Cuando dormimos es habitual soñar, al menos en algunas fases del sueño. Imaginamos y simulamos situaciones irreales que son producto de nuestro inconsciente. Estos sueños pueden ser emotivos, históricos, mágicos o extraños, incluso pueden ser terroríficos, como las pesadillas. Pero, ¿cuál es el significado de los sueños?
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Es cierto que el psicoanálisis de Sigmund Freud lleva mucho tiempo aportando las bases para la interpretación de los sueños. Sin embargo, las investigaciones científicas todavía no han logrado determinar con exactitud por qué soñamos. Descubre algunas curiosidades sobre los sueños en este artículo.
Realmente, ¿qué son los sueños?
Soñar es una actividad cerebral que permite al ser humano dar rienda suelta a algunas situaciones de manera inconsciente que, de forma consciente, no siempre podrían realizarse. De hecho, durante el sueño cualquier actividad y conducta es factible, todo está permitido. Los sueños dependen en gran parte de las experiencias vividas por cada persona, de sus miedos, traumas, deseos…
A través de los sueños tenemos la gran oportunidad de conocernos mejor, pues todo lo que sucede mientras dormimos permite expresar nuestros pensamientos y emociones reprimidas cuando estamos despiertos. Por eso es tan complicado encontrar un significado de los sueños universal.
En nuestros sueños hay mucha información que proviene del inconsciente, y se manifiesta a través de símbolos en un lenguaje muy íntimo y personal. Este lenguaje se puede descifrar con un profundo análisis de la interpretación de los sueños.
Nueve curiosidades sobre los sueños avaladas por la ciencia
Varias investigaciones científicas nos traen distintas conclusiones sobre el mundo de los sueños.
1. Pasamos más de seis años soñando a lo largo de nuestra vida
Desde antes de nacer, estando en el útero de nuestra madre, ya tenemos sueños. Todos soñamos, aunque algunos no recuerdan sus sueños debido a una represión o porque tienen un trauma a enfrentar una situación. Pues bien, algunas investigaciones han demostrado que soñamos durante periodos de entre 5 a 20 minutos cada noche. Si sumamos todos estos ciclos, a lo largo de nuestra vida podemos pasar unos seis años soñando.
2. La mayoría de los sueños se olvidan enseguida
Allan Hobson, un científico del sueño, reveló que hasta un 95% de los sueños se olvidan a los pocos minutos después de despertar. Según él, es tan complicado recordar el contenido de los sueños porque los cambios que se producen en el cerebro durante las horas en que soñamos no concuerdan con el modo en que procesamos la información de manera rutinaria.
Los escáneres cerebrales realizados a individuos durmiendo, han demostrado que los lóbulos frontales, esas zonas cerebrales que juegan un papel fundamental en la estructuración de la memoria y los recuerdos, permanecen inactivos durante la fase MOR del sueño. Y ese es justo el momento en que soñamos.
3. Hombres y mujeres tienen distintos sueños
Varios estudios han hallado ciertas diferencias entre los sueños de mujeres y hombres. Y las diferencias radican en el contenido de los sueños. Los hombres suelen tener sueños con escenas agresivas.
En cambio, las mujeres tienden a tener sueños algo más prolongados y de una mayor complejidad en detalles, personajes y situaciones. Además, los hombres sueñan más con otros hombres, en cambio las mujeres suelen soñar con personajes de ambos sexos por igual.
4. A veces soñamos en blanco y negro
Más o menos ocho de cada diez sueños son en color, pero un pequeño porcentaje de la población asegura haber soñado en blanco y negro alguna vez. En las investigaciones, los sujetos experimentales señalaban los colores pastel suaves para referirse al color del sueño que acababan de tener, una de las grandes curiosidades sobre los sueños.
5. Los animales también sueñan
El hecho de que los animales sueñen es una hipótesis difícil de demostrar, pero los investigadores creen que sí lo hacen, e incluso se atreven a afirmar que pasan por etapas de sueño MOR y no MOR, igual que los humanos. Aunque en este caso, es más difícil averiguar el significado de los sueños.
Una de las mayores evidencias científicas de que los animales sueñan es el estudio de un gorila que dominaba el lenguaje de signos. En un momento en que estaba dormido, comunicó por gestos algunas escenas de lo que estaba soñando.
6. Qué son los sueños lúcidos
Es un fenómeno que ocurre cuando, a pesar de estar durmiendo, somos conscientes de que estamos soñando. Si experimentas esta clase de sueños, podrás controlar y guiar su contenido y desarrollo.
Alrededor del 50% de la población recuerda haber experimentado un sueño lúcido alguna vez en su vida. Incluso algunos tienen la habilidad de controlar sus sueños de forma habitual.
7. Negatividad frente a positividad
Calvin Hall, uno de los máximos exponentes de la investigación sobre la interpretación de los sueños, estudió más de 50.000 sueños a lo largo de medio siglo.
Este extenso archivo de sueños reveló muchas emociones y sensaciones que experimentamos durante el sueño: alegría, temor, rabia, incertidumbre... Pero la emoción más habitual fue la ansiedad, y en general, las emociones negativas como el miedo, la desesperanza y la tristeza.
8. Los invidentes también sueñan
Aquellas personas que se quedaron ciegas en algún momento de su vida, tienen la capacidad de reproducir imágenes y contenido visual en sus sueños.
Por su parte, los invidentes de nacimiento sueñan de forma distinta, pues representan los sueños mediante otros sentidos como el olfato, el oído o el tacto. En cualquier caso, se podría aportar un significado de los sueños en función a estas percepciones.
9. Existen los sueños universales
Algunos sueños son comunes a todos los humanos. Aunque resulta extraño, los investigadores han revelado que existen ciertos temas recurrentes en nuestros sueños, a pesar de las diferencias culturales.
Por ejemplo, todas las personas soñamos con que nos persiguen, nos atacan o nos caemos al vacío. Otros sueños universales son las experiencias escolares, sentirse inmóvil o sentir vergüenza por estar desnudo en público.