Ahora han sido los 99 puntos Parker para Táganan Parcela Margalagua 2020, pero antes fueron los 98 de Palo Blanco 2020, uno de los pocos vinos blancos españoles que han conseguido alcanzar esa puntuación. Lo cierto es que ninguno de los vinos del proyecto de Envínate en Tenerife está por debajo de los 90 puntos; es más, casi todos rondan los 95. ¿Qué está pasando en Taganana?
“No solo está pasando en Tenerife. Desde hace 5 o 10 años, en España se está produciendo un movimiento muy bonito dentro del mundo del vino que hace que en cada zona haya una generación haciendo vino desde el viñedo y no siguiendo las modas, por eso actualmente hay tanta diversidad y tanta calidad, vayas donde vayas”, explica Roberto Santana, enólogo y fundador de Envínate junto a Laura Ramos, Alfonso Torrente y José Ángel Martínez. “Tenemos una identidad propia, y esta se reconoce y se valora cada vez más fuera de nuestras fronteras”.
Roberto, Laura, Alfonso y José Ángel se conocieron en 2004 estudiando enología en Alicante. “Cada uno éramos de una zona de España diferente y ninguno veníamos de familia de viñedos, pero sin embargo veíamos de la misma manera el mundo del vino”, explica el enólogo de origen canario. Se refiere a la filosofía compartida de defender los vinos frescos y atlánticos que muestran el terruño y las variedades locales, el trabajo con viñedos singulares y las elaboraciones adaptadas a las características de cada añada. “Hemos crecido desde cero juntos; en 2008 tuvimos la oportunidad de comprar una pequeña viña en Ribeira Sacra y ahí empezó todo”.
Durante los primeros años, lo que ganaban como enólogos y asesores en sus respectivos proyectos, lo invertían en hacer realidad Envínate, un grupo bodeguero que hoy cuenta con tres proyectos en tres zonas de elaboración: Ribeira Sacra, Albacete y Tenerife. “Hemos apostado especialmente por hacer vinos canarios porque vemos que hay un potencial que no ha sido explotado; en Canarias sigue habiendo viñedos a los que no atacó la filoxera, trabajados a partir de la tradición de hace generaciones, y esto se traduce en vinos una personalidad muy especial”.
El secreto del éxito de Envínate, comenta Santana, está en que han funcionado como un equipo desde el principio. “Todas las decisiones las tomamos entre los cuatro, teniendo siempre presente tres pilares básicos para nosotros: que nuestros vinos recojan la tipicidad de cada territorio, por eso estudiamos tanto los suelos a partir de su microbiota; el carácter de cada añada, porque de otra manera estaríamos haciendo Coca-Cola; y, por último, el cuidado de toda la gente que trabaja con nosotros en el viñedo, porque ellos son la verdadera alma de nuestros vinos”, presume el enólogo. “Cada vez damos más valor a mantener una buena armonía y una energía positiva en el viñedo, así como unos sueldos dignos que permitan tener una buena calidad de vida, porque todo esto también repercute en la calidad de la uva”.
Y lo han logrado. “Estamos contentos porque hemos conseguido el equilibrio en una superficie de hectáreas que podemos controlar (45 Ha entre arrendadas y propias) y que nos permite una estabilidad económica haciendo los vinos que realmente nos gustan, sin presiones comerciales”. Algo que solo es posible cuando se comparte una misma pasión y una filosofía de trabajo (y de vida) que no ha cambiado desde aquellos años de universidad.
¿Un vino canario con 99 puntos Parker?
Sí. Y, según el artículo de Luis Gutiérrez, miembro del equipo de Robert Parker en la prestigiosa guía de vinos The Wine Advocate, bien merecidos. En palabras del prestigioso crítico, Táganan Parcela Margalagua 2020 es un vino que muestra el carácter volcánico de los suelos en los que se ubica el viñedo y el clima atlántico más fresco del extremo noreste de Tenerife. En esta zona abundan los suelos de basalto rojo, un terruño que contiene pequeñas cantidades de hierro que, además de proporcionar un color característico al vino, también le aporta taninos más finos y hace que en nariz resulte perfumado y delicado, y en boca se muestre salino, profundo y elegante.
Un vino excepcional, resultado de la mejor cosecha de Parcela Margalagua que jamás hayan producido, de marcado carácter volcánico, salvaje como la propia isla. Un tinto elaborado a partir de listán negro y negramoll que, como todos los vinos de Envínate, es fiel reflejo del estilo de vinos que apasionan a este cuarteto como consumidores: frescos, con poca intervención y suficientemente transparentes como para que el terruño se sienta en cada copa. “El vino está en el viñedo, por eso nosotros intentamos interpretar todo lo que ha pasado allí con la máxima sensibilidad posible”, resume Roberto Santana.
Cuando preguntamos qué supone para Envínate entrar en la lista de los mejores vinos del mundo, el viticultor canario lo tiene claro: “Nosotros no hacemos los vinos por las puntuaciones, sino a partir del viñedo, queremos que sean ellos los que hablen de cada zona y lleven a ese paisaje único, pero sin duda es un reconocimiento importantísimo a nuestro trabajo. Estas valoraciones lo que nos están diciendo es que cada año entendemos más la parcela, la uva, que cada vez interpretamos con mayor precisión el viñedo y afinamos más, que vamos por el camino correcto y que seguimos aprendiendo, desde la humildad”.