Un plato, un vino y un helado para disfrutar de la mejor gastronomía de Verona
La ciudad de Romeo y Julieta es perfecta para un fin de semana. Pequeña, manejable y con todo el encanto de una ciudad italiana, en la que comer de cine, beber mejor y disfrutar de un gelatto veramente italiano.
31 mayo, 2024 06:00Escenario de epopeyas de Capuletos y Montescos y de una de las historias de amor más bonitas y trágicas de la historia, la de Romeo y Julieta, Verona se alza como esa ciudad que nada tiene que envidiar a las grandes urbes italianas.
Situada en el norte del país, en la región de Véneto, es una joya que se ha mantenido vibrante a lo largo de los siglos. Fundada en la época romana, es una ciudad donde la historia y la modernidad se entrelazan en un delicado equilibrio, ofreciéndonos un viaje en el tiempo, uno que va más allá de los versos del maestro Shakespeare.
Dar un paseo por el centro storico, donde encontrarás amplias plazas, la casa de Julieta y numerosas iglesias, conocer la Piazza Bra, que es la plaza principal de Verona, un espacio abierto enorme con cafés al aire libre o la Piazza delle Erbe y por su puesto la Arena de Verona, un anfiteatro romano de los mejor conservados, que aún se utiliza para eventos y conciertos, son solo algunos de los planes en esta ciudad.
Además de sus muchos reclamos turísticos, donde no puede faltar admirar la vista desde lo alto en el Castel San Pietro, Verona, como buena ciudad italiana, también es cuna de una herencia culinaria propia de la zona.
Son famosos embutidos como la soppressa, elaborado con carne de cerdo y especias, platos como el risotto all' amarone o la pastissada de caval, un guiso de carne de caballo que se remonta a tiempos romanos. ¿Estamos ante una ciudad para comérsela? Sin lugar a dudas. Así que vamos a recomendarte un plato, un vino y un helado para sacar el mayor partido a una ciudad que vive más allá de sus clichés.
Osteria da Ugo: la tradición en la mesa
El plato -o más bien platos- para conocer toda la diversidad de la cocina veronesa, nos espera en Osteria da Ugo, un emblema de la cocina tradicional en la ciudad. Si nos remontamos al concepto que se tenía de osteria en el Véneto, se trataba de espacios donde lo que se servía era el vino producido por la familia. Contaban con una cocina adyacente al local, donde eran las mujeres las que cocinaban, siempre platos sencillos, elaborados con ingredientes fáciles de encontrar, muchas veces incluso de su propio huerto.
Con el tiempo, el concepto evolucionó y unió vino, cocina y hospitalidad. Y precisamente de esta forma nacía Osteria da Ugo, un lugar donde se le da importancia a todo ello, respetando la tradición veronesa en la mesa. Era 2007 cuando Michela y Ezio se hicieron cargo del restaurante, manteniendo el nombre del anterior dueño. Consiguieron convertirlo en un clásico, en un restaurante que todos recomiendan en Verona. Y no solo por lo acogedor del espacio, sino por la calidad de su cocina.
El menú ofrece platos típicos de la cocina veronesa. Para empezar, proponen un plato con una mezcla de embutidos locales, donde reina la soppressa y los quesos que se elaboran en las colinas veronesas, como el célebre Monte Veronese.
Seguimos con sus platos de pasta, entre los que destacan los fantásticos tortelli di Ugo, rellenos de espárragos y ricotta con guanciale y queso Vezzena o los bigoli con ragú de pato, una pasta fresca al huevo hecha a mano, que toma la forma de espaguetis de gran tamaño.
Aunque para nuestra cultura resulte complicado comer carne de caballo, en esta osteria es toda una exquisitez. Lo preparan como un filete a la plancha acompañado de cebolla morada caramelizada y parmesano. También hay otras opciones como el filete de conejo con crema de espárragos o el clásico bacallà alla vicentina, una elaboración típica del Véneto, preparada con bacalao seco.
Vino Liquori Giovani Zampieri: donde el aperitivo es sagrado
En una de las calles detrás de la icónica Piazza Bra, cada tarde se reúnen decenas de veroneses en un pequeño lugar, un wine bar que es la sensación de la zona. En realidad es el preludio de Osteria La Mandorla, como también se conoce al lugar.
En cuanto a vinos, la ciudad y toda la región son también un epicentro de excelencia vitivinícola. La provincia de Verona ofrece una diversidad de vinos que se sitúan entre las grandes referencias italianas. Desde los robustos tintos de Valpolicella hasta los elegantes blancos de Soave, sin olvidarse de los ligeros Bardolino, que se crían a orillas del Lago di Garda.
Y todos ellos están presentes en este recoleto espacio con mucho encanto, con una terraza en la que en hora punta, no cabe un alfiler, por lo que la gente bebe sus vinos naturales y birras artesanales en plena calle. Tienen cerca de una treintena de referencias por copas, con una oferta muy dinámica que va cambiando. ¿El mejor momento para visitarlo? La hora del aperitivo, que en Italia es por la tarde. Acompáñalo de alguna de las opciones de sus arancini caseros, para vivir lo que significa realmente esta tradición italiana.
Jurri L'Arte del Gelato: los mejores helados de Verona
Una visita a Verona no estaría completa sin un gelato, otro de los grandes emblemas del país, reflejo de la pasión italiana por los postres bien hechos, combinando tradición, innovación y una calidad insuperable. Y con esas máximas, está la que posiblemente sea la mejor heladería de la ciudad, Jurri L'Arte del Gelato.
Fundada en 2003 como una pequeña heladería para llevar, es el lugar donde encontrar helados de alta calidad y no solo por su elaboración, sino también por la materia prima que utilizan, orgánica, natural y de Km. 0, para ofrecer un producto cada vez mejor, sin colorantes ni conservantes.
Las opciones aquí son casi infinitas, pero pasan por helados con nombre y apellido como el de leche fresca de montaña, el chocolate bio, cremino, el helado de pistacho de Bronte, los de nocciola del Piamonte, limones de Sorrento o el de caramelo salado con vainilla de Madagascar.
Preparan también granitas (granizados) de fruta fresca, batidos, cafés arábica procedentes de comercio justo y dulces irresistibles como la mantonella, una especie de corte de helado con galleta, relleno de un semifreddo de pistacho.
Todo ello te espera a apenas dos horas de distancia desde Madrid y se puede conocer fácilmente, gracias a la nueva ruta aérea que ha lanzado Volotea, reconocida “Mejor Aerolínea Europea de bajo coste 2024” en los World Travel Awards. Estrenan vuelo directo entre la capital y la ciudad del norte de Italia, con salida los viernes y regreso los lunes, perfecto para disfrutar de un fin de semana largo en esta coqueta y romántica urbe.