos.
En primer lugar, la cocción se realiza a fuego lento y sin tapar, pero una vez que comienza a hervir, habrá que bajar el fuego y tapar por completo la olla. Cuando esté cocido hay que dejar que repose en la misma olla durante unos 15 minutos, para seguidamente servirlo caliente en recipientes individuales.
Salsas para combinar con el arroz
Para conseguir dar al arroz un exquisito sabor asiático, hay diferentes salsas a las cuáles se puede recurrir, como son las siguientes:
- Salsa teriyaki: Esta salsa se utiliza para cocinar carnes como el pollo al teriyaki. Es una elaboración hecha a partir de una reducción de mirin junto a salsa de soja y azúcar. En la tradición nipona, el pollo al teriyaki siempre se encuentra acompañado del ingrediente estrella de la cocina asiática, que no es otro que el arroz blanco que te hemos enseñado a preparar.
- Salsa de ostras: En la gastronomía china es muy habitual la salsa de ostras, que es mezclada junto al arroz para ser la base de otras muchas elaboraciones, como ocurre con los platos de arroz frito. Al tener una materia prima de la salsa que es bastante cara, se pueden encontrar opciones ya preparadas.
En cualquiera de los casos, son dos salsas perfectas para disfrutar junto al arroz blanco al estilo asiático.