¿Imaginas montar un puesto de comida en tu dormitorio y vender los platos a los transeúntes a través de la ventana? ¿Imaginas, además, hacerlo en Noruega, un país que ama el orden y la ley por encima de todo? No parece la mejor idea del mundo, ¿no? Pues a Jonathan Larsson sí se lo pareció.
[La comida típica de Noruega que querrás probar si viajas a este país]
Cuando era estudiante, en el verano de 2013, este joven sueco decidió comenzar a servir waffles noruegos en Oslo desde su habitación para lograr un dinero extra con el que poder sobrevivir a la vida tan cara de la ciudad. Sobre la ventana, que daba a la calle, colgó un cartel con el menú y los precios de cada producto. Además de waffles, Jonathan también servía café, té y refrescos. "A día de hoy todavía no estoy seguro de por qué lo hice", confiesa entre risas.
Sin embargo, sus waffles se convirtieron en un éxito rápidamente. Llamó al negocio 'Haralds Vaffle' en honor a la calle en la que se encontraba su casa y muchos vecinos comenzaron a acudir a su ventana para comprarlos; hasta que un día se lo cerraron por no contar con las licencias necesarias. "Lloré un poco cuando llegaron", recuerda.
Sorprendentemente, los medios más importantes del país se hicieron eco de lo sucedido. Tal y como asegura Jonathan, fue una de las noticias más leídas de 2014. Dos días después de su publicación, recibió un correo donde le indicaban que podía reabrir su negocio.
[El espectacular restaurante flotante en medio de un fiordo que recuerda a El Menú]
Y lo hizo. Volvió a la carga el sábado 13 de septiembre de 2014 bajo el lema 'Waffles for freedom' (Waffles por la libertad) y con la promesa de donar todo lo recaudado a Amnistía Internacional. La cola de espera era gigante y apenas podía atender a toda la gente, pues no tenía personal ni ningún tipo de ayuda, pero ellos esperaron pacientemente su turno.
Aun así, continuó abriendo su dormitorio-tienda de waffles cada fin de semana durante cuatro años. Hasta que finalmente lo echaron: "Por supuesto, hubo muchos problemas con las regulaciones, el propietario y todo eso. Fue algo realmente estúpido". "No puedes vender gofres desde tu habitación", admite, finalmente.
[Guía dulce de Oslo: dónde puedes comer los mejores 'kanelboller' de toda la ciudad]
Tras esto, en 2017 decidió abrir una auténtica tienda de gofres en Grünerløkka, el barrio más alternativo de Oslo. Al poco tiempo, el Gobierno asignó a Jonahtan el cargo de 'ministro de gofres' de Noruega con el fin de difundir la cultura gastronómica Noruega y dar a conocer los waffles alrededor del mundo.
Por todo esto, podemos afirmar que Haralds Vaffle es una visita imprescindible si te encuentras en Oslo y puede considerarse la mejor tienda de waffles noruegos de la ciudad. "¡Los waffles belgas tienen un competidor!", asegura, desafiante, Jonathan.
Y es que los waffles que se hacen en Noruega (con forma de corazón y masa más liviana) no tienen nada que ver con los de Bélgica (cuadrados y con una masa más gruesa), los que la mayoría del mundo conoce. Para descubrir sus diferencias y elegir un favorito, podéis visitar la tienda en el número 3 de la plaza Olaf Ryes, en horario de lunes a viernes de 14:00 a 19:00 y los fines de semana de 11:00 a 19:00.