Alberto Orte es vitivinicultor y enólogo en el Marco de Jerez desde 2011, cuando comenzaron a elaborarse sus vinos únicos. Dos facetas que ha sabido compaginar con la investigación, una tarea que inició muchos años antes y que le ha permitido llegar a recuperar variedades jerezanas de uva que no se plantaban en la zona desde hace más de 200 años.
Sus indagaciones se sustentan sobre todo en el primer tratado de ampelografía del mundo, Variedades de vid que vegetan en Andalucía (1807), de Simón de Rojas Clemente y Rubio. En esta obra (centrada en los tipos de uva de Andalucía y, especialmente, de Jerez), de Rojas llega a describir hasta 119 diferentes en toda la comunidad autónoma, 60 de las cuales pertenecen a Jerez.
De todas ellas, Orte ha conseguido recuperar 26 variedades que estaban extintas en ese territorio. "No sabíamos cómo se comportaban a nivel enológico, así que fuimos probando distintas combinaciones. Ahora ya tenemos una línea de trabajo más definida", explica el viticultor.
"Simón logró escribir este tratado gracias a un proyecto de espionaje en el norte de África financiado por Godoy que duró dos años. Llegó con chilaba, le llamaban 'el moro sabio'. Él crea la primera ciencia de descripción de variedades de uva", cuenta el enólogo. Tras este libro llegaría otro de Esteban Boutelu, Viticultura en Sanlúcar de Barrameda (1807), en el que Orte también se ha apoyado para desarrollar su trabajo.
Un trabajo gracias al cual ha logrado aumentar de forma exponencial el patrimonio de la Denominación de Origen más antigua de España. Además de recuperar 26 variedades de uvas autóctonas, también ha restablecido más de 200 clones de selección masal de las variedades palomino fino y palomino de Jerez, con las que ha podido dar forma tanto a sus vinos tintos y blancos de uvas nativas, como a sus vinos generosos, de Bodegas Poniente.
Así pues, en todos estos años de andadura, Alberto Orte ha conseguido producir el primer vino blanco tranquilo de uva vigiriega elaborado en Jerez (2016), un vino de mezcla de diferentes variedades autóctonas tintas (2020) y los primeros vinos tintos sin fortificar embotellados y comercializados de uva tintilla (2011).
Estos últimos han llegado a conquistar a Eric Asimov, el prestigioso crítico gastronómico y de vinos del periódico The New York Times. Asimov ha incluido en varias ocasiones el vino Vara y Pulgar tinto en su lista de 'Mejores vinos del mundo por menos de 20 dólares'.
Las viñas del proyecto de Orte, situadas en el Pago de Añina, están cuidadas y trabajadas bajo un planteamiento ecológico y artesanal, sin herbicidas ni fertilizantes inorgánicos, con cubiertas vegetales, rodeadas de flores, arbustos y plantas aromáticas. El material vegetal propio hace que sea un viñedo único, no reproducible en ningún otro lugar.
La plantación de las vides se realiza a partir de su propio campo madre, que se ha ido reproduciendo según las necesidades de sus vinos, en más de 20 hectáreas de viñedo. Este proyecto vitivinícola creativo, vanguardista y de marcada vocación histórica, supone una vuelta a los métodos tradicionales con una perspectiva innovadora.
Ese regreso a la tradición se ve reflejado en el uso de técnicas respetuosas, como la poda histórica jerezana llamada vara y pulgar, que, además de con la variedad palomino, la utiliza también con el resto de las variedades tintas y blancas, algo único en Jerez, aportando a sus vinos transparencia, expresión varietal y equilibrio.
El Marco de Jerez es mundialmente conocido por sus vinos generosos, pero los vinos de Alberto Orte no fortificados, tanto blancos como tintos, elaborados a partir de variedades autóctonas y con diversidad de clones de selección masal, han abierto un abanico de posibilidades comerciales con identidad propia a todo el Marco.