El pisado de uva en bodegas Pradorey

El pisado de uva en bodegas Pradorey

Vinos

Cómo vivir la vendimia según tu presupuesto: planes para todos los bolsillos

Pisar la uva para después dormir en una posada del siglo XIX, despertarse frente a viñedos que pertenecieron a una emperatriz y descubrir que las bodegas también son arte. 

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Al mal septiembre, buena vendimia. Una dura vuelta a la rutina se puede solventar con una escapada a las viñas. El campo está siendo recolectado y las bodegas trabajan a pleno rendimiento, momento que merece la pena aprovechar para vivir en primera persona el viaje que emprende la uva hasta la copa.

El Marco de Jerez acaba de celebrar su Fiesta de la Vendimia, una celebración que cuenta con 76 años de historia y que ha contado con un programa con más de 100 actividades en torno al vino. 

En el norte, los viñedos que se funden con el Cantábrico ofrecen la mejor de las postales y la casona de Miradorio es un buen sitio desde donde disfrutarlo. La cosa no acaba aquí, estas son unas cuantas propuestas más. 

Vendimia y almuerzo en una posada del siglo XVII

La fachada de Pradorey.

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Ubicada en la Ribera del Duero, la Bodega Pradorey ofrece una experiencia enoturística en la que descubrir su tradición vinícola y donde no falta diversión. Durante su Jornada VIP de la Vendimia, solo disponible durante 14 días -14, 15, 21, 22, 28 y 29 de septiembre y 5, 6, 12, 13, 19, 20, 26 y 27 de octubre-, los asistentes podrán participar en la recolección de uvas, aprender sobre el proceso de maduración y, por supuesto, experimentar el tradicional pisado de la uva. 

También habrá una cata de mosto y los vinos que elaboran y su correspondiente visita guiada a la bodega, además de un almuerzo campestre donde habrá tiempo de entretenerse con el juego que estrenan este año, el Pasalauva de Pradorey.

La joya de la Pradorey se encuentra a 2 kilómetros de la bodega, una hospedería del siglo XVII que alberga La Posada, cuya cocina dirige Ricardo Martín. Su menú degustación de 5 pases recorre el recetario clásico con producto local y presentaciones actuales. Si no apetece volver a casa, se puede disfrutar de una estancia en esta posada del siglo XVII y dormir como un auténtico rey (o reina) no sin irse a la cama bien cenado para despertarse con el olor de un buen desayuno casero.

Jornada VIP de la Vendimia de Pradorey 55 euros (35 para niños)
Menú degustación en la posada del siglo XVII 99 euros
Estancia en la posada 180 euros

Despertar entre viñedos singulares

Las villas de Finca La Emperatriz.

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Esta bodega en Baños de Rioja toma su nombre tras la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III, quien fue propietaria en la segunda mitad del siglo XIX de la finca a la que pertenece. Adquirida por los hermanos Eduardo y Víctor Hernáiz en 1996, Finca La Emperatriz, cuenta con un viñedo reconocido como Viñedo Singular de la D. O. Rioja en 2019 -con certificado ecológico desde 2023-. 32 hectáreas de las 101 en total de las que nacen vinos extraordinarios como Finca La Emperatriz Blanco 2018. 

Su elaboración se puede conocer a partir de las diferentes propuestas de enoturismo que ofrece la bodega y de visita a su wine bar donde degustar sus diferentes referencias siguiendo las sugerencias de sus catas, donde incluye también verticales, y algunos de los platos que ofrece la carta con producto local.

Pero llegados a este punto y situados en este lugar, puede que lo más sensato es hacerse un autoregalo completando la experiencia con una estancia en las Villas de Finca La Emperatriz. Construidas en los años 60 del siglo pasado, están ubicadas a pie de viñedo. Es frente a él -y con vistas a la sierra de Cantabria y a la sierra de la Demanda- donde es un sueño despertar una mañana cualquier tras haber dormido en ellas.  

Visita al viñedo: 27€ adulto, 6€ niños de 3-17 años.
Visita y cata de 4 vinos, alojamiento y desayuno para 2 personas y 2 noches:  425,00 € 

Vino y arte

Obra Guido Van Helten en la Bodega Solar de Samaniego.

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En Laguardia, uno de los pueblos más bonitos de España, Bodegas Solar de Samaniego combina la tradición vinícola con la cultura y el arte. Con más de medio siglo de historia, se mantiene fiel a su compromiso de preservar el patrimonio arquitectónico vinícola y el enoturismo de calidad. Su propuesta "Beber Entre Líneas" es una asequible opción para conocer de cerca este extraordinario 'maridaje' visitando la bodega y la impresionante obra de arte del australiano Guido Van Helten que alberga. 

Los visitantes pueden disfrutar de una visita guiada por los rincones más emblemáticos de la bodega, acompañada de una cata de tres vinos y un aperitivo local. Si se busca ponerle el broche con algo más contundente y acogerse a la gastronomía local, la experiencia se puede completar con el Menú Tradicional, que incluye chuletillas de cordero y otros platos típicos maridados con los vinos de la bodega.   

Visita y cata de 3 vinos: 25 euros
Visita y Menú Tradicional: 65 euros

Ópera y vino en el corazón de La Rioja

La Melodía del Vino

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Para los amantes de la música y el vino, la bodega Marqués de Murrieta, en La Rioja, ofrece una experiencia única el 19 de septiembre: 'La Melodía del Vino'. Esta exclusiva velada, combina una cata de tres vinos con un concierto de piano y un cantante lírico. El evento se celebrará en el emblemático Castillo de Ygay, sede fundacional de la bodega, conocido por su historia y su impresionante colección de botellas.

Cada vino se maridará con una pieza musical, creando una experiencia para deleitar los sentidos de los allí presentes. Además, los aperitivos gourmet preparados por el chef de la bodega complementarán a la perfección los vinos seleccionados, entre ellos el prestigioso Capellanía 2019 y el Primer Rosé 2023. 

‘La Melodía del Vino’: 145 euros  

Bodegas de diseño

Taller, el restaurante de Bodegas Arzuaga.

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Ubicado en el corazón de la Milla de Oro de la Ribera de Duero, Bodegas Arzuaga destaca por su oferta de enoturismo única completada con el restaurante Taller Arzuaga, con una estrella Michelin y con la mano de la exdiseñadora burgalesa, a su cargo. 

La cocina la dirige la chef Sara Ferreres, donde ofrece dos menús degustación, además de opciones a la carta. Su identidad se fundamenta en la cocina castellana de vanguardia y se nutre de los productos de la tierra, siendo la caza un apartado importante que se cuida gracias a lo que da la finca La Planta. 

A su mesa se puede sumar la visita de la bodega, así como un par de horas muertas en su spa -con circuitos de agua, sauna, terapias...-casi sumergido en su mar de viñedos, para después entregarse al descanso sin contemplaciones. 

Cinco experiencias que se suman a las muchas que vertebran el menú de propuestas de nuestro universo vinícola: sabemos lo que es dormir en un monasterio a los pies de la Tramontana y almorzar con los vinos que se elaboran allí; o a qué sabe el menú con estrella Michelin que se sirve en una abadía y comienza por un paseo por su huerto y sus viñedos.