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La receta de hoy no tiene una receta fija (valga la redundancia). Se trata de un plato que se adapta a las verduras disponibles en cada temporada teniendo un montón de formas distintas de preparación.
Aunque el nombre y la fama sean de origen italiano, en España, no sería más que una deliciosa sopa de verduras a la que se le añade pasta o arroz y se termina con queso que lo mismo puede aprovechar cuatro verduras sueltas en la nevera que comprar, a tiro hecho, el “preparado para sopa de verduras minestrone” que podemos encontrar en muchos mercados italianos.
Coliflor, alubias, romanesco, zanahoria, judía verde, calabacín, patata…Incluso tocino o carne que suelen estar presentes en la región napolitana, donde se conoce como minestra maritata (sopa casada), que se hace con costilla de ternera, carne de pollo y unas salchichas picantes que se llaman nnoglie.
De nuevo, las posibilidades son infinitas. Una receta perfecta para despedir las comilonas navideñas y, como otras tantas sopas mundiales, idónea para calentarse en estos fríos días de invierno Filomenense.
Parece que su origen se localiza en Poveretto y era una receta muy popular de la cocina pobre del campesinado. Cada región, o mejor cada familia, tiene una manera sui generis de prepararla. Básicamente, al igual que en España, es una sopa de verdura estacional con alguna legumbre, y arroz o pasta; que antiguamente siempre llevaba algo de cerdo (manitas o tocino) para hacerla más consistente ya que se comía como un plato único.
En esta ocasión, para hacerla más apta con vistas a los buenos propósitos post Navidad y disponible para todos los públicos (vegetarianos incluidos), hemos utilizado sólo verduras y le hemos añadido un toque de parmesano para darle ese sabor italiano tan característico.
La pasta a utilizar es indiferente, pero eso sí, mejor pasta de tipo macarrón para que siga siendo una sopa y no un ramen. De igual forma, esta receta lleva alubias blancas, pero bien se puede prescindir de ellas o utilizar arroz, pochas, garbanzos, lentejas o cualquier otra legumbre disponible.
Cómo hacer sopa de verduras minestrone
Ingredientes
- Cebolla, 1 ud
- Chalota, 1 ud
- Diente de ajo, 1 ud
- Aceite de oliva virgen extra, 4 cucharadas
- Zanahoria, 1 ud
- Calabaza, 100 g
- Nabo, 1/2 ud
- Judía verde, 150 g
- Espinacas congelada, 100 g
- Pasta tipo gnocchetti sardi o la que sea, seca y pequeña, 100 g
- Hoja de laurel, 1 ud
- Alubias blancas cocidas, 150 g
- Orégano seco, 1 cucharada
- Tomillo seco, 1/ cucharadita
- Sal, c/s
- Pimienta negra molida, c/s
- Caldo de verduras, 2 l
- Queso parmesano molido, 100 g
Paso 1
Pochar la cebolla, la chalota y el ajo hasta que estén transparentes
Paso 2
Cuando la cebolla esté cocinada, incorporar la calabaza, la zanahoria y el nabo
Paso 3
Regar con el caldo
Paso 4
Añadir la judía verde y las espinacas
Paso 5
Incorporar la pasta y las alubias
Paso 6
Condimentar y agregar el queso
Paso 1
Si se utilizan legumbres secas, hay que dejarlas a remojo la noche anterior. De lo contrario, lo mejor es comprar una legumbre de calidad en conserva que sólo contenga agua y sal.
Cortar la cebolla, el ajo y la chalota en brunoise (cuadraditos pequeños).
Paso 2
En una cazuela, poner el aceite de oliva y pochar muy lentamente la cebolla, el ajo y la chalota hasta que estén transparentes. Echar un pellizco de sal para ayudar a que caiga y se cocine.
Paso 3
Mientras tanto; cortar, en cuadrados pequeños, y pelar la zanahoria, las judías, la calabaza y el nabo. Añadirla la calabaza y la zanahoria al pochado de la cebolla, el ajo y la chalota, y dar un par de vueltas para que se mezclen bien todos los sabores.
Paso 4
Regar con el caldo de verduras caliente y añadir una hoja de laurel. Esperar a que coja el hervor y, entonces, incorporar la judía verde y las espinacas (frescas o congeladas). Dejar que las espinacas se descongelen un par de minutos.
Paso 5
Pasado el tiempo, añadir la pasta y las alubias; y cocinar el tiempo que diga el fabricante de la pasta. Poner a punto de sal y pimienta e incorporar las hierbas secas.
Paso 6
Apagar el fuego y agregar el queso parmesano. Integrar todo bien con movimientos de vaivén para evitar que se rompan las verduras. A la hora de emplatar, se puede añadir un poco más de queso parmesano y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.