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Si existe una verdura que atrae visualmente, esa es el romanescu o romanesco. Su forma es una verdadera obra de arte que parece hecha artificialmente y que los matemáticos relacionan con los fractales, y es que es increíble lo que la naturaleza puede hacer por sí sola. Reconozco que me podría quedar embobada viendo cada uno de los picos y pequeñas redondeces que tienen sus ramilletes, que hasta casi da pena empezar a desgranar para poder consumirlos.
Este tipo de col se da en los meses de frío, así que aprovechando que ahora se encuentra en temporada, y es fácil de encontrar en los puestos de los mercados, me gusta aprovechar su consumo aportando así variedad a nuestra dieta. Para que la conozcamos todos un poco, aunque ya vimos una receta de pasta con romanescu, es más suave en boca que sus compañeros el brócoli y la coliflor, además de más digestivo y menos flatulento. E igual que pasa con los anteriores, admite un sinfín de elaboraciones.
Para que nos entendamos: hay que tratarlo igual que a una coliflor. Es excelente para comer en crudo, rallado finamente o encurtido, mezclado con otros ingredientes como en ensalada, al vapor primero y luego salteado unos minutos para incorporarlo a otros platos como la ensalada de pollo, brócoli y trigo, gratinado al horno como la coliflor mac and cheese. Me atrevo incluso a decir que nos permite pasarnos un poco más de cocción que la coliflor sin empezar a soltar esa peste que caracteriza a la col blanca cocinada de más.
La de hoy es una receta basada en sus múltiples opciones de consumo y que podríamos considerar como una ensalada templada. Separaremos los ramilletes del romanescu aprovechando algo de su tallo, y los pasaremos por la plancha para que queden crujientes y adquieran un ligero sabor tostado, para posteriormente asarlos.
El aliño lo haremos salteando ajo picado (con cuidado de que no se nos queme, pues amargará el plato), y unos frutos secos que podéis escoger a vuestro gusto, (cacahuetes, pipas girasol y de calabaza, en mi caso) en mantequilla, incorporando al final unas pasas y un chorrito de vinagre para añadir contrastes agridulces.
Si quisiéramos, podríamos incorporar también unas gotas de salsa de soja, algo de miel y especias al gusto de cada uno para darle un toque más viajero. Sin duda, a mí me gusta mucho terminar este plato con un poco de polvo de chile picante que le dará un brillo especial.
Cómo hacer romanescu asado
Ingredientes
- Romanesco, 1/2 ud
- Aceite de oliva, 2 cucharadas
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, c/s
Para la picada
- Mantequilla, 30 g
- Diente de ajo, 1 ud
- PIpas variadas, 50 g
- Cacahuetes fritos, 30 g
- Cebollino, 7 ramitas
- Pasas, 60 g
- Vinagre de vino tinto, 1 cucharada
- Sal, c/s
- Polvo picante para terminar, opcional y al gusto
Paso 1
Cortar el romanesco, dorar en la sartén y hornear
Paso 2
Picar el ajo, los frutos secos y el cebollino
Paso 3
Dorar el ajo en la mantequilla y añadir el resto de los ingredientes de la picada
Paso 4
Terminar el romanesco con la picada y el polvo picante
Paso 1
Precalentar el horno a 180 ºC. Cortar el romanesco en rodajas siempre que se pueda, los arbolitos también cortarlos a la mitad para que siempre tengan una superficie plana.
Paso 2
Dorar en la sartén, apta para el horno, todo el romanesco con un poco de aceite, sal y pimienta negra. Por ambas caras. Llevar al horno y cocinar durante 12-15 minutos hasta que esté bien dorado y tierno.
Paso 3
Mientras tanto, ir preparando el aliño. Pelar y picar el diente de ajo muy fino. Picar también las pipas y los cacahuetes fritos. Picar de la misma manera el cebollino fresco.
Paso 4
En una sartén derretir la mantequilla y, cuando esté derretida, sofreír ligeramente en ella el ajo con cuidado de que no se queme. El ajo se quema muy rápido por lo que recomiendo hacer este proceso a fuego medio.
Paso 5
Añadir entonces los frutos secos y el cebollino y también las pasas. Remover bien e incorporar, por último, el vinagre y un poco de sal.
Paso 6
Cuando el romanesco esté listo, emplatar y cubrir por encima con abundante picada de frutos secos. Terminar, si se quiere, con un poco de polvo picante al gusto.