El icónico hotel de tres torres gigantes en Singapur con casi 50 restaurantes y cafés

El país más pequeño del Sudeste Asiático, es también uno de los más estimulantes. Y ese no es otro que Singapur, una isla, que también es ciudad y estado en sí mismo, con una dimensión de apenas 700 kilómetros cuadrados, siendo incluso más pequeño que la isla balear de Menorca. 

Es de tamaño reducido sí, pero eso no quita que sea también uno de los paraísos para cualquier amante de Asia, porque dentro de sus fronteras, lo tiene todo. Cultura, patrimonio, una China Town, un Little India, los famosos hawkers o food centers, paraíso de la cocina callejera y un icono que a su vez, es un hotel.

¿Desde cuándo un hotel forma parte de lo más importante que conocer en una ciudad y de su propio skyline? Los hay impresionantes por todo el mundo, pero ninguno como el que hoy nos ocupa. Se llama Marina Bay Sands, abrió sus puertas en 2010 y estamos seguros de que alguna vez, has divisado sus icónicas tres torres, coronadas por una plataforma que las une entre sí.

Pues dentro de ese conglomerado, que es también una de las principales atracciones turísticas del país, se encuentra un edén gastronómico, formado por más de 45 restaurantes y cafés, algunos de ellos firmados por un plantel de chefs estrella de fama mundial.

Un paraíso gastronómico con opciones para todos

¿Se puede tener tantos espacios dentro del mismo lugar? Se puede y se hace realidad en Marina Bay Sands. Muchos están dentro de sus torres, otros tantos, en The Shoppes, un centro comercial de lujo conectado con el propio hotel. Entre ambos suman la friolera de 47 espacios gastronómicos, con opciones de todo tipo de cocina y adaptadas a todos los bolsillos.

El hotel ha fichado por grandes estrellas de la gastronomía, con nombres como el de Gordon Ramsay, Wolfgang Puk, Tetsuya Wakuda o Daniel Boulud. Todos ellos cuentan con espacios dentro de Marina Bay Sands donde disfrutar de su genuina cocina, como Bread Streat Kitchen de Ramsay, especializado en cocina europea con toques británicos, el DB Bistró y oyster bar de Boulud o Spago Dining, que trae directamente de Berverly Hills, la cocina de tintes californianos y viajeros de Wolfgang Puk. 

Si tuviésemos que quedarnos con alguno en concreto, sería con los dos espacios que firma el japonés afincado en Australia Tetsuya Wakuda. Uno es su gastronómico, Waku Ghin, un dos estrellas Michelin de alta cocina japonesa, de la mejor que se puede probar en todo el país. Mientras que el otro es Wakuda, una opción más relajada con menú de mediodía y carta por las noches, de entre los que probar platos fantásticos como su bara chirashi, un bowl de arroz y distintos tipos de pescado y marisco y creaciones que utilizan en exclusiva materia prima como la trucha oceánica de Tasmania o el mozuku (algas) de Okinawa. 

A partir de aquí, las opciones son casi infinitas. Hot pots, pizzas (atención a las de Roberta's, llegado directamente de Nueva York), hamburguesas, ramen, cocina hindú, noodles y cocina local, como la que practican en Jumbo Signatures, con restaurantes por toda la ciudad y uno de los chili crab más premiados de Singapur. 

A todo ello se une una especial colección de restaurantes de origen chino, como los imprescindibles Imperial Treasure o Mott 32, donde probar platos signature como el cerdo ibérico asado y glaseado con miel de Yellow Mountain y el pato pekinés asado en madera de manzano.

También los dim sum cobran protagonismo y lo hace en dos de los grandes restaurantes que se encuentran también en Marina Bay Sands. Uno es Din Tai Fung, mundialmente conocidos por sus xiao long bao y el otro, una sede de Tim Ho Wan. Esta cadena nació en Hong Kong y solo un año después de abrir su primer restaurante en Mong Kok, lo reconocieron con su primera estrella. Lo harían por bocados como sus baked BBQ pork buns, el plato estrella, que son unos dim sum con un equilibrio perfecto, con el exterior crujiente y con un punto dulce, que esconde un guiso de cerdo barbacoa totalmente adictivo. 

Y no solamente restaurantes

Restaurantes los hay a decenas, pero Marina Bay Sands no se queda corto en cuanto a opciones dulces o de cafés. El aroma a ambos fluye en el ambiente y será imposible resistirse a probar las delicias de cualquiera de ellos.

La tarta de chocolate salado y naranja de Blossom + Origin es todo un portento, al igual que el Mont-Blanc de merengue, nata y crema de castañas de Angelina. Y para reponer fuerzas, lo mejor es dejarse caer por TWG Tea, que ofrece hasta 1000 tés diferentes procedentes todos de una misma finca, con los blends más exclusivos del mundo. Hasta cuenta con una sede de Starbuck's Reserva, otro de los brazos del gigante cafetero en el que venden cafés de diferentes orígenes del mundo, que elaboran en artilugios dignos de un amante cafetero como la Chemex o su propia cafetera patentada Clover. 

Una de las últimas incorporaciones ha sido la de Bacha Coffee, la célebre firma que arrancó en 1910 en el palacio Dar el Bacha de Marrakech. Con esa estética precisamente palaciega, han llegado a The Shoppes con sus más de 200 diferentes tipos de café, que preparan tanto calientes, como fríos y lo hacen al momento. ¿El plus? Que los puedes acompañar con chantilly recién montada y con el toque de la casa, vaina de vainilla molida como topping.

Si vale la pena por el café, también lo hace por la propuesta gastronómica con la que lo acompañan. Huevos revueltos con trufa negra, french toast con pollo y jalapeños, un fantástico club sándwich o los imprescindibles croissants. Los tienen de tantos sabores como puedas imaginar. De chocolate, limón, pistacho, naranja y almendra, queso comté, arándanos y lavanda o el que han elaborado en honor de uno de los desayunos preferidos de los singapurenses, la kaya toast. 

Un hotel de cifras impresionantes

Si impresiona el despliegue en materia gastronómica, también lo hacen sus datos. El hotel tiene nada menos que más de 2200 habitaciones y suites, gran parte de ellas recién renovadas gracias a una inversión de 1 billón de dólares. Se distribuyen en 55 pisos y tres torres inclinadas, teniendo una de ellas una inclinación de hasta 26 grados, lo que lo convierte en uno de los hoteles más complejos jamás levantados. 

Estas tres torres están coronadas por el Sands SkyPark, lo suficientemente grande como para estacionar cuatro aviones -y medio- del modelo A380, el avión comercial más grande del mundo. ¿Sabías que allí está también la piscina infinity más grande del mundo? Se alza 200 metros sobre el suelo y tiene una superficie de 150 y solo es accesible para huéspedes.

A lo que cualquiera puede acceder es a su plataforma de observación que ofrece las mejores vistas de Singapur. A un lado el skyline y al otro el mar de China Meridional y los Gardens by the Bay con su supertree groove, unos árboles de gran tamaño que forman un jardín vertical, inspirados en 'Avatar'. 

¿Más reclamos? Un casino, un teatro, espectáculos de luz y agua cada noche frente a la marina y un museo, el ArtSciencie Museum, el primero en Asia dedicado a explorar los cruces entre arte, ciencia y tecnología, que alberga un curioso edificio con forma de flor de loto.