Que la Covid-19 ha modificado nuestras costumbres es algo que en España empezamos a ver de diferentes formas. También en el vino han cambiado las cosas.
Mientras bodegas y denominaciones de origen se esfuerzan por adaptarse a la nueva realidad y a la crisis que ya sobrevuela sobre sus cabezas, los restaurantes se mantienen cautos comprando sólo lo imprescindible, esos básicos que nunca fallan, y el consumidor aprende a vivir con la incertidumbre adquiriendo vino en Internet y disfrutándolo en casa como un preciado elemento de desconexión.
Hemos hablado con los protagonistas del cambio para determinar las 7 claves que marcarán el antes y el después en el sector enológico tras la pandemia. Así es como ha cambiado durante los confinamientos y así será, con suerte, el mundo del vino en 2021, cuando todo esto pase.
1. Transformación digital obligatoria
“La elaboración de vino es un arte en sí mismo para el que se requiere ser creativo”, comenta Miguel Ángel Gayubo, presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero. “La pandemia está demostrando que nuestro sector es resiliente y sabe adaptarse a los tiempos difíciles que nos toca vivir. Muchas bodegas han reforzado su canal de venta online, otras que carecían de él se han animado creando esta vía de comercialización. Hemos podido asistir a catas virtuales de todos los rincones del mundo, lo que hace apenas un año podría resultar impensable. Y todo ello sin perder el factor humano, que en el mundo del vino es muy importante, intentando acercarnos a los consumidores desde el cariño que profesamos por nuestra forma de vida”.
La reinvención es necesaria y es una realidad en el sector desde que comenzó el confinamiento el pasado 15 de marzo. Mientras la hostelería cerraba o trabaja solamente en parte y las ventas caían vertiginosamente, las apuestas recayeron entonces en aquellos puntos de venta que sí funcionaban: las tiendas de alimentación (supermercados e hipermercados) y la venta online. Un cambio que ha seguido vigente durante el desconfinamiento.
“Creemos que estos tiempos están haciendo cambiar las costumbres y disipando los recelos de muchos consumidores a la hora comprar online sus vinos favoritos”, aporta Eduardo Sáinz Marotías, director General del Grupo Bodegas Riojanas. “A su vez, las redes sociales ayudan en el reconocimiento de las marcas, que ahora más que nunca se dan cuenta de la importancia que juegan en la construcción y reconocimiento de marca. Los periódicos y revistas online también ganan en importancia; si antes ya crecía el número de lectores de publicaciones digitales, con la pandemia ha crecido todavía más”.
“En este sentido, las bodegas debemos entender que la relación con el consumidor se acorta tanto en materia de comunicación como comercial, y que los pasos para llegar al consumidor e influir en su decisión de compra son menos. Por lo tanto, tenemos que ser más flexibles y dinámicas para no perder ventas, en pro de otros competidores más rápidos o que hayan sabido adaptarse antes que Sáinz Marotías.
2. Más vino en casa pero más barato
Si algo está claro es que el mundo digital es y va a ser uno de los principales canales que busque el consumidor de vino después de la pandemia, por lo que bodegas, distribuidores y tiendas están apostando por el desarrollo de la actividad en sus redes sociales y páginas web, potenciando acuerdos con tiendas online.
Los momentos y lugares de consumo están cambiando, y esto también influye en el precio de los vinos buscados por el consumidor. Que uno de los principales canales sea el de alimentación es un condicionante de este factor, pero también que los vinos se disfruten en casa, con los convivientes o seres queridos y amigos más cercanos. “Esa ‘recompensa’ o momento de ocio que suponía salir a comer o cenar a un restaurante, ahora se realiza en casa”, apunta Eduardo Sáinz.
El consumidor ha dejado de descorchar en su hogar una botella de vino únicamente para celebrar los momentos especiales. Ahora lo hace por el mero hecho del disfrute de una copa durante un momento de relax. “El coronavirus, aparte de acelerar el proceso de transformación digital y de alterar la comunicación con el cliente final del vino, ha introducido otras variables como el relanzamiento del consumo del vino en el hogar como elemento de disfrute, algo a lo que las bodegas nos tenemos que adaptar a través de diferentes canales y formatos”, argumentan desde Bodegas Riojanas.
