El snack que habría que patentar

El snack que habría que patentar Mer Bonilla Cocinillas

Saludables

El snack crujiente más fácil que he hecho nunca, rico en proteínas, con solo un ingrediente y en 10 minutos

Adiós a las patatas de bolsa, este aperitivo es ultrafácil de hacer y mucho más saludable.

20 junio, 2024 06:00

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Entre el blanco y el negro hay una cantidad infinita de grises y esto aplica también a la comida. En mi generación, en lo que respecta a comer sano, hemos crecido muchos con la mentalidad del todo o nada. Para que algo fuese sano, ligero y nutritivo tenía que ser insípido y deslavado, con texturas aburridas.

Cualquier cosa sabrosa, crujiente y visualmente apetecible parecía no tener cabida en la dieta si una quería cuidarse. La buena noticia es que no hay que vivir a base de apio crudo, que es cierto que es sanísimo, si no quieres comer torreznos, pero quieres comer un snack saludable que no sepa a comida de hospital. Afortunadamente, entre los dos extremos hay muchas opciones en las que se combinan salud y disfrute.

El snack o aperitivo que os propongo hoy no puede ser más sencillo de hacer, solo hay que trocear un único ingrediente y meterlo en la freidora de aire hasta que se vuelva crujiente. Solo eso.

Un ingrediente que se consume desde hace mil años

Lo único que necesitamos es algo que en Japón se conoce como kanikama y es algo que se prepara en el país nipón desde hace más de mil años. En España es lo que conocemos como palitos de cangrejo palitos de surimi.

Aunque en Europa no hace ni 50 años que empezó a popularizarse, la elaboración de surimi en Japón se remonta a varios siglos atrás. Con el fin de conservarlo, los pescadores preparaban una pasta de pescado que cocinaban al vapor. El surimi, que literalmente significa pescado picado, una vez cocido se conoce como kamaboko y en Japón se puede encontrar en multitud de formatos, no solo las barritas kanikama. 

Otro formato que ha traspasado fronteras, principalmente gracias al anime, es el narutomaki, un kameboko de forma circular con una espiral rosa central que aparece siempre en los boles de ramen de los dibujos animados japoneses.

Un producto nutritivo

Según la Fundación Española de la Nutrición, el surimi conserva una buena parte de las proteínas de alto valor biológico de los pescados que se utilizan para su elaboración, abadejo de Alaska, platija y fletán, mayoritariamente.

El contenido de grasa, aunque siempre reducido, varía según las distintas marcas, pudiendo encontrarse algunas con un 0 %. Contiene también pequeñas cantidades de azúcar y almidón que mejoran la textura y preservan el producto durante la congelación.

El cuanto a micronutrientes, durante el proceso de fabricación se pierden vitaminas hidrosolubles, pero, aun así, el surimi es una buena fuente de vitamina B12, fósforo y selenio.

En definitiva, sus valores nutricionales, tanto en macronutrientes como en micronutrientes, están por debajo de los del pescado al natural y no debería sustituir a éste de manera sistemática, pero eso no significa que el surimi no sea un producto saludable. Es una opción perfecta para la receta que os proponemos hoy, una alternativa mucho más saludable a otros snacks que tienen más sal, grasa y carbohidratos. Por eso os hablaba al principio de los extremos a la hora de comer.

Ligero, crujiente y con un solo ingrediente

Ligero, crujiente y con un solo ingrediente Mer Bonilla Cocinillas

Ingredientes

  • Palitos de cangrejo, 4 ud

Paso 1

Dejar descongelar los palitos de cangrejo si es que estuvieran congelados.

Paso 2

Desenrollar cada uno de los palitos y cortar la lámina de surimi en 4 o 6 trozos.

Paso 3

Colocar los trozos de surimi sobre la rejilla de la freidora de aire sin que se amontonen ni se solapen unos con otros.

Paso 4

Cocinar en la air fryer durante 9 minutos a 195 ºC agitando la cesta en mitad de la cocción.

Cómo se elabora el surimi

De los productos hechos con pescado picado procesado, el surimi es el más consumido. Como ya se ha dicho, empezó siendo una técnica de conservación del pescado y ahora es una manera de comercializar sucedáneos de otros pescados y mariscos. En el mercado podemos encontrar falsas angulas hechas con surimi, falsas colitas de langosta o los famosos palitos de cangrejo.

El pescado más utilizado para elaborar el surimi es el abadejo de Alaska. Durante la elaboración del surimi, la carne del abadejo se pica muy finamente y se lava para retirar cualquier resto de sangre. Después se prensa para escurrirlo y retirar la máxima cantidad de agua posible.

Durante el lavado se pierden vitaminas y también sabor, aunque se conservan en gran parte las membranas de las fibras musculares y las proteínas, así que el siguiente paso es añadir la sal, ésta disolverá la miosina de las fibras musculares. Al calentarse, la miosina se coagula formando una especie de gel que aglutina todas las fibras dando a la masa una textura de sólido elástico.

El paso final es añadir sabor y color a esta pasta y darle la forma deseada para cocerla, enfriarla y envasarla.