Herederas, propietarias, visionarias y viñadoras. Pero, sobre todo, apasionadas. El mundo del vino ha estado marcado por la presencia femenina desde el principio de los tiempos, aunque la labor de la mujer haya sido constantemente silenciada o velada por las costumbres masculinas de la época. Afortunadamente, la realidad de antaño se reduce a anécdota al llegar a nuestros días.
Hoy, el mundo del vino presume de ser igualitario prácticamente en todos los ámbitos que lo conforman, aunque todavía quedan cosas por hacer. Desde Cocinillas, brindamos este 8M con una selección de referencias que rinden homenaje al papel elemental de la mujer en la historia del vino.
La Viña de Mi Madre (Finca Albret)
“Lo importante es demostrar, día a día, el esfuerzo, la actitud y la profesionalidad”, sentencia Isabel López, directora técnica de Finca Albret, la bodega navarra donde elabora La Viña de Mi Madre, un reserva de cabernet sauvignon de terroir, procedente de un único viñedo viejo de unas tres hectáreas trabajado por diferentes generaciones de su familia: “Mi madre, y antes la madre de mi madre; cultura transmitida de viva voz, de sus manos a las mías”, destaca. “Un disfrute pleno, un vino en el que queda en evidencia la importancia del terruño, del origen, como la importancia en nuestras vidas de una madre”. Precio: 21,95 euros
Rajadero Enterrado (Altos de Chipude)
“Rajadero Enterrado habla de todas esas mujeres que dedicaron su vida a cuidar a los hombres del campo, en especial a mi Mamá Adoración”, adelanta la viñadora Gloria Negrín, propietaria de Altos de Chipude en La Gomera. Un homenaje a la costumbre ancestral de enterrar el vino junto a la viña para mantenerlo fresco, rescatada con el propósito de redondear un vino espectacular, como es Rajadero, y convertirlo en una obra de arte. Las botellas seleccionadas (apenas 100) de este blanco de forastera gomera que nace en las laderas heroicas del Parque Nacional de Garajonay, se entierran durante 6 meses para obtener una crianza que realza el carácter de la forastera gomera, variedad autóctona de la isla, aportando notas aún más atractivas y gastronómicas. Precio: 60 euros
Clea Crianza (Bardos)
“Las mujeres han sido, y siguen siendo, esenciales para el mantenimiento de las explotaciones agrícolas y de la vida en el medio rural, aunque en muchas ocasiones han sido relegadas a un segundo plano, por eso con este proyecto queremos impulsar proyectos liderados por ellas”, explica Richi Arambarri, CEO de la compañía de vinos Vintae. Bodegas Bardos y FADEMUR (Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de España) se unen para impulsar el emprendimiento femenino en el medio rural con el Proyecto Clea.
Un vino nacido en los viñedos más inhóspitos de la desconocida Ribera burgalesa y soriana, con páramos situados a mil metros de altitud, donde las condiciones son tan duras que las viejas vides sacan lo mejor de sí, y que nos habla de la valentía de las mujeres que cuidan de ellas. Cada año, un porcentaje de la venta de este vino se destina a financiar proyectos rurales para fomentar la innovación, la generación de empleo y la recuperación y conservación de elementos tradicionales. Una iniciativa que va dirigida a todas las mujeres rurales emprendedoras de España. Precio: 9,80 euros
La Honda Amontillado en Rama (Osborne)
Con más de 22 años de vejez, este amontillado untuoso, estructurado y soberbio, refleja un carácter propio inherente al terruño y la tradición bodeguera de donde proviene. “Es un vino íntimamente ligado a la historia de la familia Osborne y del Puerto de Santa María, un amontillado que supone el regreso de una marca que ha acompañado a los portuenses en sus aperitivos y comidas desde hace décadas”, explica Marcos Alguacil, director enólogo de Bodegas Osborne.
Pero aún hay más. Este vino no sería posible sin la intuición y el coraje de una mujer adelantada a su tiempo: Aurora Bohl de Faber y Ruíz de Larrea, viuda de Thomas Osborne. Fue ella quien salvó el legado de la empresa familiar y forjó el origen de lo que hoy conocemos. Y también quien descubrió la magia de La Honda, la solera que dos siglos después sigue marcando la personalidad de los jereces más singulares de la bodega portuense. Precio: 46 euros
Elas Albariño (Bodegas El Inicio)
El dibujo de la etiqueta representa a la mujer mariscadora de las rías, pero el nombre de Elas viene de “ellas”, las mujeres gallegas, fuertes, luchadoras, tenaces e incansables. Mujeres valientes que han plantado cara a las adversidades para sacar adelante esta magnífica tierra. Con 4 meses de crianza sobre lías y la personalidad típica de los albariños procedentes de minifundios, Elas representa la sutileza de la variedad, intenso en nariz, fresco, graso y envolvente en boca, con una acidez baja y un retrogusto largo y cambiante. Precio: 13,50 euros
Társila Amazona Tierra (Társila Bodegas y Viñedos)
La bodega vallisoletana toma el nombre de la nonagenaria que desde hace medio siglo dirige la finca en esta colección de vinos modernos inspirados en mujeres fuertes, valientes e independientes como ella. Compuesta por tres vinos (Aire, Tierra y Agua), la línea Amazona visibiliza la presencia, la importancia y el número cada vez mayor de las mujeres en el mundo del vino. “Mujeres como Társila Fernández, que han sabido imponerse y destacar en un mundo de hombres como es el de la agricultura y, en especial, el de la época en la que ella comenzó”, dicen sus familiares.
"Ella es nuestra fuente de inspiración: madre, abuela y bisabuela, amante de la naturaleza, fuerte e independiente. Ella es nuestra guerrera imbatible, nuestra mujer amazona". La propia matriarca participó en el diseño de las etiquetas junto a su nieta Raquel. Amazona Tierra es un blanco elaborado con una mezcla de variedades poco comunes en la zona (gewürztraminer y chardonnay) y otras más habituales (vedejo y sauvignon blanc), todas ellas vendimiadas a mano. Precio: 12 euros
Classica Gran Reserva Rosado (López de Haro)
La añada 2012 del rosado con vocación de guarda de Hacienda López de Haro pone en valor una categoría poco común en Rioja, la de los rosados de larga crianza, apoyándose en la imagen de Ramona Norberta de Albiz y Ruiz del Castillo, una mujer pionera en la elaboración de vino al estilo bordelés en la región durante el siglo XIX. Esta visionaria, nacida en 1768, heredó una gran superficie de viñedo e invirtió toda su fortuna en la construcción de una bodega equipada con tinas de madera, barricas y otros instrumentos venidos de Francia para elaborar como en Burdeos.
Este vino sirve para recordar el nombre de esta mujer que marcó un antes y un después en la región, y recuperar el estilo de vinos finos que dieron a Rioja relevancia mundial en el siglo XIX. Garnacha y viura de viñedos viejos ubicados en el Alto Najerilla, a las faldas de las Sierra de la Demanda, criado cuatro años en barricas bordelesas nuevas y usadas. Un vino sutil, que muestra todo su poderío desde la elegancia. Precio: 51 euros