Por otro lado, el hecho de que la mayor parte de las ventas se realicen ahora en el canal alimentación o en las compras en la red, hace que las marcas más fuertes se vean beneficiadas por tener una mejor distribución en todo el territorio y un conocimiento e imagen de marca ya arraigados. No obstante, observa Sáinz, “creemos cuando termine la pandemia habrá muchas más bodegas que ofrecerán portales de venta de vino para un consumidor ya confiado en la seriedad de estas tiendas online”.
3. Apoyo a la hostelería
Con el objetivo de no perder la cercanía con el consumidor y seguir promoviendo el consumo, la mayoría de las bodegas organizan y agendan catas virtuales con sus clientes para presentarles nuevas añadas y nuevos vinos, pero, ¿qué pasa con la hostelería mientras tanto? Para echarle una mano también surgen nuevas iniciativas.
“Con el fin de apoyar a la hostelería, hemos desarrollado una nueva estrategia de 'vino a domicilio' para que los restauradores puedan ofrecer nuestros vinos en su menú de delivery a un precio asequible, tanto para restaurador como consumidor, y seguir potenciando el consumo de vino en esta hostelería reinventada", responde Antonio Barrios, Director comercial de Familia Fernández Rivera. Y este es sólo un ejemplo.
En España, el 70% del consumo de vino se produce en bares y restaurantes. “Este 70-30 solo existe en nuestro país, en el resto de Europa cerca del 80% de las ventas de vino se las lleva el consumo en casa y las tiendas de alimentación. Salir a comer o a cenar, o simplemente a tomar vinos, es muy español, y en cuanto podamos hacerlo regresaremos”, destaca con optimismo Santiago Mora, director general de la D.O. Rueda. “Nos gusta vivir en las calles y estar en los bares, es algo cultural, un concepto muy asociado a nuestra forma de vida”.
4. El valor de las D.O.
“Desde las denominaciones de origen se está trabajando con prudencia e intentando maximizar todas las comunicaciones tanto con los viticultores y bodegueros como con los propios consumidores. El momento más delicado ha sido el de las vendimias, pero podemos decir que se han superado de forma tranquila y sin brotes que lamentar”, expone Gayubo desde la Ribera del Duero.
Para Mora, de la D.O. Rueda, no todo es negativo: “El consumo de vino en nuestro país podría crecer y reafirmarse; otro movimiento que se está produciendo es la importancia del canal donde se venden los vinos. Las marcas, que en época de crisis se convierten en valor refugio. Y por supuesto las denominaciones de origen, que ahora más que nunca cumplen su función de garantía de calidad”.
5. Enoturismo seguro
“El valor sobre las medidas higiénico-sanitarias y de seguridad que hasta la llegada de la pandemia se daba por hecho, ahora ha cobrado pleno protagonismo, y cuando superemos esta situación será un punto a tener en cuenta que hasta ahora no considerábamos”. Lo dice el director de la Ruta del Vino Ribera del Duero. “A partir de ahora, cuando busquemos alojamiento, restaurante o una bodega para visitar, querremos que tenga wifi, un buen aparcamiento, pero también nos importará su protocolo de seguridad. Se trata de un servicio más que el establecimiento debe avalar en su oferta”.
“En el caso de las bodegas, si ya eran espacios con altas medidas higiénicas por la producción del alimento que es el vino, ahora estas medidas se han extremado y muchas de ellas se han implementado para quedarse como parte de los protocolos de trabajo”, añade Miguel Ángel Gayubo. “La huida de la masificación podría servir como un revulsivo para que otro modelo de turismo, caracterizado por disfrutarse en grupos pequeños, sin prisas, también salga beneficiado”.
Sáinz Marotías, de Bodegas Riojanas, asegura que están trabajando de forma activa desde el desconfinamiento en materia de enoturismo. “El número de visitas creció de forma significativa en los meses de verano. Para ello, adaptamos tado todo nuestro protocolo interno e implantamos las medidas necesarias para garantizar la seguridad de nuestros visitantes. Y seguiremos funcionando en esa línea”.
