No hay pandemia que frene nuestras ganas de celebrar, de pasar un buen rato con amigos, y la muestra está en que el consumo de vino no sólo no ha disminuido en el último año sino que ha fomentado nuevas rutinas, dentro y fuera de casa, y ha dado alas a proyectos frescos e interesantísimos en los que el vino es el protagonista.
Son templos que promueven otras formas de beber vino, y que en apenas un año se han convertido en esenciales para recuperar el aliento y levantar el ánimo en compañía después de muchos meses de aislamiento. Recorremos las nuevas paradas obligadas en Madrid y confirmamos que, efectivamente, aquí somos muy de bares de vinos.
Berria Wine Bar
- Dirección: Pl. Independencia, 6
- Teléfono: 664 86 43 22
Al estilo de los wine bars de Londres o Nueva York, Berria se ha instalado junto a la Puerta de Alcalá para marcar un antes y un después en el panorama vínico madrileño.
Con una carta que ronda las 1000 referencias de todo el mundo, 56 de ellas por copa que rotan cada semana y cuyos precios oscilan entre los 5 y los 100 euros, y el novedoso concepto de ‘media copa’ para poder probar más etiquetas sin miedo, este proyecto nace de la ilusión de Gabriela Alcorta, decoradora con larga trayectoria en el sector del lujo en Madrid, de inaugurar un verdadero lugar de referencia en Madrid en materia de vinos.
Un espacio donde poder disfrutar de grandes vinos por botella pero sobre todo por copa, de referencias de todo tipo y para todos los gustos y bolsillos, a partir de una carta en constante movimiento. “No queremos que nuestra cava sea un museo, queremos que se mueva”, afirma la cara visible de Berria.
Tomás Ucha Altamirano (ex Mugaritz y Les 110 de Taillevent de Londres) lidera un grupo de 7 sumilleres jóvenes pero sobradamente preparados que han tenido vía libre para crear la carta de vinos de sus sueños. Más de 400 tintos y otros 800 fuera de carta, lo mismo para blancos, 300 espumosos, jereces, oportos, joyas de todos los colores y nacionalidades, y hasta destilados viejos.
Berria es un local amplio y diáfano, te techos altos y enormes cavas de vino a la vista, que cuenta con una agradable terraza en la Plaza de la Independencia, frente al Retiro, y que se suma a la corriente de seductora elegancia de los cercanos Ramsés y Aarde, aunque sin buscarlo. Aquí el protagonista absoluto es el vino. La comida, sencilla, basada en la materia prima y pensada para acompañar el trago), es secundaria. Y el ambiente atrayente y deseable, se produce solo. Esa es su magia.
Coalla Madrid
- Dirección: Serrano, 203
- Teléfono: 911 08 31 44
La distribuidora de productos gourmet asturiana ha abierto en Madrid y es otro de los lugares de los que todo el mundo habla. Razones no les faltan. Coalla es mucho más que una una tienda de vinos. La casa original, inaugurada en Gijón en 1955, ofrece en la capital un punto de encuentro de dos plantas que cuenta con una terraza urbana y una barra central que sirve como despacho de quesos y chacinas.
Las estanterías de abajo están repletas de productos gourmet de las principales marcas nacionales. Y arriba, el paraíso de los amantes del vino. Miles de botellas de vino para elegir entre blancos, tintos, espumosos, generosos, grandes referencias y también rarezas difíciles de encontrar, que pueden consumirse allí mismo a precio de tienda. Servidos, por supuesto, en perfectas condiciones y acompañados de una carta de tapeo de lujo. Un lugar sin pretensiones ni decorados, con mesas altas y taburetes, donde el producto es el que manda.
Propaganda Jorge Juan
- Dirección: Jorge Juan, 21
- Teléfono: 912 44 56 19
El ‘Propa’ de la calle Libertad tiene desde hace unos meses un hermano en Jorge Juan, con el mismo concepto de vinatería italiana que en Chueca, pero con un espacio más amplio y una carta más adaptada a los gustos de la calle gastronómica de moda.
En el barrio de Salamanca faltaba un lugar donde tomar un vino sin complejos y sin parafernalia, con un buen plato de pasta casera (y muy muy italiana) para compartir. La oferta de vinos italianos de Mattia Pierantoni no sólo es la mejor de la milla de oro madrileña, sino que puede que esté entre las mejores de Madrid. Por no hablar de la selección de champanes que él mismo se encarga de comprar a pequeños vignerons.
