Si hay un alimento clave en muchísimas culturas, como por ejemplo en Asia o en zonas de América Latina, ese es el arroz, del que hay unas diez mil variedades diferentes. Pero no os asustéis, hoy vamos a hablar de unos cuantos tipos de arroz, aquellos que tenemos más accesibles, que usamos de forma más habitual, o de los que hemos oído hablar más. Y queridos Cocinillas, no es lo mismo usar un tipo de arroz u otro. A nadie se le ocurriría hacer una paella con arroz basmati.
Si hay una cosa que enriquece una cocina es conocer la mayor variedad posible de alimentos, sus características y la forma de cocinarlos. Es por eso que os traemos una breve explicación y algunos ejemplos para que nunca más os confundáis y sepáis preparar cualquier plato con ese delicioso cereal. Entre otros nutrientes, el arroz nos proporciona una pequeña cantidad de proteínas, nos proporciona un aporte calórico relativamente alto con respecto a otros cereales y es rico en almidón (concretamente, del tipo amilosa). El arroz integral, aquel al que no se le ha eliminado el salvado, es además una buena fuente de fibra y silicio. Después de ésta pequeña introducción sobre las características generales del arroz, vamos a ver una clasificación práctica de los tipos de arroz. 🙂
Clasificación de los tipos de arroz
A diferencia de otras clasificaciones que podemos encontrar, hemos optado por hacer una clasificación según el uso más adecuado para cada tipo de arroz, independientemente del tamaño o el contenido en almidón. De éste modo, si tenéis una idea de una receta en la cabeza, no os volveréis locos buscando el arroz adecuado, tan sólo tenéis que buscar la categoría a la que pertenece la receta.
- Arroz para paella: en éste coincidiremos que el más adecuado es el arroz bomba, gordito y redondito, un poco más caro que otras variedades y cuya principal característica es absorber mucho líquido (3 partes de agua por 1 de arroz) y, con él, cualquier elemento enriquecedor que lleve el líquido. Éste tipo de arroz no se pasa y no se rompe. Os dejamos un par de recetas sencillas: aquí y aquí.
- Arroz para risotto: en éste caso buscamos un arroz que desprenda su almidón lentamente y que su textura final sea pegajosa por fuera pero firme por dentro. Es por eso que los dos tipos más adecuados son el arroz arborio y el carnaroli. Tienen tamaño medio y tardan unos 25 minutos en cocinarse. Algunas recetas aquí, aquí y aquí.
- Arroz para sushi: éste arroz debe ser de grano corto y glutinoso. Lo curioso de éste tipo de arroz es que el resultado final depende mucho del tiempo desde la recolección, de la humedad o de su está o no roto (lo que demostraría un arroz “viejo”, cosa que no queremos si buscamos que los granos se peguen entre si). No tiene un nombre concreto, si no que podemos buscarlo directamente como arroz para sushi o elegir un arroz de grano corto y redondo. Si os animáis a hacer sushi casero, tenéis un par de recetas aquí y aquí.
- Arroz como guarnición o para ensalada: es recomendable que sea un arroz aromático o con un sabor característico. Así, el basmati es una buena opción, de tipo largo o incluso en su variedad integral (y donde es recomendable que tenga una edad de más de dos años). También pertenecería a ésta clase el arroz salvaje (que en realidad no es arroz, sino unas hierbas que crecen en las marismas), de color negro y cuyo tiempo de cocción es muy largo (por lo que es recomendable cocerlo a parte del arroz normal, pues si no lo estaremos comiendo ligeramente crudo). Por otro lado, cualquier arroz de grano largo, que queda suelto y “al dente” será ideal como guarnición. Alguna receta interesante aquí y aquí.
- Arroz integral: éste puede entrar en varias secciones, en función de otras cosas como la longitud del grano y la cantidad de almidón. Lo especial de éste tipo de arroz es que contiene más fibra y más aceites esenciales que el arroz blanco, lo que por otro lado hace que tenga un sabor diferente. Tiene muchos más nutrientes y tarda en cocerse unos 40 minutos, aunque su tiempo de conservación es más corto que el del arroz blanco. Es muy utilizado en platos vegetarianos. Dentro de ésta categoría de arroces integrales estaría el arroz rojo y el negro.
- Arroz blanco sencillo o para guisos: es el más común, de grano redondo, cuya longitud puede ser entre media y corta. Es el clásico arroz que utilizaríamos para añadir a unas judías pintas o unas lentejas, tarda unos 18 minutos en estar listo y se debe dejar reposar un par de minutos adicionales antes de comerlo. Os dejamos también la clásica receta de arroz a la cubana.
Esperamos que os sea de utilidad, y que hagáis muchas más recetas con arroz ahora que sabéis más cosas sobre él. 😉
Imagen: ebarney