6. La copa siempre medio llena
Las ventas de vino en España han sufrido un descenso que no se ha compensado del todo por la exportación. El mercado mundial vive un año lleno de incertidumbre ante las diversas amenazas que afectan al sector, como son la pandemia de coronavirus, el BREXIT, los ‘Aranceles Trump’ o la crisis de las importaciones chinas, según destaca Rafael del Rey, director general del OeMv.
Tiempos oscuros para un sector que bodegas, denominaciones y canales de venta se esfuerzan por mantener lejos de la catástrofe. Y es que para todo hay una lectura negativa y otra positiva. Lo explica el director general de la D.O. Rueda: “La negativa tiene que ver con la crisis económica que va a quedar después de la pandemia, pues al final el vino no es producto de primera necesidad. Y la positiva se refiere a esos hábitos diferentes de consumo en casa, esos nuevos momentos para beber vino como disfrute y relajación que antes no existían con tanta incidencia en España".
"Esta parte tan positiva esperamos que pueda reforzar el consumo en un país que no deja de ser uno de los grandes productores de vino del mundo y que, sin embargo, en materia de consumo per cápita sigue estando muy lejos de otros con más tradición, como puede ser Portugal, que nos duplica o triplica”.
El presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero secunda la moción de Mora: “La pandemia nos ha obligado a tener una mayor presencia en el comercio electrónico y es algo bueno que podemos sacar de todo esto. Por otro lado, la paralización del canal HORECA, sin duda, está afectando al sector, pero también nos está haciendo ver que tenemos que explorar más vías para distribuir nuestro producto. Creo que de esta crisis saldremos fortalecidos todos, aunque todavía es pronto para evaluar a qué coste”.
“Tras el parón en seco que se produjo en marzo, muchas bodegas han visto cómo sus ventas online han subido exponencialmente. Ahora lo difícil es mantenerlas en el tiempo y que ese canal sea una pata más en la que apoyarnos”, termina Gayubo.
7. 2020: una cosecha excelente
La Compañía de Vinos Vintae ha acabado la vendimia en las 14 zonas donde elabora y augura una añada de gran calidad en todas ellas. “Para los blancos va a ser excelente", afirma su director técnico y enólogo, Raúl Acha. “Y en tintos esperamos vinos con fruta, potencia y buena acidez. Va a ser un año de vinos muy equilibrados”.
Estos buenos resultados no eran predecibles dadas las dificultades que ha habido en el campo por la amenaza de las enfermedades fúngicas en casi todas las zonas de elaboración del territorio nacional. “El reto ha sido conseguir un buen equilibrio de producción en el campo”, explica Richi Arambarri, CEO de Vintae.
En el mundo del vino los movimientos siempre son lentos y a largo plazo, “pero todo sector que vive del campo depende de los azares de la naturaleza y tiene experiencia en sus reveses”. Por eso Arambarri confía en algo que el mundo del vino ya tenía antes de la pandemia, algo que será fundamental para superar este revés: “El valor que hace que las viñas y los viticultores sigan generación tras generación: la resiliencia”. Un concepto que ya formaba parte del lenguaje enológico.
“Se cree que será una añada excepcional. La calidad de la uva ha superado cualquier expectativa. Esperemos que eso contribuya a tener al menos un buen recuerdo de este triste año”, confía el Presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero.
“En Rueda ha sido una cosecha excelente. Además, este año será el primero en el que se lance el denominado Gran vino de Rueda”, dice el director general de la D.O. Una nueva contraetiqueta adaptada a las exigencias del consumidor actual, que se encargará de hacernos olvidar un año lleno de dificultades.
Desde el Grupo de Bodegas Riojanas también defienden con orgullo la vendimia que llevará el ‘número maldito’ en la etiqueta: “Sin duda, estos magníficos vinos serán uno de los grandes y desgraciadamente escasos legados que nos dejará 2020”.