Los domingos, su ya famoso (y espléndido) Champagne Brunch es el mejor plan para descubrir la singularidad de la propuesta gastronómica y la oferta líquida de este bar de vinos con corazón, al que no cuesta volver cuando se tiene la ocasión.
Batch
- Dirección: Mercado de Vallehermoso (Vallehermoso, 36)
- Teléfono: 608 31 45 40
El Mercado de Vallehermoso es otra de esos espacios en los que no dejan de pasar cosas interesantes, y con los que no puede ninguna pandemia. Al lado del fantástico Tripea de Roberto Martínez Foronda (recién galardonado con el Bib Gourmand de la Guía Michelin), se encuentra este -por ahora- desconocido bar de vinos en el que cada vez cuesta más hacerse un hueco.
La oferta de Batch está llena de etiquetas molonas, fermentados y todo tipo de rarezas ecológicas que llaman nuestra atención desde el mostrador. Un puesto especializado en vinos 'verdes' (aunque no lo parezca, tienen más de 70 referencias) recién llegado al mercado, que empieza a dar que hablar con una propuesta muy sugerente de referencias naturales poco o nada conocidas hasta para el público más experimentado, y una cocina de temporada sencilla y de inspiración nórdico-francesa para abrir boca.
La Cruda
- Dirección: Divino Vallés, 28
- Teléfono: 910 24 28 95
Para hablar de La Cruda antes hay que hablar de Bendito Vinos y Vinilos, el sitio de moda del Mercado de San Fernando (Embajadores, 42). Gamberro y musical, este bar de vinos es una especie de oasis para melómanos y winelovers en Lavapiés. Una tienda-bar de quesos, embutidos y vinos ecológicos de pequeños productores, a precios asequibles, que lleva poniendo el hilo musical (normalmente rock y siempre en vinilo) a este mercado de abastos desde 2013.
Pues bien, Bendito ha tenido un bebé y se llama La Cruda. Un nuevo proyecto del que hay poco escrito en las redes porque la idea es que vayamos a descubrirlo in situ. Pero te adelantamos que tiene terraza y que ofrece desayunos y comidas. Una propuesta distinta a la de San Fernando, pero con la misma debilidad por los vinos naturales, que no puede faltar en la reedición de nuestra 'lista definitiva' de bares de vinos de Madrid.
Proper Sound
- Dirección: Raimundo Lulio, 16
- Teléfono: No disponible
Aunque para pasión musical la del nuevo local de los creadores de Toma Café en Chamberí. Los responsables de este pequeño local dedicado al café de especialidad en Malasaña se cambian de barrio para continuar inculcándonos las bondades del tostado de calidad. Con una singularidad, en Proper Sound también hay sitio para el vino.
A su propuesta habitual de cafés, desayunos y repostería artesanal, el tercer local de Toma Café propone una cuidada oferta de vinos naturales de pequeñas bodegas españolas, francesas, portuguesas y georgianas que no pasa desapercibida. Vino, y también música, porque este apetecible espacio también funciona como ‘listening bar’ alejado del bullicio capitalino. Aquí se viene a desconectar del exterior para conectar con los sentidos, dicen sus feligreses. Con un café, o un vino, como compañía.
Entretanto Casa de Vinos
- Dirección: Modesto Lafuente, 52
- Teléfono: 912 81 15 40
Paqui Espinosa es una valiente. La dueña de Palo Cortado no tenía suficiente con mantener a flote su taberna junto a la calle Ponzano durante este año difícil, que decidió lanzarse a dar vida a un nuevo proyecto. Fruto de ese coraje surge Entretanto, una coqueta tienda de vinos en la que también es posible degustarlos.
Como en la casa madre de la calle Espronceda, aquí también encontramos una completa carta de jereces. Pero la oferta de Entretando va más allá y ofrece una selección viva de etiquetas que recorren toda la geografía española, pasando por Champagne y llegando a otras regiones vinícolas del Viejo y del Nuevo Mundo.
En sus escasas pero concurridas mesas altas se pueden descorchar cualquiera de las botellas de la tienda, y acompañarlas de una tabla de quesos, unas chacinas o un picoteo a base de laterío gourmet.